Eléctricas: entran en el mercado de banda ancha por Internet

En varios países de Europa occidental, las empresas de servicios ofrecen desde hace rato Internet vía líneas eléctricas. Recién ahora, empero, surgen proveedoras norteamericanas que brindan prestaciones locales similares.

19 octubre, 2005

Por ejemplo, Current Communications (CC), un proveedor de Intente (Cincinnati), da un servicio muy superior a los provedores por cable. Los abonados pagan US$ 30 mensuales, 33% menos que por iguales prestaciones de Bell o Time Warner Cable. El servicio CC puede conectarse a cualquier enchufe eléctrico, sin perder rapidez aunque toda una familia esté en línea al mismo tiempo. Sólo se precisa un adaptador tamaño pelota de básquet que se coloca en la pared y se conecta a una computadora vía un clable Ethernet.

El sistema se llama “banda ancha por línea eléctrica” en España (BALE) y, en Estados Unidos, “broadband over power lines” (BPL). Sin duda, esta opción presenta retos a las telefónicas y los cables que dominan el mercado de Internet a alta velocidad. En lugar de cablear casas enteras, los proveedores de BALE emplean la red eléctrica local, lo cual significa que cualquier vivienda u oficina puede recibvir ese servicio.

Por el momento, los dos mayores proveedoras de BALE en EE.UU. son CC y Cinergy (ésta en Virginia). La segunda se ha asociado con ComTrek, otro servicio del mismo tipo. Entretanto, docenas de firmas locales están ensayando el servicio o contratando expertos para instalarlo y manejarlo.

Si bien no es una tecnología novedosa, hace poco que los adaptadores hogareños y los equipos adosables a postes telefónicos (transmiten datos por líneas eléctricas, en forma de señales de radio) se han abaratado lo bastante como para vender el servicio a precios competitivos. El de CC está disponible para más de 50.000 hogares y llegará a 250.000 hacia 2007.

Si bien la cantiudad de subscriptores es todavía modesta, en comparación con cables y telefónmicas, el éxito inicial de CC les demuestra a otros servicios –algunos de los cuales incursionaron durante los 90 en telecomunicaciones, con pésimos resultados- que BALE podría ser un negocio viable. Con la continua baja de precios para equipos, proveedoras de acceso a Internet como EarthLink (no controla sus líneas de datos, sino que las “alquila” a redes de cable y teléfono) estudian el sistema como alternativa de transmisión.

La Comisión Federal de Comunicaciones también está promoviendo BALE como alternativa a empresas de cable y telefonía, hegemónicas en el mercado de banda ancha. Puesto que casi todas las casas tienen electricidad en EE.UU., la CFC espera que las proveedoras del servicio ofrezcan banda ancha en zonas rurales adóno generalmente no llegan las compañías convencionales. Esta solución vale también para países tamaño Canadá. Australia, Rusia, China, Brasil, India o Argentina.

Por su parte, las grandes empresas de servicios tienen ventajas adicionales. Dado que los equipos BALE, instalados en postes telefónico, transmiten datos hacia desde viviendas, esa misma tecnología puede detectar al momento fallas energéticas y seguir constantemente el uso familiar de electricidad. Esto podría ahorra millones de dólares, al eliminar los medidores.

Esas características tipo “red inteligente” promueven creciente interés. En julio, IBM forma una sociedad con CenterPoint Energy (Houston) para desarrollar servicios de banda ancha. A su vez, Con Edison (Nueva York) está ya probando el servicio. También los inversores prestan atención: meses atrás, Google, Hearst Group y Goldman Sachs puisieron unos US$ 100 millones en CC. Fabricantes de equipos como Intel o Motorola acaban de asociarse a HomePlug Powerline Alliance, que desarrolla especificaciones para adaptadores y otros componentes de la tecnología BALE.

Por ejemplo, Current Communications (CC), un proveedor de Intente (Cincinnati), da un servicio muy superior a los provedores por cable. Los abonados pagan US$ 30 mensuales, 33% menos que por iguales prestaciones de Bell o Time Warner Cable. El servicio CC puede conectarse a cualquier enchufe eléctrico, sin perder rapidez aunque toda una familia esté en línea al mismo tiempo. Sólo se precisa un adaptador tamaño pelota de básquet que se coloca en la pared y se conecta a una computadora vía un clable Ethernet.

El sistema se llama “banda ancha por línea eléctrica” en España (BALE) y, en Estados Unidos, “broadband over power lines” (BPL). Sin duda, esta opción presenta retos a las telefónicas y los cables que dominan el mercado de Internet a alta velocidad. En lugar de cablear casas enteras, los proveedores de BALE emplean la red eléctrica local, lo cual significa que cualquier vivienda u oficina puede recibvir ese servicio.

Por el momento, los dos mayores proveedoras de BALE en EE.UU. son CC y Cinergy (ésta en Virginia). La segunda se ha asociado con ComTrek, otro servicio del mismo tipo. Entretanto, docenas de firmas locales están ensayando el servicio o contratando expertos para instalarlo y manejarlo.

Si bien no es una tecnología novedosa, hace poco que los adaptadores hogareños y los equipos adosables a postes telefónicos (transmiten datos por líneas eléctricas, en forma de señales de radio) se han abaratado lo bastante como para vender el servicio a precios competitivos. El de CC está disponible para más de 50.000 hogares y llegará a 250.000 hacia 2007.

Si bien la cantiudad de subscriptores es todavía modesta, en comparación con cables y telefónmicas, el éxito inicial de CC les demuestra a otros servicios –algunos de los cuales incursionaron durante los 90 en telecomunicaciones, con pésimos resultados- que BALE podría ser un negocio viable. Con la continua baja de precios para equipos, proveedoras de acceso a Internet como EarthLink (no controla sus líneas de datos, sino que las “alquila” a redes de cable y teléfono) estudian el sistema como alternativa de transmisión.

La Comisión Federal de Comunicaciones también está promoviendo BALE como alternativa a empresas de cable y telefonía, hegemónicas en el mercado de banda ancha. Puesto que casi todas las casas tienen electricidad en EE.UU., la CFC espera que las proveedoras del servicio ofrezcan banda ancha en zonas rurales adóno generalmente no llegan las compañías convencionales. Esta solución vale también para países tamaño Canadá. Australia, Rusia, China, Brasil, India o Argentina.

Por su parte, las grandes empresas de servicios tienen ventajas adicionales. Dado que los equipos BALE, instalados en postes telefónico, transmiten datos hacia desde viviendas, esa misma tecnología puede detectar al momento fallas energéticas y seguir constantemente el uso familiar de electricidad. Esto podría ahorra millones de dólares, al eliminar los medidores.

Esas características tipo “red inteligente” promueven creciente interés. En julio, IBM forma una sociedad con CenterPoint Energy (Houston) para desarrollar servicios de banda ancha. A su vez, Con Edison (Nueva York) está ya probando el servicio. También los inversores prestan atención: meses atrás, Google, Hearst Group y Goldman Sachs puisieron unos US$ 100 millones en CC. Fabricantes de equipos como Intel o Motorola acaban de asociarse a HomePlug Powerline Alliance, que desarrolla especificaciones para adaptadores y otros componentes de la tecnología BALE.

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