La actividad cibernética ilícita, lejos de amainar, crece y se multiplica en todos los países y en el ámbito internacional. Robos de identidad y falsificaciones en bancos y grandes portales, estafas y sabotajes son todas manifestaciones de actividades cibernéticas ilícitas creadas por el hábil uso de las técnicas informáticas. La única novedad que se ha producido últimamente es que este oscuro mundo comienza lentamente a ser estudiado con seriedad.
Los ataques en gran escala, que se vienen produciendo desde hace tiempo, se comentaban solo en voz baja por temor a perder la confianza de los usuarios. Hoy la actitud de los especialistas en seguridad informática en Internet denuncian a voz en cuello las amenazas, los ataques y las consecuencias.
En mayo el gobierno de Estados Unidos detuvo bajo acusación de cíber- delito a cinco efectivos militares chinos. El panorama general que presentan las amenazas cibernéticas no conoce fronteras y las respuestas de los gobiernos comienzan a ser más duras.
El número de empresas que han manifestado su preocupación por la ciberseguridad ante los organismos reguladores de Estados Unidos se duplicó en los dos últimos años: 1.174 casos, según datos oficiales. Entre los más preocupados figuran bancos y productores de petróleo y gas.