Apesar de los ciclos descendentes de los mercados y del efecto tequila, se cumplieron los pronósticos de los gerentes de
inversiones de las AFJPs para el primer año de actividades del sector.
La Superintendencia del sector (SAFJP) había bosquejado un escenario más acotado: concebía un rendimiento de 3 a 5%
real anual. Las administradoras excedieron largamente esa meta. Con portafolios conservadores obtuvieron una rentabilidad
promedio de 13,79% a fines de julio, según datos extraoficiales.
Para el pequeño ahorrista, la jubilación privada fue un buen negocio, apunta Daniel Cagnoni, gerente de Inversiones de
Máxima. Esto se comprende mejor comparando su renta media contra el 95% que perdió la Bolsa o el 3% que da una caja
de ahorro.
La normativa de la SAFJP determina que la rentabilidad promedio del régimen surge del porcentaje de variación del valor
medio de la cuota durante doce meses. De esta forma, se consigue un ponderador de cómo evoluciona el nivel de ganancia
de las AFJPs, comenta Eduardo Rondina, gerente de Inversiones de Activa.
Las administradoras ubicadas 30% por encima del rendimiento crearán un fondo de fluctuación para cubrir posibles
pérdidas en el futuro. Para esto, le restarán a sus afiliados cuotas-partes. En cambio, las posicionadas por debajo
compensarán esas pérdidas comprando cuotas para repartirlas entre sus clientes.
Las Dos Caras
Las normas de la Superintendencia estipulan que esos desvíos con respecto a la renta mínima deben calcularse de acuerdo
con el patrimonio final del fondo. Los primeros aportes llegaron al sistema en agosto de 1994; por eso, la quita o la
recepción de cuotas-partes se realizará contraponiendo los promedios de agosto último contra los del mismo mes del año
pasado.
Según los resultados de la primera semana de agosto, la renta media se ubica en 14,27%. Más Vida y Fecunda se colocan
sobre el límite superior, tanto en las comparaciones de julio como en las de agosto. Afianzar, Patrimonio y San José quedan
por debajo del inferior. Sólo Anticipar, que registró una fuerte suba en los primeros tiempos, cambia de posición de un
período a otro. Así, se ubica por encima de la línea superior en julio, pero dentro de la banda media en agosto.
No se puede generalizar el rendimiento logrado por un fondo con el correspondiente a cualquiera de sus afiliados, aclara
Marcelo Perri, gerente de Inversiones de Consolidar. Como el volumen de las AFJPs se compone por aportes individuales
que a su vez se concretan en distintos momentos y por diversos importes, están sujetos a rentas dispares.
Se debe informar al cliente sobre cuál es el efecto riqueza generado por sus contribuciones, agrega Perri. Ese concepto se
conecta en cierta manera con la tasa interna de retorno del patrimonio. La diferencia entre esta metodología de calcular
la utilidad y la de la cuota-parte es que considera los aportes. A lo largo del tiempo, ambos métodos tienden a equipararse
porque los ingresos mensuales de las administradoras pierden significancia frente al stock. Pero el resultado de la tasa
interna de retorno es mayor en el primer período: entre 4 y 5 puntos.
Acción Encubierta
No tiene sentido hablar del retorno en forma aislada de su riesgo, señala Martín Benegas Lynch, gerente de
Inversiones de Siembra. Además, la exposición se relaciona con la variabilidad de la inversión en el tiempo.
Una de las maneras de medir la volatilidad de una colocación es a través de un indicador que surge de combinar la
rentabilidad de la inversión, una renta libre de riesgos (como puede ser la tasa de letras del Tesoro de Estados Unidos) y la
desviación estándar de los cocientes diarios de una muestra.
Según ese índice, al 9 de agosto Más Vida logró la mejor relación (4,12), seguida de Fecunda (2,3), ProRenta (2,29),
Anticipar (2,16) y Arauca Bit (2,15).
El flujo de fondos nos ayudó a regular las oscilaciones de la cuota, explica Carlos Rapan, gerente de Inversiones de Más
Vida. Como los ingresos periódicos son altos con respecto al patrimonio, podemos comprar y guardar títulos al tiempo que
regulamos la fluctuación.
Aunque dos portafolios exhiban numéricamente la misma fluctuación, pueden ser muy distintos en la práctica.
Supongamos que se realizan dos inversiones de $100 durante un año y obtienen, ambas, una utilidad final de 15%.
Pero presentan un comportamiento distinto a través de ese período, consigna Martín Benegas Lynch. Por ejemplo,
una colocación tiene un valor de $ 80 en un trimestre, y la otra $ 105. Luego la primera se fija en
$ 120 y la segunda en $ 110. Como se observa, la última no presenta sobresaltos bruscos.
Lo que Vendrá
La futura evolución de las cuotas- partes dependerá factores exógenos y propios del sector. Entre ellos se destacan el
contexto macroeconómico de la Argentina, la incursión de las administradoras como inversores institucionales y el
comportamiento de la recaudación previsional.
Los rendimientos de las AFJPs seguirán siendo buenos, pero se debe considerar que posiblemente no se repetirán estos
niveles, estima Rapan. Un país serio no puede dar una rentabilidad de ese tipo.
En líneas generales, se estima que no se modificarán las políticas de inversiones de los grupos previsionales. Si bien existe
una visión de largo plazo, las estrategias se acomodan a la realidad de cada momento.
Hasta el momento, sólo se puede pronosticar que se incorporarán de a poco más acciones, tal vez se achique el número de
certificados de plazos fijos y la demanda de títulos públicos. Todos los portafolios tenderán a converger. Existirán menos
diferencias en su composición, su comportamiento y su ganancia.
En cuanto a su papel de inversor institucional, las adminsitradoras de fondos no podrán todavía equilibrar la plaza. Sin
embargo, pueden ser altos contenedores de su nivel de volatilidad, señala Eduardo Rondina.
Yanina Mazzia
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