El juicio a Microsoft de los años 90 tiene lecciones importantes para que los organismos reguladores del Estado decidan qué hacer con las compañías que dominan actualmente la industria tecnológica, dicen Laurence Lessig y Alan Kusinitz.
Ambos veteranos de aquel caso subrayan la importancia de vigilar las conductas anticompetitivas. También mencionan la decisión estratégica que, mirada retrospectivamente, fue clave para llevar adelante el caso contra Microsoft.
Las lecciones que dejó aquel juicio podrían ser invalorables en medio del debate, en Washington y en Silicon Valley, sobre qué hacer con Amazon, Apple, Alphabet y Facebook y el dominio que tienen en ciertos mercados. Por lo menos una parte de ese debate se centra en si el gobierno debería intentar llevarlas a juicio monopólico y tal vez partirlas.