Los ejecutivos reconocen cada vez más que liberar todo el potencial de la inteligencia artificial (IA) requiere una redefinición fundamental de la estrategia, la cultura y las operaciones.
Ante este contexto, KPMG International realizó una serie integral de investigaciones para ocho sectores industriales, que dieron cuenta de las estrategias que utilizan los ejecutivos para superar las limitaciones heredadas y posicionar a sus organizaciones para un futuro impulsado por la IA.
Se entrevistaron a 1.390 ejecutivos tomadores de decisiones, se hicieron entrevistas complementarias a profesionales específicos del sector de la IA y a expertos en tecnología, regulación gubernamental e industrias, y se debatieron las problemáticas con especialistas sectoriales de KPMG.
Las consultas fueron a representantes de sectores claves como el bancario, energía, salud, manufacturero, seguros, comercio minorista y de tecnología, todos de mercados clave como Australia, China, Alemania, Reino Unido, Canadá, Francia, Japón y EE.UU.
Cambio vertiginoso
La IA no es una tendencia pasajera, es una fuerza aceleradora que está transformando las organizaciones a un ritmo sin precedentes. La próxima evolución que es la IA autónoma (Autonomous Agentic AI), redefinirá la interacción con los clientes, la eficiencia operativa y la toma de decisiones. Las organizaciones líderes se están preparando activamente para aprovechar el poder de la autonomía impulsada por IA y asegurar una posición competitiva. “Los próximos 10 años tendrán la mayor transformación empresarial de toda la historia, cuando las aplicaciones de AI se generalicen y veamos la productividad de la economía crecer a una tasa de al menos el doble”, dice Erik Brynjolfsson, profesor e investigador principal del Instituto Stanford de IA centrada en el ser humano (HAI). Para Mauro Avendaño, socio de Tecnología de KPMG Argentina, “las soluciones de IA están evolucionando y avanzando enormemente, y lo seguirán haciendo cada vez más rápido. Aparecen nuevas arquitecturas, nuevos casos de uso, nuevas ideas y soluciones. La rápida, constante y flexible adopción es fundamental para que las compañías y las personas no pierdan paso frente a tan vertiginosa carrera. Adopción, gobierno y estrategia empiezan a ser fundamentales en la diferenciación del impacto que estas soluciones tienen tanto en las organizaciones, así como también en su escalabilidad a futuro.”
La investigación de KPMG revela también que una implementación eficaz de IA puede crear valor sustancial, optimizar las operaciones, mejorar la experiencia de los clientes, permitir toma de decisiones basada en datos, acelerar la innovación y desbloquear nuevas fuentes de ingresos. Sin embargo, vale considerar que para materializar ese valor se requiere un liderazgo visionario, una hoja de ruta de IA clara, inversión disciplinada, preparación de datos y una cultura centrada en empoderamiento.
Con estas capacidades, las organizaciones pueden evolucionar más allá de las ganancias en eficiencia para lograr una transformación estratégica, posicionándose para capitalizar la IA como un poderoso impulsor del crecimiento y la competitividad del mercado a largo plazo.
Tres fases
En este informe, las empresas obtienen información sobre las tres fases de la transformación de la IA: 1) Habilitar, 2) Integrar y 3) Evolucionar. Cada fase describe pasos críticos para integrar la IA en los procesos comerciales y fomentar.
Algunas de las claves que marca el informe son:
Diseñar una estrategia de IA alineada: Las empresas deben establecer una visión audaz para que la IA se alinee con sus fortalezas y objetivos estratégicos de largo plazo. Esta visión debe servir como base para crear una hoja de ruta de transformación que redefina cómo la IA impulsará el crecimiento, la innovación y la excelencia operativa, al tiempo que garantice la responsabilidad para obtener resultados mensurables. Al alinear las iniciativas de IA con las prioridades comerciales clave (como mejorar la toma de decisiones, optimizar los procesos y brindar experiencias hiperpersonalizadas), las organizaciones pueden maximizar el ROI y desarrollar una ventaja competitiva sostenibilidad.
Generar confianza: La IA introduce riesgos para las empresas que pueden socavar la confianza, por lo que la gestión proactiva de riesgos resulta fundamental. Las empresas deben abordar los desafíos de seguridad y privacidad de los datos, ayudando a garantizar el cumplimiento de las regulaciones financieras y, al mismo tiempo, proteger la información confidencial de los clientes. Combatir el sesgo algorítmico y adoptar sistemas de IA que sean explicables para los reguladores y los clientes es fundamental para que las partes interesadas puedan confiar.
Crear una infraestructura de datos y tecnología: Los datos son un activo estratégico fundamental y la base de todas las iniciativas de IA. Las empresas deben construir un marco de gobernanza de datos sólido, centrado en la calidad, la integración y la seguridad, creando al mismo tiempo una base para la escalabilidad a largo plazo. Esto incluye invertir en una infraestructura tecnológica de IA de nivel empresarial que pueda soportar grandes volúmenes de transacciones, modelos de riesgo complejos y toma de decisiones en tiempo real.
Construir una cultura IA para el potencial humano: Una estrategia de talento multifacética que equilibre la retención con la capacitación es una prioridad clave. Instituciones académicas, fintechs y centros de innovación pueden aportar nuevas perspectivas y mejorar las capacidades de la fuerza laboral. Los programas de capacitación en IA inmersiva pueden ayudar a impulsar la innovación en las experiencias de los clientes y los modelos operativos, diversificar los canales de contratación y obtener resultados transformadores.
Preparase para un futuro con IA: Las organizaciones deben mirar más allá del aumento de las mejoras y, en cambio, imaginar un futuro donde la tecnología mejore las experiencias de los clientes, optimice las operaciones y fomente modelos de negocios innovadores. Esto requiere que los líderes realicen un análisis estratégico exhaustivo, incluyendo una planificación de escenarios que comprenda cómo la tecnología podría alterar la competitividad. Las empresas deben tomar acciones sin vacilar -inversiones fundamentales en infraestructura escalable, gobernanza de datos y modelos operativos compatibles con IA- que las posicionan para capitalizar avances futuros. Estas acciones pueden ayudar a garantizar que, cuando la tecnología avance, estén listos para integrarse, adaptarse y prosperar. La inacción no es una opción; las empresas deben equilibrar los riesgos percibidos con el potencial transformador de la IA para seguir siendo competitivas y relevantes en un entorno financiero que cambia rápidamente.