Y conceptos como emprendedurismo, revolución del retail o transformación digital calaron hondo en los mensajes.
Las organizaciones más avanzadas ya tenían sus propias tiendas online y solo tuvieron que optimizarlas. En un segundo escalón, se posicionaron las firmas que se animaron a dar los primeros pasos y lanzaron su primera plataforma. Y en el tercer escalón se encuentran las que aún penden de un hilo y temen dar el salto. Sin embargo, si nos guiamos por el aprendizaje recogido de la Pandemia y las tendencias de consumo que surgen de estudios globales, deberían acercarse. Veamos un dato con atención. Dado que los consumidores confían cada vez más en las compras en línea – se estima que el 95% de las compras se realizarán en línea para el año 2040 – el comercio electrónico está abriendo las puertas de la oportunidad a innumerables empresarios.
Ahora bien, desde el punto de vista operativo y más allá del umbral y el nivel de desarrollo alcanzado por cada una de las compañías, aún pueden existir muchas dudas y confusiones sobre los requisitos tecnológicos para administrar una tienda online. A continuación, proponemos desterrar tres mitos:
- “Todas las tecnologías pueden aplicar a cualquier proyecto”
Mito: Al momento de encarar un desarrollo de este tipo, los responsables de negocio y tomadores de decisiones tienden a pensar primero en qué tecnología usar. Y en este sentido, suelen recurrir a una zona de confianza y apalancarse en ideas que escucharon de colegas o conocidos. En esta instancia, en la que aparentan ser conocedores del tema, es en verdad en la que tienden a cometer el primer error.
Verdad. El primer paso para seleccionar la tecnología adecuada para cada proyecto es establecer los requerimientos del proyecto. Para ello, se deben detallar las características de operación del proyecto: la cantidad de productos que se comercializarán, la frecuencia de generación de órdenes de compra esperadas y otras cuestiones administrativas y logísticas.
- ”Cuándo se tiene más de cierta cantidad de productos se debe migrar a otra tecnología”
Mito. En ocasiones, se suele creer que a mayor cantidad de productos comercializados en el sitio, más robusta debe ser la infraestructura.
Verdad. No necesariamente debe ser así. Si la plataforma funciona correctamente y las variables de DevOps del proyecto están dentro de los parámetros previamente establecidos, no hay por qué caer en estos sesgos de confirmación cuando el proyecto crece en envergadura.
- ”Usar una plataforma de plantillas prediseñadas es igual de conveniente que desarrollar un eCommerce a medida”
Mito: Las plataformas con plantillas o sitios de eCommerce prediseñados son ¡muy útiles!
Verdad: En adición a ello, se hace preciso saber hasta qué punto o en qué momento cumplen con los objetivos y es conveniente seguir utilizándolos. El riesgo aparece cuando no se identifican las limitaciones. Esto sería parecido a querer seguir utilizando las “rueditas” auxiliares en una bicicleta cuando ya se domina la bicicleta y se quiere ir más rápido: simplemente no se podría.
Claves para tener tu propia tienda online
Hay muchas decisiones y variables involucradas en la definición de qué tipo de eCommerce es necesario para cada negocio. Siempre es importante considerar la posibilidad de que exista un sesgo por desconocimiento, es decir, que se tomen decisiones creyendo tener toda la información necesaria (o ideal) para hacerlo. Por eso, resulta ideal que en este proceso de decisión participen integrantes de equipos multidisciplinarios como Operaciones, Marketing, Managers y Sistemas o IT.
En el caso de las micropymes, que no cuentan con todos estos sectores, se recomienda igualmente intentar ver el negocio desde cada una de esas perspectivas. Y finalmente, tomar la decisión sobre la base del peso ponderado que se le asigne a cada óptica. Por ejemplo, se puede dar que la realidad operativa de trazabilidad de información y logística pese más que la de marketing en la decisión.
Sin importar el tipo de negocio, de producto o de servicio que se quiera comercializar, toda tienda online reúne dos elementos básicos: una plataforma web o mobile y un procesador de pagos digitales (ej. Mercado Pago, Paypal, Stripe, etc.). Si bien no es requisito, es recomendable instalar ambos pilares en conjunto, y acompañarlos con acciones de marketing digital. Y dentro de este paraguas, es posible focalizarse tanto en estrategias outbound como inbound, para atacar a segmentos que se inclinan por publicidades, a la vez que llegar y fidelizar a otros a través de contenidos de valor distribuidos de forma gratuita.
* CEO en Agency Coda.