Gemalto, líder mundial en seguridad digital, presentó una alternativa a los códigos seguridad tradicionales de las tarjetas: Dynamic Code Verification (código de verificación dinámico o DCV).
DCV es un código de seguridad de tres dígitos en el reverso de la tarjeta escrito en tinta electrónica que cambia cada 20 minutos. Por lo tanto, si alguien roba los datos de su cuenta de un sitio web, o si la persona deja que alguien los obtenga sin darse cuenta, el ladrón no podrá hacer compras en el futuro, debido a que el código será incorrecto. Esta simple innovación podrá significar un cambio significativo en el fraude de tarjeta no presente.
En 2015, BBVA Bancomer de México, con 20 millones de clientes en el mercado mexicano, implementó junto a Gemalto una solución de código dinámico pensada para teléfonos inteligentes. A través de la aplicación BBVA Wallet, el usuario recibe un código dinámico único para cada transacción que reemplaza los dígitos estáticos de las tarjetas de crédito o débito.
Para el consumidor, este es un momento de posibilidades, y sin duda el fenómeno de las ventas online continuará en expansión. Según un estudio de la Cámara Argentina de Comercio Electrónica (CAECE) elaborado por TNS, en 2015 se realizaron transacciones por $68.486 millones con un crecimiento anual de 70,8% respecto a 2014. El escenario se muestra favorable para este 2016 con unas expectativas de crecimiento esperado de 64%.
Mientras que 89% de los consumidores compra online por la comodidad, 82% lo hace por precio, siendo estas dos variables los argumentos más característicos del ecommerce. Sin embargo, 44% menciona como una de las desventajas la desconfianza en el sitio web del vendedor. Por esta razón, las empresas están haciendo grandes esfuerzos para garantizar a los consumidores que la seguridad ocupa un lugar primordial en su oferta de servicios. Esta es la cuestión que muchas soluciones de pago están intentando resolver.
