Tal vez la firma no se ha preguntado si a los pasajeros les va a interesar que la frazada que los cubre revele a los miembros de la tripulación si están deprimidos, cansados, fastidiados , tranquilos o preocupados. ¿Y si quieren que los dejen en paz? Obviamente, estamos hablando de los pasajeros de primera clase.
La frazada, de lana, tiene incorporadafibra óptica que cambia de color según las indicaciones de un sensor colocado en la frente, en una especie de vincha. El azul indica que el pasajero está relajado; el rojo, si está tenso. El estado de ánimo se puede medir en una escala de uno a cien, y transmitir esos datos vía bluetooth a las luces LED incorporadas en la manta. Cerca de cien, la manta será azul y revelará un pasajero en paz.
Este elemento de alta tecnología no está todavía disponible en los vuelos regulares. La compañía lo ha probado en un solo vuelo, el BA189 Dreamliner (Boeing 787) desde Heathrow a Nueva York, con voluntarios, pero proyecta analizar los datos recogidos por las frazadas para mejorar la experiencia a bordo. Los colores pueden hacer cambiar los horarios de las comidas, el menú y las opciones de entretenimiento.