Por Marcela Rossi (*)
Big Data es un concepto que hace referencia a grandes volúmenes de datos que, por medio de un determinado procesamiento y análisis, permiten identificar patrones en el comportamiento e interacción humana. Las personas son las que brindan esta información a través del uso diario de un sin fin de plataformas de comunicación.
Este análisis de cantidades masivas de datos ayuda a crear aplicaciones que mejoran la vida de las personas facilitando, por ejemplo, la manera en que se mueven en las grandes ciudades.
El Big Data está presente en el día a día ya que, al enviar un Tweet, comprar un producto online o descargar un disco en iTunes, se brinda información importante, que es aprovechada tanto para empresas, como organizaciones e instituciones.
El sistema de salud actualmente se enfrenta a una oleada de datos digitales sobre sanidad. El uso de esta información sobre los pacientes puede contribuir a detectar prematuramente enfermedades y evitar actuar recién cuando se manifiestan.
Este avance permite el análisis de grandes cantidades de información sanitaria y de estilo de vida para luego, mediante inteligencia artificial, ofrecer opciones basadas en Big Data.
Ciudades inteligentes
Las ciudades inteligentes combinan tecnologías para hacer más sencilla y confortable la vida de los habitantes. Los edificios pueden conservan el calor de un modo más eficiente, e incluso, generar energía, mientras que sus instituciones centralizan los sistemas y funcionan con mayor fluidez.
Gracias a la ayuda del Big Data los pasajeros pueden seguir el recorrido de los autobuses, trenes y subtes en tiempo real y así, planificar sus viajes con precisión. También se utilizan placas electrónicas en las paradas del transporte público para visualizar la hora de llegada de cada transporte.
Desde un enfoque más sofisticado se encuentran los autos que funcionan sin conductor, utilizando GPS y múltiples sensores.
En la actualidad, cualquier persona puede monitorear su actividad como si fuera un deportista profesional. Las tecnologías aplicadas a las prendas de vestir y las aplicaciones móviles que monitorean el ejercicio pueden ser de gran ayuda, utilizando los datos del desempeño individual para desarrollar planes de actividad física adecuados y alcanzar un óptimo estado de salud.
La cantidad de pasos y la distancia recorrida, el ritmo cardíaco, las calorías consumidas, así como los hábitos de sueño y la presión atmosférica pueden ser controlados y monitoreados por relojes y pulseras inteligentes como los Sportwatch SP-1 y las Smartband SB-1 de Banghó. Con esa información recolectada es posible identificar áreas en las que, modificando un comportamiento, aumentarían las probabilidades de lograr objetivos importantes en términos de salud.
Comercio
La presencia de los smartphones y las computadoras convive y se potencia con la revolución en las comunicaciones, influyendo en el comportamiento de compra. Las experiencias digitales ayudan a persuadir a los compradores bien informados mejorando de manera radical el proceso de compra.
Grandes compañías capturan información de los artículos que más se venden en cada establecimiento y se abastecen de esos productos para su demanda. Aunque el precio sigue siendo importante, los minoristas exitosos están mutando hacia una experiencia personalizada y más eficiente.
Mucho de lo que hoy consideramos normal parecía improbable hace pocos años. Al mirar atrás, con frecuencia se pueden detectar distintas transformaciones facilitadas por el Big Data que sin dudas nos seguirán sorprendiendo de cara al futuro.
(*) Gerente de Marketing de Banghó