Un análisis completo de las AFJP

    Concluido el lanzamiento del régimen, la
    capitalización cubría al 45,6% de los trabajadores del
    Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP). Dos años
    y medio después cobija al 68%: 5,5 millones de personas.

    Aunque el vertiginoso ritmo de captación de los comienzos
    quedó en el pasado (8.000 fichas diarias), el nivel de
    afiliación arroja siempre resultados positivos. Por eso la
    tasa mensual ronda el 1%.

    Quedan, en cuanto a clientes, pocos caminos para crecer. Las cajas de
    empleados y profesionales del interior —con aproximadamente
    1.200.000 afiliados— son el último bastión
    importante de reparto. La primera experiencia de traspaso de esas
    cajas fue en 1995, cuando se transfirieron las de Catamarca y
    Santiago del Estero al ámbito nacional. Los pases tomaron a
    casi todos por sorpresa, incluso a la Superintendencia del sector
    (SAFJP). El caos reinó en esas provincias, y los problemas de
    doble adhesión fueron una constante de aquellos procesos.

    En el ‘96 se integraron al SIJP las cajas de jubilaciones
    mendocina, salteña y sanjuanina. En busca de intentar una
    transición ordenada, la SAFJP estableció un
    procedimiento especial. Las solicitudes de adhesión
    totalizaron 84.705 fichas, que se diversificaron de la siguiente
    forma: 34.083 en Mendoza (34% correspondieron a Fecunda), 32.075 en
    Salta (27% para Siembra) y 18.547 en San Juan (34% para Fecunda).

    A pesar de los esfuerzos de un número significativo de AFJP,
    el ranking de captación se mantuvo casi sin cambios en los
    primeros puestos. Consolidar (806.000) conserva la punta desde el
    lanzamiento. Como siempre, se ubicaron luego Máxima (800.000),
    Siembra (590.402), Orígenes (590.402), Previnter (486.305) y
    Nación (454.947), que descendió dos posiciones.

    La tercera etapa se cerró en enero con la transferencia del
    régimen de Río Negro (29.233 trabajadores). Se
    proyecta, en breve, la incorporación de las cajas
    jujeña (28.083), riojana (20.868), puntana (16.569),
    santafecina (80.258) y tucumana (29.000). Las de Buenos Aires
    (287.855) y Córdoba (82.513) —los “manjares” de
    los sistemas provinciales— manejan sus propios tiempos. Porque a
    la realidad actuarial, que aqueja sobre todo a la última, se
    impone —por ahora— el peso de la política.

     

    Fantasmas en la computadora

    La DGI dio de baja, en noviembre, a casi 362.000 personas que
    nunca habían contribuido. La lista original era de 700.000
    clientes sin aportes. Las administradoras reconocieron —con
    éxito dispar— a casi el 50% de ese listado.

    El común denominador de los 340.000 restantes, que gracias al
    esfuerzo del organismo recaudador disminuyó 7%, era su origen.
    Pertenecían, en general, al universo de afiliados captados
    durante la puesta en marcha de la capitalización
    previsional.

    La Superintendencia definió a gran parte de esa gente como
    “fantasmas”. Su origen —entre otros factores— fue
    la confusión propia de cualquier lanzamiento, el peso de
    quienes se unieron a una AFJP para obtener un regalo y la mente
    fecunda de ciertos promotores. Esta visión no era compartida
    por las administradoras. Para ellas esos afiliados no estaban
    encuadrados entre quienes deben o pueden aportar: jóvenes en
    busca de su primer empleo, amas de casa, economía informal,
    personal de empresas en quiebra, adheridos a la moratoria, doble
    CUIL, y variables por el estilo.

    La mayor cantidad de gente sin contribuciones las registraron Siembra
    (52.012), Máxima (50.296) y Orígenes (45.432). Sin
    embargo, las pérdidas más relevantes las experimentaron
    Más Vida (23,9% de su padrón), Activa-Anticipar
    (12,5%), Nación (8,9%) y Generar (8,7%). Mientras tanto,
    Ethika-Jacarandá (0,03%), Futura (0,03%) y Previsol (0,02%)
    sufrieron las menores quitas.

    Pero esa depuración no provocó cambios en el ranking de
    clientes. Más bien, ahondó las distancias entre
    administradoras. Se espera un segundo round entre
    DGI-Superintendencia versus las AFJP para principios de este
    año. Los motivos de este rastreo todavía no se dieron a
    conocer. Al ejecutarse, la cartera actual del sistema perdería
    a otras 300.000 personas más.

     

    De baches y beneficios

    Los beneficios son el producto final de estas firmas.

    La falta de fondos gubernamentales se hace sentir mes a mes. Por eso,
    la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS) fija
    los ingresos base para los hombres nacidos con anterioridad a 1963 y
    para las mujeres nacidas antes de 1968, pero tarda en integrar los
    capitales complementarios. Debido a ello, las pensiones o las
    jubilaciones no se dan oficialmente.

    Las AFJP salieron a solventar ese bache por medio de los anticipos a
    cuenta para las pensiones por invalidez y por fallecimiento. Aunque
    pueden brindarlos también para las jubilaciones, por el
    momento son muy pocas las empresas que lo hacen.

    El régimen en su conjunto ya otorgó, de manera
    definitiva, más de 7.600 beneficios, cuyos montos son muy
    variados. Superan, por lo común, los $ 300. Se destacan los
    concedidos a derechohabientes o a clientes de Generar, que oscilan
    entre los $ 3.000 y los $ 11.000.

     

    Las cifras cantan

    Hoy por hoy, queda sólo un camino para conservar o aumentar
    la participación en la plaza: impulsar las rotaciones. Este
    hecho provoca, de modo indirecto, una suba de la demanda de
    promotores.

    Los pases de afiliados entre administradoras rondan más de
    50.000 por mes. Esta tendencia se acentuó en octubre y
    noviembre, cuando se registraron 82.015 y 77.608,
    respectivamente.

    Nación (65.916), Claridad (21.891) y Activa-Anticipar (20.195)
    acumularon los saldos más negativos de esos cambios desde
    enero del ‘95 hasta diciembre del ‘96. En el extremo
    opuesto, se colocan Máxima (47.592), Orígenes (32.291)
    y Consolidar (22.900).

    Existe, sin duda, una relación directa entre el número
    de traspasos de clientes y los vendedores. Este comportamiento es
    fácil de verificar. Según datos de la Superintendencia,
    la cantidad de asesores creció de manera considerable (87%) en
    el trimestre julio-septiembre, situándose en valores similares
    a los de noviembre del ‘94 (19.194).

    La inclusión de tres cajas provinciales al sistema integrado
    de jubilaciones impulsó ese engrosamiento de la fuerza de
    venta. Una vez finalizados esos procesos, los promotores se dedicaron
    —como es lógico— a captar a afiliados de la
    competencia.

    Por otra parte, el ratio promedio de la relación
    cotizante-cliente no despegó de 50% a lo largo de 1996. La
    recaudación había acusado una leve recuperación
    en octubre del ‘95. Sorteo de indecisos, reparto de rezagos y la
    moratoria fueron algunas de las causas esgrimidas para explicar ese
    repunte. Los aportes de noviembre aumentaron 2% con respecto a los
    meses anteriores. Pero esa señal positiva no perduró.
    Al parecer, las contribuciones arribaron a un piso ($20 millones) a
    fines de 1995 y no se movieron de ahí durante todo el
    año pasado.

    Los índices más altos de cobrabilidad se registraron,
    como sucede desde los comienzos, en las AFJP que apuntan a un target
    especial. Esta vez, Unidos picó en punta (72,3%) y Futura
    salió segunda (70%), mientras que Generar (65,8%)
    conservó su tercer lugar.

    En cierta forma, existe un paralelismo estrecho entre la brecha
    aportante-afiliado y los sueldos medios. Generar ($ 1.720 ), Futura
    ($ 1.270) y Previnter ($ 950) acusaron los salarios más
    elevados. Al mismo tiempo, la remuneración promedio de las
    administradoras en su conjunto casi no exhibió cambios: oscila
    entre los $ 700 y $ 780 para los empleados en relación de
    dependencia.

    El volumen acumulado de la recaudación de la actividad
    totalizó más de $ 5,5 mil millones a fines de
    diciembre. Esta variable es el resultado directo de la cartera de
    clientes, el grado de morosidad y el sueldo promedio de cada AFJP.
    Por ello, las líderes poseen los montos más
    importantes. Consolidar (con $ 974 millones de contribuciones y un
    patrimonio de $ 887 millones) encabeza los dos rankings. La siguen
    Máxima ($ 900 millones y $ 850 millones, en cada caso) y
    Previnter ($ 586 millones y $ 522 millones).

    Con la vigencia del nuevo régimen previsional, más de
    uno predecía un desarrollo sostenido del mercado de coberturas
    adicionales para retiro, atención médica y seguridad
    para invalidez y fallecimiento. Quienes ganasen más de 60
    Ampos (alrededor de $ 4.700) y los autónomos serían los
    principales propulsores de ese crecimiento. Pero, el augurio no se
    cumplió.

    Una escasa cultura local de ahorro, el magro panorama
    económico-financiero y el desconocimiento de esas herramientas
    de inversión atentaron contra la evolución de ese
    rubro. Por eso, los volúmenes de cotizaciones voluntarias y
    depósitos convenidos canalizados hacia las administradoras no
    fueron significativos: $ 75 millones.

    Los montos más elocuentes los poseen Siembra ($ 21 millones),
    Orígenes ($ 15 millones), Activa-Anticipar ($ 10 millones) y
    Generar ($ 5,2 millones). En general, los aportes no obligatorios
    superan de modo holgado los depósitos acordados entre las
    empresas y sus trabajadores, ya que representan entre 60 y 70% de ese
    conjunto.

    Los pronósticos de una fuerte disminución de las
    comisiones nuevamente no se cumplieron. La efectiva promedio del
    sistema rondó 3,5%, el mismo valor de diciembre del ‘95.

     

    AFJP a medida

    La edad promedio de los afiliados actuales del régimen es
    de 35,1 años, pues la mayoría de los individuos
    próximos a la jubilación optaron por el sistema de
    reparto. Sin embargo, muestra una tendencia ascendente. Esa edad
    alcanzará los 45 años en un futuro no muy lejano, lo
    que afectará fuertemente el costo del seguro de vida e
    invalidez previsional. El precio medio de esta cobertura hoy oscila
    en 1%. Su valor se estabilizaría, no obstante, en 2,2%, cuando
    las AFJP cumplan 25 años. Así lo señala un
    estudio de Towers, Perrin/Marcú & asociados.

    Según sea la combinación entre los costos de la AFJP,
    la rentabilidad lograda y el nivel salarial de la persona, existe una
    administradora adecuada para cada cliente. El impacto ejercido por
    uno u otro de estos factores sobre el stock de contribuciones depende
    de su volumen.

    El coeficiente de acumulación de los grupos permite evaluar la
    incidencia de los gastos del manejo de las cuentas de
    capitalización y de las utilidades de cada AFJP para cada
    sueldo. Según un estudio de la Universidad Argentina de la
    Empresa (Uade), a partir de las remuneraciones de $ 800 las
    administradoras que poseen comisiones fijas y variables se imponen
    como jugadoras de peso. A los afiliados con haberes superiores al
    máximo imponible (60 Ampos), Generar, Unidos, Futura y
    Orígenes les posibilitaron ahorrar más fondos. Los
    grupos que no cobran costos fijos permiten acumular más dinero
    a las personas con recaudaciones mínimas imponibles ($ 250).
    Futura ($ 552), Consolidar ($ 545), Más Vida ($ 543) y
    ProRenta ($ 536,93) serían las Afjp más adecuadas para
    este rango.

     

    Comunicar, luego servir

    La idea es darse a conocer al gran público. Por eso, el
    principal flujo de auspicios de las administradoras se volcó
    en los deportes. Sus avisos no faltaron en el TC 2000
    (Orígenes), los partidos de fútbol (Orígenes,
    Siembra), el polo (Máxima y Previnter), el golf (Siembra),
    sky, rugby, equitación (Previnter) y actividades de ese
    tipo.

    A la hora de ir a la playa, estos grupos organizaron, al igual que en
    el 95, distintas promociones en la costa atlántica (Previnter
    y Siembra). No dejaron tampoco de lado los eventos culturales (Tiempo
    de Siembra, Previnter) ni las ferias y los congresos (Orígenes
    y Siembra). Cabe destacar que las AFJP participantes de esta
    investigación invirtieron alrededor de $ 50 millones
    sólo en marketing y publicidad.

    El rubro servicios al cliente se actualiza año a año.
    Emplearon antes que nadie el call-free e ingresaron después en
    Internet. La pionera en esa red global fue Previnter, y Siembra
    lanzó al poco tiempo su página interactiva. Ahora,
    Fecunda se une a ese club. Instaló su red intranet y un correo
    electrónico. Estos sistemas posibilitarán las
    comunicaciones entre los distintos departamentos de la empresa y las
    sucursales. El servicio se extenderá también a sus
    afiliados en el primer semestre de este año.

     

    Movimientos y resultados

    Poco queda de la avanzada chilena. De las administradoras de
    fondos (AFP) y de los holdings de inversiones trasandinos sólo
    sigue en carrera Cruz Blanca (Más Vida). Con la venta de
    Activa – Anticipar (Hábitat) quedó apenas la sombra de
    las AFP; hay quienes suponen que pusieron proa a México.

    Los movimientos societarios no terminan ahí. Metropolitan Life
    vendió su participación (10%) en Orígenes a sus
    socios. Después de que el banco Bilbao Vizcaya compró
    el Francés circularon rumores sobre un reacomodamiento de los
    accionistas de Consolidar, y se habla de que sucedería algo
    similar en una administradora compuesta por compañías
    norteamericanas. Sin embargo, no existen versiones oficiales en
    ninguno de los dos casos.

    Por otra parte, la concentración del mercado en pocas manos es
    cada vez más fuerte. El fenómeno se da tanto en cuanto
    a fondos como a clientes. Este panorama acotado condiciona unos
    cuantos proyectos para arribar a una cartera equilibrada.

    Según Reformas a los sistemas de pensión (libro
    recientemente editado por las Superintendencias del sector de la
    Argentina, Chile y Perú), los resultados operativos de las
    administradoras en su conjunto mejoraron. Esta situación
    resultó del alza de los ingresos operativos y, en particular,
    de las comisiones.

    “El crecimiento de los ingresos operativos se vinculó con
    el aumento de los afiliados al régimen y con las mayores
    comisiones”, plantea el estudio, “mientras que la
    relación entre cotizantes y clientes y los niveles de ingresos
    imponibles ejercieron una influencia negativa”.

    En la actualidad, los resultados netos son en general positivos. Se
    observa, no obstante, una fuerte dispersión entre las AFJP.
    Por ejemplo, las líderes ya llegaron al punto de equilibrio,
    mientras que las más pequeñas —salvo honrosas
    excepciones— aún arrojan resultados negativos.