Condiciones para aprovechar mejor los molinos de viento

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Bibiana Cerne y Fernando Nicchi encabezan un grupo de investigación interdisplinario, formado por meteorólogos e ingenieros, que se dedican a estudiar cuáles son las situaciones del tiempo que favorecen a la producción de energía eólica.

La UBA presentó un artículo escrito por Patricia Olivella en el que asegura que la experiencia mundial muestra que la explotación efectiva de la energía eólica necesita un detallado conocimiento de la circulación atmosférica.

 

Desde las clásicas construcciones regordetas contra las que arremetió el Quijote y pintó Van Gogh, hasta las esbeltas turbinas espigadas de hoy, los molinos de viento se yerguen en el paisaje campestre generando energía eólica, una de las más limpias, incluso, entre las energías renovables.

 

Como toda fuente de energía, la eólica tiene sus ventajas y desventajas. No se agota, no contamina, es de libre acceso y, por esto, es barata.

 

Pero tiene la desventaja de ser intermitente y aleatoria.

 

La meteoróloga Bibiana Cerne lo explica claramente: “Es difícil saber cuándo ingresa esta energía en el sistema eléctrico. Si yo tengo un dique, acumulo agua y, a medida que la necesito, voy soltándola y genero energía, pero el viento está o no está. Para trabajar con energía eólica se requiere un buen pronóstico del tiempo”.

 

La experiencia mundial muestra que la explotación efectiva de la energía eólica necesita un detallado conocimiento de la circulación atmosférica. Esto requiere del estudio de la variabilidad y la tendencia del viento y de los patrones de circulación de la atmósfera necesarios para la generación eólica presente y futura. En eso trabaja Cerne junto a un grupo interdisciplinario que codirige con el ingeniero Fernando Nicchi.

 

Los meteorólogos estudian cuáles son las situaciones del tiempo que favorecen a la producción de energía eólica.

 

“Estudiamos el viento –cuándo es mejor, cuándo es más fuerte, cuándo es más débil, cuándo cambia– y, además, tratamos de pronosticar el viento”, explica la investigadora.

 

Parte de la investigación es la tesis doctoral que Cristian Waimann está realizando con Celeste Saulo y tiene como objetivo desarrollar herramientas de pronóstico de viento que sean útiles para la producción de energía eólica a nivel regional. También busca analizar los errores para optimizar el manejo del recurso eólico.

 

Para ello se utilizan datos de viento y potencia eléctrica provenientes del Parque Eólico Rawson, en el noreste de la Patagonia.

 

“Nosotros estudiamos el viento y tratamos de ver si realmente hay algún cambio. Así como se observaron los efectos del cambio climático en la temperatura o en los patrones de lluvia, queremos ver qué pasa con el viento. Esta información le sirve a los ingenieros para hacer su trabajo desde el punto de vista de cambio climático energético”, explica Cerne.

 

Los ingenieros quieren conocer cómo varía el viento en distintas zonas de Argentina para saber cómo y cuándo podrían funcionar mejor los molinos.

 

Por eso, un buen pronóstico es fundamental.

 

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