Con la promesa de venta de poder controlar a nuestros hijos o empleados, el software espía para celulares se comercializa como servicio, mediante un pago mensual y básicamente lo que ofrece es una aplicación para descargar e instalar en el teléfono de la persona a monitorear y un panel de control online para gestionar a esa aplicación, explica Federico Massa, consultor senior de Seguridad Informática de Druidics.
¿Qué recaudos podemos tomar para evitar ser víctimas de un software espía?
- Bloquear nuestro teléfono mediante un PIN o una contraseña segura. Cambiar la misma en un intervalo regular.
- Jamás dejar nuestro teléfono desbloqueado lejos de nuestro alcance.
- Instalar un software antivirus, existen versiones gratuitas de casi todas las compañías.
- No permitir ni instalar aplicaciones de fuentes desconocidas.
- Adicionalmente, los usuarios avanzados pueden instalar alguna aplicación para registrar los intentos de desbloqueo incorrectos.
La tecnología actual, y especialmente los teléfonos inteligentes, nos permiten mantener una vida interconectada. Esto nos lleva a estar prácticamente todo el día con el teléfono cerca de nuestro alcance, incluso durante el descanso.
Pero ¿qué sucedería si el control de éste cayera en manos de un tercero? ¿Podría una persona con conocimientos técnicos básicos obtener el control de nuestro celular?
Acceso físico al celular
Algo a tener en cuenta es que para que la aplicación pueda ser instalada es necesario contar con acceso físico al teléfono del espiado.
En general, la persona interesada en realizar el espionaje será alguien del entorno de la víctima, ya sea familiar o laboral. Aunque lograr instalar aplicaciones de forma remota es posible, las técnicas y las herramientas para hacerlo no están al alcance de cualquiera.
Una vez instalada la aplicación permanecerá oculta en el teléfono y, de ahí en más, todo el control de la misma se realizará de forma remota mediante el panel de control del sitio donde se contrató el servicio.
Sin ser detectados, podremos obtener, entre otras cosas:
- El historial y el contenido de los mensajes SMS enviados y recibidos.
- El historial y el contenido de las aplicaciones de mensajería más conocidas, como por ejemplo WhatsApp.
- Fotos y videos.
- El historial de todos los movimientos de la víctima (si el teléfono cuenta con GPS).
- Las grabaciones de todas las llamadas realizadas y recibidas.
- Y, sin dudas la funcionalidad que más asusta, escuchar en tiempo real el micrófono del celular, incluso si éste se encuentra bloqueado.
Junto con las mejoras que trajeron los celulares inteligentes, también se abrió un abanico de posibilidades a la hora de realizar espionaje.
Acciones que antes no estaban al alcance de cualquiera, como por ejemplo acceder a escuchas telefónicas, o rastrear los movimientos de una persona, hoy se pueden realizar de manera simple contratando un servicio mensual.