Científicos se alían para avanzar en el Genoma

Celera Genomics y Compaq Computers llegaron a un acuerdo para desarrollar una nueva generación de "supercomputadoras" destinadas a ampliar el conocimiento de los genes.

21 enero, 2001

(EFE).- Los científicos que lograron el Mapa del Genoma Humano firmaron esta semana una nueva alianza para avanzar en el conocimiento de los genes y averiguar tanto su posición exacta como el papel que juegan en la salud.

El acuerdo ha sido suscrito en Washington, en la sede del Departamento de Energía de Estados Unidos, por la empresa Celera Genomics, el Laboratorio Nacional Sandía, que depende del gobierno estadounidense, y la empresa Compaq Computers.

Los científicos de la empresa privada Celera Genomics, por un lado, y los del Proyecto Genoma Humano, sostenido con fondos del gobierno, por otro, anunciaron el 24 de junio del pasado año que habían conseguido desentrañar la estructura del ADN, lo que se ha llamado “El libro de la Vida” porque enseña a las células lo que tienen que hacer.

Pero este avance, esperado durante décadas, “es solo el principio” de la gran tarea que tienen por delante los investigadores para poder aplicar los nuevos conocimientos en la salud de las personas, según coincidieron en señalar Craig Venter, presidente de Celera Genomics, y Francis Collins, director de la iniciativa pública.

Hoy, Venter suscribió un nuevo acuerdo con el saliente secretario de Energía de Estados Unidos, Bill Richardson; el vicepresidente de Compaq Computers, Bill Blake, y el presidente del Laboratorio Nacional Sandía, de California, para llevar la investigación genética a una nueva fase.

En la firma del acuerdo estuvo presente el asesor del presidente Bill Clinton en temas científicos, Neal Lane, quien calificó el acuerdo como la firma “del primer borrador del futuro”.

El plan alcanzado hoy establece el desarrollo de una nueva generación de “supercomputadoras”, capaces de realizar 100 billones de operaciones simultáneas por segundo, lo que convertirá a estos dispositivos en los ordenadores más potentes del mundo.

“Esas son las herramientas necesarias para abrir al conocimiento los misterios de la vida”, declaró Bill Richardson, secretario de Energía.

La búsqueda de los genes dentro de la maraña del genoma humano, que es una espiral de ADN formada por 3.600 millones de pares de bases (nucleótidos), exige el concurso de instrumentos de computación más potentes que los que existen ahora.

La más potente de las computadoras actuales, la denominada “Gen Azul” de la compañía IBM, puede ejecutar cerca de 100 billones de operaciones por segundo y fue diseñado para calcular la posición de las proteínas que expresan los genes.

Las computadoras que Compaq y el Laboratorio Nacional Sandía esperan desarrollar superarán esta capacidad de trabajo.

Tanto Compaq Computers como el laboratorio Sandía ya han colaborado juntos en el desarrollo de computadoras destinadas a servir al Departamento de Defensa.

Celera Genomics, con sede en Rockville, Maryland, es una de las empresas de biotecnología que mayor inversión ha realizado en computadoras, pero aun así reconoce que los científicos “necesitarán desarrollar nuevas máquinas, programas y algoritmos para avanzar en las ciencias de la vida”, según Craig Venter.

Aunque los científicos conocen en la actualidad muchos genes, algunos de ellos con una relación comprobada con algunas enfermedades, como el gen Apoe en relación a la enfermedad de Alzheimer, aún no se sabe el número aproximado de genes en el organismo humano.

Una década atrás, se calculaban en cerca de 100.000, pero los científicos creen ahora que el número de genes ha de ser bastante menor, en torno a 60.000 o quizás menos.

Las nuevas computadoras podrán ser capaces de descifrar dónde se encuentran con exactitud los genes, que son la porción útil del genoma humano, dentro de la interminable y compleja estructura del ADN, el ácido desoxirribonucleico en el que se basa la vida.

Detrás de esta ambiciosa iniciativa hay centenares de empresas de biotecnología y farmacogenética esperando a conocer los resultados, porque su misión es desarrollar nuevos medicamentos en función de los genes y las proteínas que actúan en cada enfermedad.

“La secuencia genética es tan importante para la salud como la teoría de la relatividad lo es para el desarrollo de la tecnología”, según Paul Knight, un analista de temas genéticos que considera el Mapa del Genoma Humano como “el mayor avance individual en la historia del cuidado de la salud”.

(EFE).- Los científicos que lograron el Mapa del Genoma Humano firmaron esta semana una nueva alianza para avanzar en el conocimiento de los genes y averiguar tanto su posición exacta como el papel que juegan en la salud.

El acuerdo ha sido suscrito en Washington, en la sede del Departamento de Energía de Estados Unidos, por la empresa Celera Genomics, el Laboratorio Nacional Sandía, que depende del gobierno estadounidense, y la empresa Compaq Computers.

Los científicos de la empresa privada Celera Genomics, por un lado, y los del Proyecto Genoma Humano, sostenido con fondos del gobierno, por otro, anunciaron el 24 de junio del pasado año que habían conseguido desentrañar la estructura del ADN, lo que se ha llamado “El libro de la Vida” porque enseña a las células lo que tienen que hacer.

Pero este avance, esperado durante décadas, “es solo el principio” de la gran tarea que tienen por delante los investigadores para poder aplicar los nuevos conocimientos en la salud de las personas, según coincidieron en señalar Craig Venter, presidente de Celera Genomics, y Francis Collins, director de la iniciativa pública.

Hoy, Venter suscribió un nuevo acuerdo con el saliente secretario de Energía de Estados Unidos, Bill Richardson; el vicepresidente de Compaq Computers, Bill Blake, y el presidente del Laboratorio Nacional Sandía, de California, para llevar la investigación genética a una nueva fase.

En la firma del acuerdo estuvo presente el asesor del presidente Bill Clinton en temas científicos, Neal Lane, quien calificó el acuerdo como la firma “del primer borrador del futuro”.

El plan alcanzado hoy establece el desarrollo de una nueva generación de “supercomputadoras”, capaces de realizar 100 billones de operaciones simultáneas por segundo, lo que convertirá a estos dispositivos en los ordenadores más potentes del mundo.

“Esas son las herramientas necesarias para abrir al conocimiento los misterios de la vida”, declaró Bill Richardson, secretario de Energía.

La búsqueda de los genes dentro de la maraña del genoma humano, que es una espiral de ADN formada por 3.600 millones de pares de bases (nucleótidos), exige el concurso de instrumentos de computación más potentes que los que existen ahora.

La más potente de las computadoras actuales, la denominada “Gen Azul” de la compañía IBM, puede ejecutar cerca de 100 billones de operaciones por segundo y fue diseñado para calcular la posición de las proteínas que expresan los genes.

Las computadoras que Compaq y el Laboratorio Nacional Sandía esperan desarrollar superarán esta capacidad de trabajo.

Tanto Compaq Computers como el laboratorio Sandía ya han colaborado juntos en el desarrollo de computadoras destinadas a servir al Departamento de Defensa.

Celera Genomics, con sede en Rockville, Maryland, es una de las empresas de biotecnología que mayor inversión ha realizado en computadoras, pero aun así reconoce que los científicos “necesitarán desarrollar nuevas máquinas, programas y algoritmos para avanzar en las ciencias de la vida”, según Craig Venter.

Aunque los científicos conocen en la actualidad muchos genes, algunos de ellos con una relación comprobada con algunas enfermedades, como el gen Apoe en relación a la enfermedad de Alzheimer, aún no se sabe el número aproximado de genes en el organismo humano.

Una década atrás, se calculaban en cerca de 100.000, pero los científicos creen ahora que el número de genes ha de ser bastante menor, en torno a 60.000 o quizás menos.

Las nuevas computadoras podrán ser capaces de descifrar dónde se encuentran con exactitud los genes, que son la porción útil del genoma humano, dentro de la interminable y compleja estructura del ADN, el ácido desoxirribonucleico en el que se basa la vida.

Detrás de esta ambiciosa iniciativa hay centenares de empresas de biotecnología y farmacogenética esperando a conocer los resultados, porque su misión es desarrollar nuevos medicamentos en función de los genes y las proteínas que actúan en cada enfermedad.

“La secuencia genética es tan importante para la salud como la teoría de la relatividad lo es para el desarrollo de la tecnología”, según Paul Knight, un analista de temas genéticos que considera el Mapa del Genoma Humano como “el mayor avance individual en la historia del cuidado de la salud”.

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