Sin embargo, el éxito de la transformación digital no está determinado por la magnitud de las inversiones en tecnología. Incluso si se aplica en nuevas formas y combinaciones innovadoras, la tecnología por sí sola no transforma a una empresa: la Transformación Digital será exitosa según el grado en el cual las personas están motivadas y capacitadas para adoptar activamente y de manera constante las innovaciones que se presentan en pos del crecimiento de la organización. Y en este contexto, hay que recordar que los enfoques de gestión tradicionales y las estructuras jerárquicas no son del todo adecuados para gestionar los negocios ágiles e innovadores en un entorno cada vez más complejo como el actual.
Por consiguiente, el reto es crear y promover una cultura organizacional que anime a la gente a abrazar activamente el cambio y que fomente continuamente resiliencia organizacional, es decir, la capacidad de una empresa a adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias y oportunidades del mercado, ya sea que surjan de las tecnologías o por la demanda del cliente.
Por lo tanto, la Transformación Digital tiene que ser vista como un componente integral de una transformación global del negocio, con un claro enfoque en las personas, y no sólo en la tecnología.
En este sentido, los siguientes principios apuntan a promover un cambio cultural ayudando a los equipos de liderazgo de la organización a aumentar su agilidad y poder de innovación:
Autonomía: Fomentar la calidad y agilidad de la toma de decisiones. En este sentido, los empleados tienen que ser alentados a tomar decisiones con la mayor autonomía posible.
Confianza: El aumento de la autonomía exige claramente un incremento en la confianza de que el equipo es capaz para actuar y decidir con responsabilidad.
Visión, Objetivos y Valores: La gente debe conocer con claridad el rumbo de la empresa, hacia dónde se dirige (la visión) y por qué (finalidad). Ellos tienen que abrazar los valores y objetivos de la compañía.
Cultura del compartir: Para tomar decisiones ágiles hay que tener la capacidad para evaluar rápidamente la información, compartir abiertamente las experiencias, ideas y conocimientos con los compañeros de trabajo. Por este motivo, muchas compañías introducen redes sociales internas como parte de su transformación digital para apoyar la colaboración. Sin embargo, estas tecnologías no tendrán ningún impacto significativo sin una verdadera cultura de compartir.
El cliente, en el centro: En la era del cliente omnicanal, las decisiones que se toman en la empresa deben estar centradas en cómo mejorar la experiencia del consumidor con la marca, de manera contundente y sin fisuras, independientemente del canal utilizado. Por eso es importante que todo el personal esté involucrado acerca del perfil del cliente de la empresa.
Por último, un dato clave: Es fundamental para la Transformación Digital, que los máximos ejecutivos de la organización estén de acuerdo con el recorrido que iniciará la empresa, ya que ésta no cambiará hasta que cambien sus líderes. En definitiva, los CEOs deben actuar como los agentes principales de la transformación.
(*) El autor es Head of UX/UI de GlobalLogic