Breves

    Retiro

    La vedette de los seguros

    En 1987, cuando nacieron en la Argentina como respuesta a la

    necesidad de mejorar los ingresos magros de las jubilaciones

    oficiales y fueron popularmente bautizados como la jubilación

    privada, los seguros de retiro eran un segmento marginal en el

    mercado asegurador. Y aunque su importancia fue creciendo

    proporcionalmente a la difusión y el conocimiento del

    producto, difícilmente podía preverse, hasta poco

    tiempo, que llegarían tan rápido a la cima del ranking

    de todo el sector.

    Pero los tiempos han cambiado: hoy hay en la Argentina 35

    aseguradoras de retiro -inicialmente eran 10, de las cuales

    siete desaparecieron- y en el tercer trimestre del año

    pasado una de ellas, Siembra, trepó al primer puesto del

    ranking de producción de todas las compañías del

    mercado, incluidas las que venden seguros de autos y de vida,

    según informó recientemente la Superintendencia de

    Seguros.

    A partir de 1994, cuando entró en vigencia la verdadera

    jubilación privada, la actividad de las aseguradoras de retiro

    se amplió a través de las rentas vitalicias

    previsionales, que implican el traspaso de los capitales acumulados

    en una AFJP a una compañía de seguros de retiro que se

    compromete a pagar una renta mientras el jubilado viva o sus

    sucesores legales lleguen a la mayoría de edad.

    En el ´95, las aseguradoras de retiro -impulsadas

    precisamente por Siembra- comenzaron a vender planes de ahorro

    e inversión para todos los segmentos etarios, con distintos

    fines y a plazos más cortos. Hoy, las compañías

    del segmento pueden operar en planes individuales y colectivos, y

    rentas (vitalicias previsionales y de riesgos de trabajo).

    Siembra es líder en las tres especialidades, con una

    participación de 5,58% en el mercado asegurador total y 40%

    entre las aseguradoras de retiro. En planes individuales tiene

    más de 88%; en planes colectivos (para empleados de empresas,

    entre cuyos clientes figuran Arcor, IBM, Nobleza-Piccardo, Transener

    e YPF) lidera con 23%, y en rentas tiene 19% del share.

    Davidoff

    Puros en Buenos Aires

    A caballo del sostenido auge que el hábito de fumar

    cigarros ha adquirido en los últimos años

    -tanto, que parece haber superado con creces la fugacidad de

    la moda-, Davidoff, una de las principales fábricas

    internacionales de puros y acaso la más importante si se

    exceptúa a las cubanas, acaba de inaugurar en Buenos Aires su

    primera tienda exclusiva en todo el Cono Sur.

    Con sede en Basilea (Suiza), Davidoff International produce,

    importa, exporta y vende por mayor y menor cigarros, cigarrillos y

    tabacos para pipa, así como una amplia gama de accesorios para

    el fumador, y hasta algunos licores. Con un volumen anual de negocios

    estimado en US$ 1.140 millones, tiene en 30 establecimientos, 43

    tiendas, 75 agentes, 450 depositarios, 1.610 establecimientos

    gastronómicos y 1.960 empleados (600 en Suiza) en todo el

    mundo.

    La inauguración de la tienda porteña viene a cerrar

    un amplio círculo. Zino Davidoff, el creador de la marca,

    fallecido en 1994 a los 88 años, llegó en 1925 a Buenos

    Aires, donde trabajó en la tabacalera Piccardo y llegó

    a obtener el pasaporte argentino. Se hizo amigo de Salvador

    García, quien en los años ´30 abrió en

    Corrientes y Esmeralda una de las tabaquerías más

    grandes de la ciudad.

    Con los años, ese negocio se convirtió en Bellaggio,

    uno de los reductos top para los amantes actuales del humo y las

    volutas. La tabaquería está a cargo de Gabriel Estrada,

    sobrino nieto de García y representante local de Davidoff.

    Obviamente, la Tienda Davidoff fue instalada en Bellaggio.

    Supermercados

    Siguen llegando adhesiones

    Con menos rating que el sector de los medios de

    comunicación, el de los supermercados no tiene, sin embargo,

    menos movimiento en cuanto se refiere a cambios en la

    composición de la propiedad de las principales firmas. A los

    pases conocidos en los últimos meses se sumó

    recientemente lo que por ahora es sólo una oferta pero que, de

    concretarse, hará ruido en el mercado: el interés de la

    cadena francesa Comptoir Moderns por entrar en la propiedad de Norte.

    Comptoir Moderns tiene más de 500 locales en Francia,

    España y Polonia, con los que factura aproximadamente US$

    6.000 millones al año y emplea a más de 18.000

    personas. Sus formatos son los supermercados y las tiendas de

    aproximación. Sería la cuarta gran cadena francesa que

    pone el pie en la Argentina, luego de Carrefour, Promodes -que

    está instalando sus hard discounts bajo la marca Dia- y

    Casino, nueva dueña de los hipermercados cordobeses Libertad.

    Norte, con más de 50 locales en el área

    metropolitana de Buenos Aires y las provincias de Córdoba,

    Entre Ríos y Santa Fe, registró el año pasado

    ingresos por US$ 1.028 millones -es la cuarta cadena en el

    ranking nacional- y tiene más de 8.000 empleados. Con

    formatos de hipermercados y supermercados, pertenece desde fines de

    1996 a la administradora de fondos de inversión The Exxel

    Group.

    Para agregar algo de color bastará mencionar que Carrefour

    es dueño de 23% de las acciones de Comptoir Moderns.

    Bancos

    El juego de las escondidas

    Al revés de lo que sucede en muchos sectores

    -hoteles, restaurantes, cinematografía, medios de

    comunicación, por citar sólo algunos- y de lo

    que sugiere la más elemental lógica comercial, los

    bancos le torcieron el brazo al Banco Central, que impulsaba la

    obligatoriedad de que aquéllos exhibieran en sus pizarras las

    calificaciones que les asignan las evaluadoras de riesgo.

    Después de dos años de intensas pujas al respecto,

    el Central había dispuesto hace algunos meses (ver MERCADO

    Nº 966, mayo de 1998, pág. 98) que las entidades

    deberían comenzar a exhibir públicamente sus

    calificaciones a partir de julio. Sin embargo, sobre la hora

    llegó la contramarcha y ahora esa información

    estará disponible sólo para aquellos ahorristas que la

    soliciten expresamente.

    Como si eso no fuera suficiente, no hay ningún

    régimen punitivo para las entidades que no cumplan con esa

    disposición. No parece, por cierto, un aporte a la

    transparencia ni a la lealtad comercial en los tiempos de la

    bancarización compulsiva, cuando el gobierno ha obligado a

    todos los empleados en relación de dependencia a abrir cuentas

    bancarias -y a ellos, o a sus empleadores, a pagarles a los

    bancos por eso- y promete insistentemente que obligará

    a que toda operación comercial, que supere un monto

    relativamente reducido, se pague con cheque o tarjeta de

    crédito (es decir, a pasar por los bancos y pagar por ello).