La atención a la calidad de vida gana terreno: desde los muebles de diseño ergonómico hasta la iluminación adaptada a cada necesidad se plantean como necesidades prioritarias.
El concepto de identidad corporativa también se hace sentir
en las nuevas tendencias: la tradicional estandarización cede
paso a la personalización de los ambientes.
Las telecomunicaciones y la informática no sólo
confluyen, sino que responden al mismo tipo de demanda: nuevos
servicios y equipos orientados hacia la integración, la
conectividad y la capacidad de expansión a bajo costo y alta
velocidad.
Y, aunque la oficina sin papeles siga perteneciendo al reino de la
utopía, las nuevas técnicas de manejo de documentos
(confluencia de copiadoras, impresoras, faxes y scanners conectados
en red) parecen servir como efectivas herramientas para la
demolición de la mítica montaña de papel.
