El desafío del management 2.0

    ESTRATEGIA | Alta gerencia

    Por Marcelo Manucci (*)


    Gary Hamel

    Está claro que hasta ahora la Web no ha logrado mucho cambio en la forma que las organizaciones se manejan y conducen. Las organizaciones tienen ante sí desafíos que las presionan: cambio cada vez más rápido, creciente número de rivales no convencionales, desaparición de barreras de entrada, transición de una “economía del conocimiento” a una “economía creativa”, intensificación de la competencia por el talento y profusión de nuevas demandas de todos los grupos de personas afectadas.
    Para hacer frente a todo eso, sostiene Gary Hamel, las organizaciones tendrán que ser más adaptables, innovadoras, atrayentes y responsables que en la actualidad. Esto requerirá un reequipamiento total de las prácticas gerenciales tradicionales sobre la base de principios derivados de la Web.
    A diferencia de la mayoría de los negocios, Internet ya es todo eso, adaptable, innovadora y atrayente. También es una poderosa herramienta para lograr que las empresas se asuman como responsables de su impacto social. Mientras la empresa clásica está basada en una arquitectura donde la toma de decisiones está fuertemente concentrada en la cima, la Web está construida sobre una arquitectura donde el poder está altamente distribuido.
    El modelo gerencial que predomina en la mayoría de las organizaciones tiene su origen en los primeros años del siglo 20. Por aquel entonces, a los innovadores en management les preocupaba lograr eficiencia en gran escala. Encontraron la respuesta en la organización burocrática con énfasis en estandarización, conformismo y control.
    Esos principios son los fundamentos filosóficos del Management 1.0, y están arraigados en los procesos y la mentalidad del management actual. En casi todas las organizaciones actuales el poder se derrama en cascada de arriba hacia abajo, las estrategias se deciden en la cima, las tareas se asignan y no se eligen, los supervisores vigilan a los subordinados, el control se impone y los altos ejecutivos asignan los recursos.

    Desafíos y límites
    Antes de la Web, era difícil imaginar alternativas a la ortodoxia gerencial. Pero Internet produjo una explosión de nuevos formas de vida organizacional donde hay coordinación sin centralización, donde el poder es producto de la contribución, donde la sabiduría de muchos es más importante que la autoridad de pocos, donde las comunidades surgen de intereses compartidos, donde la oportunidad de participar borra la frontera entre vocación y hobby, donde títulos y credenciales cuentan menos que el valor agregado, donde el desempeño es juzgado por pares y donde la influencia proviene de compartir información.
    Pero la Web tiene sus límites. La colaboración online, en su estado actual, no sustituye satisfactoriamente las interacciones cara a cara, tan importantes para lograr avances genuinos. No obstante, por primera vez en un siglo, tenemos alternativas viables al statu quo. Gracias a la Web, es posible imaginar organizaciones grandes pero no burocráticas, enfocadas sin ser miopes, eficientes pero no inflexibles y disciplinadas sin despojar de autonomía a los empleados. Sin duda, hay motivo para la esperanza. Si se pueden encontrar maneras de trasplantar el ADN de Internet a las organizaciones, los valores de transparencia, colaboración, meritocracia, apertura, comunidad y autodeterminación, podrá existir la posibilidad, por fin, de superar los límites de diseño del Management 1.0
    Con esa intención, Gary Hamel está lanzando el Management 2.0 Challenge, la primera pata del premio por innovación gerencial de Harvard Business Review/McKinsey. “Estamos buscando destacar prácticas progresistas e ideas innovadoras que muestren cómo se pueden usar los principios y herramientas de la Web para hacer las organizaciones más adaptables, innovadoras, atrayentes y responsables. Lo dejamos en sus manos. Puede compartir con nosotros un caso de estudio o aportar una idea; usted puede ayudar a definir el management de la nueva era. Como premio de este esfuerzo tendremos organizaciones tan humanas como las personas que trabajan en ellas”. (http://www.garyhamel.com/)