sábado, 6 de diciembre de 2025

“¡Chau, Macoco!”: cuatro décadas de teatro argentino con humor, memoria y desmesura

Los Macocos celebran 40 años de trayectoria con una nueva obra en el Teatro San Martín, dirigida por Mariana Chaud

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Con el estreno de ¡Chau, Macoco! en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, la histórica Banda de Teatro Los Macocos conmemora cuatro décadas de trayectoria ininterrumpida en la escena argentina. El espectáculo, escrito y dirigido por Mariana Chaud en colaboración con los cuatro integrantes fundadores —Daniel Casablanca, Martín Salazar, Gabriel Wolf y Marcelo Xicarts—, propone una relectura desbordada y ficcionalizada de su propia historia, desde los inicios en el teatro independiente hasta su consolidación como referente del humor escénico nacional.

Estrenada el sábado 19 de julio, la obra se presenta como un “biodrama apócrifo y atípico”, aunque sus propios creadores prefieren bautizarla como un “viudrama”. La premisa dramática convoca a las supuestas viudas de Los Macocos, reunidas para esparcir las cenizas de los actores fallecidos en un teatro. Lo que parece ser un acto de duelo se convierte en una excusa para revisar, distorsionar y parodiar la historia del grupo, en un vaivén entre el homenaje y la sátira que desarma toda tentación de solemnidad.

A través de escenas que alternan lo documental con la fantasía, el relato recorre la infancia de los integrantes, su formación actoral, los inicios en la ENAD (hoy UNA), y las tensiones internas del colectivo. Las disputas por cartel, dinero y legado se exponen con una ironía que, sin disimular el artificio, propone un juego meta-teatral sobre el recuerdo, la identidad y la persistencia de un lenguaje escénico propio.

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El dispositivo escénico y sonoro acompaña la propuesta desde una estética elaborada: la escenografía de Ariel Vaccaro y Paola Delgado, el vestuario de Analía Morales y la iluminación de Eli Sirlin refuerzan el carácter híbrido del montaje, que mezcla géneros y tonos. La música, a cargo de Tomi Rodríguez junto a los propios Macocos, subraya el vínculo con el varieté, el teatro de revista y el humor musical.

Las funciones se realizan de miércoles a domingos a las 20.30 h, con entradas generales a $17.000 y descuento los días miércoles ($10.000). La obra tiene una duración aproximada de 90 minutos y cuenta con el apoyo de Fundación Santander Argentina a través del Régimen de Promoción Cultural (Mecenazgo) del Ministerio de Cultura porteño.

Una trayectoria singular

Desde su debut en 1985 en el Teatro El Parque, Los Macocos construyeron una poética basada en el humor físico, el juego colectivo y una mirada crítica sobre la realidad argentina. Obras como La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi —considerada por algunos estudiosos como una enciclopedia teatral en clave paródica— o Los Albornoz, Supercrisol y Maten a Hamlet dejaron huella en públicos diversos y consolidaron una estética que trasciende el circuito alternativo.

En paralelo con el estreno de ¡Chau, Macoco!, el grupo lanza dos iniciativas conmemorativas: la exposición Colección Macocos —que reúne fotografías y objetos del archivo teatral del grupo— se podrá visitar entre el 20 de agosto y el 10 de septiembre en el Centro Cultural Ricardo Rojas, bajo la curaduría de Guadalupe Bervih y María Ana Tapia Sasot. Y el miércoles 27 de agosto se presentará Atlas Macocos, libro editado por Eudeba y escrito por Laura Cilento, que reconstruye en clave crítica la historia del colectivo teatral.

La mirada de Mariana Chaud

Directora, dramaturga y actriz, Mariana Chaud aporta a la obra una sensibilidad escénica que combina irreverencia e introspección. Su experiencia en el teatro oficial y alternativo, con títulos como La fiebre, Marcela contra la máquina y Familia no tipo y la nube maligna, se refleja en una puesta que asume el caos creativo como método de trabajo. “Trabajar con Los Macocos es entrar en un caos creativo muy divertido. ‘Llegar juntos donde nadie llega solo’”, resume Chaud.

¡Chau, Macoco! no es una despedida sino una celebración: el gesto teatral de quienes, después de 40 años, siguen subiendo a escena para reírse —y hacer reír— del paso del tiempo, los mitos compartidos y las imposturas de la memoria. En tiempos de repliegue artístico, la persistencia de una banda de teatro como esta, con su apuesta por lo colectivo y su resistencia a los formatos unipersonales, resulta en sí misma una forma de resistencia cultural.

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