domingo, 7 de diciembre de 2025

La salud mental en el ámbito laboral gana centralidad en la estrategia organizacional

El bienestar emocional de los colaboradores emerge como un factor determinante para la competitividad y sostenibilidad de las empresas en Latinoamérica, según un estudio de Robert Walters. El informe destaca el impacto de la transformación digital y la sobrecarga laboral en la salud mental, con efectos directos sobre la retención de talento.

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El Día Mundial de la Salud Mental puso de relieve la importancia del bienestar psicológico y emocional en las organizaciones, de acuerdo con el análisis presentado por Robert Walters. La consultora sostiene que la salud mental dejó de ser un asunto individual para convertirse en un indicador clave de productividad y competitividad empresarial.

Un estudio de la firma señala que siete de cada diez profesionales en Latinoamérica perciben que su bienestar mental se ha visto afectado por factores laborales. Más del 60% de los líderes manifiesta no contar con herramientas adecuadas para abordar estos desafíos en sus equipos. La creciente digitalización, los esquemas híbridos y el aumento de las cargas de trabajo han diluido los límites entre el ámbito profesional y personal, propiciando situaciones de estrés, ansiedad y agotamiento.

Entre los factores críticos identificados, el 65% de los profesionales se siente presionado para estar disponible fuera del horario laboral, lo que dificulta la desconexión digital. Además, el 48% percibe insuficiente feedback o reconocimiento, mientras que el 52% señala la presión por resultados inmediatos como causa de ansiedad y baja creatividad.

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Alfredo Araneda, director regional de Robert Walters Latinoamérica, expresó: “Las empresas que no integren la salud mental como parte de su estrategia organizacional estarán perdiendo más que productividad: estarán perdiendo su talento”. En la misma línea, sostuvo que se trata de una responsabilidad compartida entre la organización, los líderes y cada individuo.

La consultora remarca que la integración del bienestar mental en la cultura corporativa supera la mera implementación de programas aislados, apuntando a políticas de flexibilidad, espacios de diálogo y capacitación en inteligencia emocional. Estudios citados estiman que por cada dólar invertido en salud mental, las compañías pueden recibir hasta cuatro dólares en retorno, reflejado en un mejor clima laboral y menor desgaste profesional.

“El bienestar no está reñido con los resultados, al contrario: los potencia”, concluyó Araneda.

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