Tres años atrás, Luis Alfredo Pulenta se hizo cargo de los vinos Peñaflor, y se encontró con una empresa familiar a la que se sumarían luego Santa Ana, Michel Torino y Trapiche.
Desde entonces, este conglomerado de cinco bodegas, varias fincas y un centro de logística despliega sus actividades en Mendoza, San Juan, Salta y Buenos Aires. Hasta no hace mucho, cada unidad contaba con un sistema informático desarrollado internamente, difícil de compatibilizar con el de las demás, de modo que los nuevos gerentes de Peñaflor asignaron máxima prioridad a la búsqueda de una herramienta que les permitiera tomar decisiones rápidamente en medio del proceso de reingeniería habitual en las operaciones de absorción de nuevas empresas.
“Necesitábamos un sistema de recursos humanos estandarizado que se pudiera instalar en todas las empresas, y que no sólo nos permitiera manejar la nómina de 2.400 empleados que Peñaflor tenía en ese momento, sino que, además, nos diera la posibilidad de una gestión integral de esos recursos, con organigramas actualizados, programas de carreras laborales y administración de beneficios”, explica Daniel Bruni, gerente de Recursos Humanos de la firma.
Complejidad y dispersión
El proveedor finalmente elegido fue Meta4, una empresa de software europea que abrió su filial en la Argentina en 1995, orientada a brindar soluciones en el área de recursos humanos y con una experiencia importante en el mercado español del retail.
“Peñaflor fue uno de nuestros primeros clientes en la Argentina, de modo que se nos presentó un fuerte desafío, ya que nos encontrábamos con una empresa en proceso de adquisición de nuevas compañías, con una gran dispersión geográfica, lo que nos llevó no sólo a incorporar en la parametrización del sistema los distintos matices provinciales de la legislación impositiva y laboral, sino también los diferentes modelos de comunicaciones que se encontraban en cada una de las bodegas”, señala Juan Dabusti, director general de Meta4.
La implantación del sistema comenzó por las liquidaciones de vacaciones, aguinaldos y el pago de impuestos a las ganancias, pero después de unos meses se implementaron módulos más complejos que le permitieron a la bodega identificar a los recursos humanos de los que disponía, de manera de retener a los empleados más talentosos al menor costo posible, manteniendo la motivación.
Bruni asegura que la experiencia fue exitosa y menciona algunas cifras: Peñaflor cuenta hoy con algo más de 1.600 empleados con roles optimizados y perfiles acordes con las exigencias del negocio.
La implementación del sistema culminó con la incorporación del módulo que permite a la empresa cargar los antecedentes de sus empleados, además de brindarle la posibilidad de administrar las compensaciones, fijar planes de carrera y de beneficios, con una administración centralizada, de manera tal que un responsable de capacitación puede desarrollar un proyecto desde un solo lugar para todas las plantas. Lo mismo sucede con la liquidación de sueldos.
Aunque ni Bruni ni Dabuste mencionan cifras sobre la inversión en la implementación del sistema, ambos coinciden en que el software se mostró lo suficientemente versátil para absorber otras características de la bodega, como la estacionalidad de sus actividades y la variedad de los seis convenios laborales que rigen en sus operaciones.