El mercado internacional de edificios inteligentes registrará una expansión significativa en los próximos cinco años. De acuerdo con un estudio de la consultora Grand View Research, el volumen global pasará de US$ 126.580 millones en 2024 a US$ 571.280 millones en 2030, lo que representa un incremento del 351%.
La tasa de crecimiento anual compuesta proyectada alcanza el 30,4% entre 2025 y 2030, impulsada por la adopción masiva de Internet de las Cosas (IoT), la demanda de eficiencia energética y los avances en inteligencia artificial aplicada al mantenimiento predictivo y la gestión climática. Este desarrollo tecnológico lleva a que los edificios inteligentes integren sistemas como videovigilancia IP, control de acceso, climatización automatizada e iluminación inteligente sobre una red unificada que centraliza las operaciones y reduce los costos de mantenimiento.
Frente a este contexto, Toltech Group, empresa argentina dedicada a la integración de soluciones tecnológicas en infraestructura, telecomunicaciones y videovigilancia, advierte que el cableado estructurado debe planificarse desde el inicio para evitar fallas costosas. Pablo Abdala, ingeniero de soluciones en Toltech Group, explicó: “El cableado es como las cañerías del edificio: nadie lo ve, pero si falla, la reparación cuesta 10 veces más que haberlo hecho bien desde el inicio. Con el tiempo, las cámaras, lectores de acceso y sensores se reemplazan fácilmente, pero actualizar la estructura de red implica costos elevados”.
Abdala también señala errores frecuentes en el diseño de proyectos inteligentes, como la falta de espacios técnicos para equipos, canalizaciones insuficientes, subestimación del crecimiento de dispositivos conectados, ausencia de documentación adecuada y omisión de la certificación de la instalación. “No tener en cuenta estos factores genera puntos de falla que comprometen todo el sistema”, agregó.
La creciente densidad de dispositivos conectados exige redes robustas y cableado de categoría 6 o superior. La tecnología Power over Ethernet (PoE) permite transmitir datos y energía por un único cable, eliminando la necesidad de tendido eléctrico adicional y transformadores. “La convergencia tecnológica hace que todo confluya sobre la red IP, que debe estar dimensionada para soportar este tráfico. El cableado transporta la información de todos los sistemas involucrados, por lo tanto, es parte vital del edificio, al igual que la red eléctrica y las cañerías”, enfatizó Abdala.
“La clave está en involucrar desde el inicio a especialistas que entiendan tanto los requerimientos arquitectónicos como las necesidades técnicas. Así se evita lo que vemos frecuentemente: edificios que prometen ser inteligentes, pero enfrentan limitaciones por una infraestructura mal dimensionada”, concluyó Abdala.












