Los nórdicos enviaban el alma de sus muertos al Valhalla envueltos en las llamas de la pira funeraria. Loe egipcios embalsamaban y enterraban a sus muertos. En algunas partes del interior de Asia los ataúdes cuelgan de las laderas de las montañas.
Los norteamericanos actuales han descubierto otro ritual: insatisfechos con la cremación y también con el enterramiento, las autoridades del estado de Washington contempla la posibilidad de ofrecer a sus residentes la posibilidad de convertirse en abono para la tierra.
El proyecto de ley será presentado a la brevedad para legalizar el proceso. Será el primer estado en ofrecer el servicio. Los métodos tradicionales son caros y dañinos para el medio ambiente. El enterramiento puede filtrar químicos a la tierra y la cremación de un solo cuerpo libera a la atmósfera Kg 270 de dióxido de carbono. Washington busca una alternativa.