La administración de edificios y barrios cerrados ha atravesado una transformación tecnológica en los últimos años, pasando de procesos manuales con errores frecuentes a sistemas digitales que automatizan la liquidación de expensas y sueldos. Esta evolución facilita el acceso a la información y el pago desde cualquier dispositivo, mejorando la transparencia y la precisión en la gestión administrativa.
Una de las plataformas pioneras en esta transformación es Octavo Piso, que ofrece una gestión en línea para edificios y barrios cerrados. Recientemente, incorporó tecnologías que permiten detectar y registrar infracciones vinculadas a diversas situaciones, generando multas automáticas en ciertos casos. Esta funcionalidad resulta especialmente útil en barrios cerrados, donde la convivencia depende del cumplimiento de normas comunitarias.
Entre las infracciones que el sistema identifica se encuentran el exceso de velocidad, incumplimiento de horarios, presencia de mascotas sin correa, ingreso de invitados por encima del límite permitido y accesos indebidos a obras. Cada falta queda asociada a una unidad funcional y se refleja como un concepto adicional en la liquidación de expensas. El administrador puede notificar automáticamente a propietarios o inquilinos, configurar valores según la gravedad o recurrencia de la infracción, registrar reincidencias y generar reportes históricos por unidad. Esto contribuye a mejorar la equidad y la transparencia en la gestión.
Tecnología aplicada a la fiscalización
La plataforma permite personalizar faltas específicas, como “mascota sin correa” o “paseo en zona prohibida”, e incluso registrar casos particulares, por ejemplo, caballos sin empadronar en algunos barrios privados.
Para llevar a cabo esta fiscalización exhaustiva, Octavo Piso se integra con sistemas de radares, cámaras y plataformas de control de acceso. En particular, las alianzas tecnológicas desarrollaron la integración con radares de velocidad que generan la carga automática de infracciones por exceso de velocidad dentro del barrio. Estos dispositivos capturan imágenes y datos, identifican si un vehículo pertenece a un propietario, invitado o proveedor y asignan la infracción a la unidad funcional correspondiente.
El control de acceso también se modernizó: los propietarios pueden generar invitaciones mediante la aplicación o la web, enviando códigos QR a sus invitados o proveedores. Este sistema agiliza el ingreso y optimiza la gestión general de accesos.
Aplicación a otras infracciones y monitoreo
En relación con infracciones vinculadas a residuos, Nicolás Rossi, cofundador de Octavo Piso, señaló que “no hay sensores dedicados específicamente, pero algunos barrios cuentan con cámaras en zonas clave (por ejemplo, donde se tira la basura). Estas cámaras, si son monitoreadas por una guardia, permiten detectar eventos fuera de horario y cargar manualmente la infracción en la plataforma”.
Este procedimiento manual complementa la automatización tecnológica y permite ampliar el control de cumplimiento en diferentes áreas, contribuyendo a la convivencia armónica dentro del barrio cerrado o edificio.
La transformación digital aplicada a la administración incluye la integración de servicios que facilitan el control de normas y la asignación de responsabilidades. Esto responde a la necesidad de optimizar la gestión administrativa y garantizar la transparencia en las comunidades cerradas.
La plataforma Octavo Piso ofrece una solución integral con funcionalidades que abarcan desde la liquidación automática de expensas hasta la fiscalización avanzada, consolidándose como una herramienta que responde a los desafíos actuales de la administración edilicia y barrial.
“Estas innovaciones permiten reducir errores en la gestión y mejorar la confianza de los propietarios en la administración”, indicaron desde la compañía.












