Este deterioro se explica por un desfasaje entre ingresos y egresos. Por un lado sus ingresos crecieron en forma muy modesta mientras los gastos operativos crecieron más. Amazon invirtió fuertemente este año en nuevos negocios y servicios.
Invirtió en derechos de medios para competir con monstruos como Netflix, Hulu y cadenas tradicionales de cable. También anunció un nuevo dispositivo para realizar compras en el supermercado, un servicio de alquiler ilimitado de libros y su primer teléfono inteligente, el Fire Phone. Pero las ventas del Fire Phone no fueron tan altas como la empresa esperaba y al cierre del trimestre el stock de teléfonos sin vender era equi balente a US$ 83 millones.
Las cifras defraudaron completamente al mercado y las acciones de la compañía cayeran 11% en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street tras publicar las cuentas.