El robot, con apariencia muy realista, se llama Affetto. Puede detectar cambios en la presión a través de su piel sintética y eso le permite “sentir” dolor.
Affetto puede sentir y distinguir entre un toque de luz o un golpe duro. Según sus creadores, podrá ayudar a otros robots a entender a los seres humanos.
Está equipado con un “sistema nervioso” que funciona con inteligencia artificial y tecnología de piel que le permite reaccionar a sensaciones con una serie de expresiones faciales.
Cuando hizo su primera aparición en 2011 era solo una cabeza capaz de expresiones como sonreír y fruncir el entrecejo. Ahora tiene el cuerpo completo y está cubierto con piel artificial equipada con sensores.
Otro
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU Singapur) también recurrieron a la inteligencia artificial (IA) para que los robots reconozcan el «dolor» y se reparen daños menores en tiempo real.
La IA se introduce en una red de nodos sensores conectados a múltiples unidades de procesamiento, que actúan como «mini cerebros» en la piel del robot.
Esto significa que el aprendizaje ocurre localmente y los requisitos de cableado y el tiempo de respuesta del robot se reducen de cinco a diez veces, en comparación con los robots convencionales, dicen los protagonistas de este desarrollo tecnológico.
Gracias a la IA, el sistema de nodos sensores pueden procesar y responder al ‘dolor’ que surge de la presión ejercida por una fuerza física.