Las agencias de seguridad de la aviación mundial se apresuran a redactar regulaciones para los taxis voladores. Hay ya toda una banda de compañías que prometen estar listas para lanzar el servicio en los próximos 10 años.
En Europa el organismo regulador EASA dice que se está preparando una batería de pruebas para atestiguar la seguridad de los vehículos y del software que los manejará. Dice que el proyecto de los taxis voladores, que está en su etapa inicial implica cubrir operaciones y mantenimiento, competencia de los operadores, polución sonora y asegurar que el software usado por los taxis “sea controlado con el nivel de seriedad necesario”.
El mercado para transportar personas entre ciudades podría llevar a valer US$ 674.000 millones para 2040, según cálculos del banco Morgan Stanley. Por su parte, Uber está pensando en lanzar Uber Air, para trasladar al aire su servicio terrestre actual.
Hay más de 170 empresas desarrollando aviones eléctricos en Europa, la mitad de los cuales se destinarán a servicios de taxi.
Los primeros taxis aéreos tendrán pilotos humanos, dicen los fabricantes, pues habrá que esperar a que la inteligencia artificial sea lo suficientemente poderosa y segura como para controlar las aeronaves.