jueves, 26 de diciembre de 2024

Se expande la administración pública entre 2015 y 2019

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La estructura organizacional creció un 3% entre 2015 y 2019. El resultado fiscal pasó de -3,7% en 2015 al -5,6% en 2018 y cerraría en el -4% del PBI en 2019, de acuerdo a Cippec.

Durante la gestión de Cambiemos, hubo una expansión del tamaño de la administración pública central acompañado de un fuerte recambio en los cargos directivos. En simultáneo con un incremento de la volatilidad organizacional, también creció la proporción de directores nacionales y generales designados de forma transitoria. Estas conclusiones forman parte del documento de CIPPEC “GPS del Estado- Radiografía y balance de la Administración Pública Nacional 2015–2019. El círculo vicioso entre el deterioro fiscal y el escaso desarrollo de las capacidades estatales” de Gonzalo Diéguez, José Gasparin, Jimena Rubio y Lucía Aruanno.

El gasto público de la administración pública nacional se contrajo: pasó de ser el 24% del PBI en 2015 a representar el 21% del PBI en 2019. Sin embargo, la estructura organizacional de la Administración Pública Nacional central creció levemente, un 3%, entre 2015 y 2019.

A su vez, los funcionarios tuvieron una baja estabilidad. Solo el 24% de los funcionarios políticos (secretarios y subsecretarios) y el 17% de los funcionarios técnicos (directores nacionales y generales) se mantuvieron en sus rangos durante los cuatro años de gestión.

“La baja permanencia de los funcionarios técnicos muestra que faltaron políticas de profesionalización, como procesos meritocráticos de selección y de trayectoria profesional con cierta independencia de los vaivenes políticos”, sostiene Gonzalo Diéguez, director de Gestión Pública de CIPPEC y coautor del documento.

La proporción de directores nacionales y generales designados de manera transitoria se mantuvo en niveles altos: en diciembre de 2015 el 87% de los directores nacionales y generales estaba designado transitoriamente y se incrementó a 91% en septiembre de 2019.

Hasta el primer trimestre de 2019 en el gobierno de Macri hubo 125 llamados a concursos para cargos ejecutivos en la administración pública nacional central. Sin embargo, su impacto fue poco significativo: las posiciones finalmente concursadas hasta principios de 2019 eran solo un 5% del total del nivel directivo.

En forma simultánea, se registró una dinámica sinuosa acompañada de numerosos cambios y procesos de expansión y posterior reducción en la estructura organizacional que generaron nuevos problemas de articulación y coordinación vertical y horizontal. Entre 2015 y 2017 la estructura organizacional de la administración pública nacional central creció un 32% (por la creación de ministerios, secretarías, etc.), para luego volver a reducirse un 22% entre 2017 y 2019.

El otro elemento fundamental para lograr un sendero sostenido de desarrollo es un Estado sustentable en términos fiscales: Argentina enfrenta crisis recurrentes en el plano fiscal y una baja calidad del gasto público que atentan contra la efectividad de gobierno. Pero también una gran proporción del gasto público representa obligaciones y derechos adquiridos por terceros (principalmente jubilaciones y pensiones y los servicios de la deuda pública), generando una alta proporción de rigidez en el gasto público.

Así, recomponer la salud fiscal requerirá de un ejercicio muy preciso de administración y gerenciamiento de las obligaciones contraídas por el Estado nacional. Pero también será necesario generar un marco de recuperación de la actividad económica para relajar restricciones y reordenar las cuentas estatales, sostiene José Gasparin, investigador de Gestión Pública de CIPPEC.

“El país necesita una estructura estatal relativamente estable y coordinada que sea reflejo de una visión estratégica de largo plazo sobre las prioridades de políticas públicas necesarias para un desarrollo sostenible y un espacio directivo profesional con cierta autonomía de la discrecionalidad política”, enfatiza el director de Gestión Pública de CIPPEC. “La buena noticia es que el sector público nacional cuenta con más y mejor información para una transición ordenada de la administración gubernamental”, concluye Diéguez.

Puntos destacados:

  • La estructura organizacional de la Administración Pública Nacional central creció un 3% entre 2015 y 2019.
  • Solo el 17% de los directores nacionales y generales mantuvieron su rango durante los 4 años de gestión.
  • El porcentaje de directores nacionales y generales designados de manera transitoria se incrementó de 87% a 91% entre 2015 y 2019.
  • La proporción de directores nacionales y generales exceptuados de requisitos disminuyó pero todavía se mantiene en niveles altos: de 84% en 2015 a 77% en 2019.
  • Si bien el número de llamados a concurso para funciones ejecutivas se incrementó significativamente respecto al período de gobierno anterior, representan solo el 5% del total del espacio directivo.
  • Mientras los ingresos de la Administración Pública Nacional disminuyeron a un ritmo promedio del 5% en términos reales, los gastos lo hicieron al 2%, deteriorando así el resultado fiscal para el período 2015-2018.
  • El financiamiento del déficit a través del crecimiento de la deuda pública incrementó notablemente el peso de los servicios de deuda, pasaron de representar el 8% al 18% del total de erogaciones de la Administración Pública Nacional.
  • La política fiscal no fue homogénea a lo largo del período 2015-2019: mientras que en los primeros años el ajuste de las cuentas fue relativamente gradual, en 2018 se aceleró fuertemente.
  • El resultado fiscal pasó de -3,7% en 2015 al -5,6% en 2018 y cerraría en el -4% del PBI en 2019, exponiendo la dificultad de reordenar las cuentas públicas.
  • El margen de maniobra para reordenar las cuentas públicas es cada vez más estrecho: la composición y distribución de las erogaciones muestran que la rigidez del gasto se incrementó fuertemente entre 2015 y 2018, pasando del 65% a superar el 75% del total del gasto.

    “GPS del Estado- Radiografía y balance de la Administración Pública Nacional 2015 – 2019. El círculo vicioso entre el deterioro fiscal y el escaso desarrollo de las capacidades estatales”

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