Con foco en el crecimiento de los vinos de alta gama

    ESTRATEGIA | Empresas


    José Alberto Zuccardi.

    La historia de una de las principales bodegas argentinas comenzó con un experimento: el ingeniero civil Alberto Zuccardi buscaba probar el sistema de riego que había diseñado a partir de un método empleado en California.
    Para eso, compró un terreno en Maipú, Mendoza, y plantó viñedos. “Poco después, la vitivinicultura se convirtió en su pasión, siguió innovando y empezó la construcción de la bodega”, explica José Zuccardi, hijo del fundador de la empresa, y hoy al frente de la firma.
    Creada en 1963, la compañía cuenta en Mendoza con 750 hectáreas en Vista Flores, La Consulta y Altamira, en el Valle de Uco; Santa Rosa y Maipú. “La reconversión hacia vinos de alta calidad se inicia en los 80. Nos enfocamos en los viñedos y se lograron varietales de alta calidad. Lanzamos la línea Santa Julia –llamada así por su hija Julia– y estuvimos en condiciones de ingresar en los mercados del exterior. En esos años, la Argentina casi no exportaba”, recuerda Zuccardi.
    Es que durante décadas, señala Ana Amitrano, gerente del área comercial, “casi todo lo que producían las bodegas se destinaba al mercado interno. Por caso, cuando la empresa fue creada, el consumo llegaba a 90 litros per cápita, y ahora es de 29 litros. Al disminuir las ventas en el país, las empresas decidieron exportar, pero el vino argentino no tenía la calidad adecuada para competir.
    Allí comienza un proceso de privilegiar la calidad sobre la cantidad y se incorpora tecnología”. Los cambios no se limitaron sólo a las bodegas, indica Amitrano: “El consumidor argentino estaba acostumbrado a diferenciar únicamente entre blanco y tinto, y disponía de unas pocas marcas para elegir. Luego fue conociendo más de gastronomía y vinos, y demandó cambios. Entre 1985 y 1995 la industria vitivinícola crece y la calidad mejora”.
    Al mismo tiempo, el sector trabajó para promover el vino argentino en el exterior, enfrentando una competencia que además de los productores tradicionales, entre ellos Francia, Italia y España, incluía a países como Chile, que llevaba varios años de presencia en el mercado internacional. “Hoy competimos con todos los productores del mundo: Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, Chile, que elaboran los llamados vinos del nuevo mundo, además de los países europeos. La competencia es global y fuerte”, sostiene Zuccardi. También agrega: “El vino es parte de nuestra cultura, y en ese sentido, nos parecemos a países como España, Italia y Francia”.

    Alta gama
    La firma exporta desde 1991 y los principales destinos son Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Brasil. También llega a Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Colombia y México, entre otros países.
    “Cuando empezamos a exportar nos concentramos en pocos países, más tarde la estrategia fue diversificar los mercados, y a la vez las líneas de vinos. Hoy vendemos a más de 40 países”, afirma José Asensio, gerente de Comercio Exterior. Algunos de los recientes destinos son Rusia, China, Singapur y Corea.
    “Tienen un gran potencial. En China estamos llegando a las ciudades con mayor poder adquisitivo, en las que están instaladas importantes cadenas de supermercados, restaurantes, hoteles y distintos negocios vinculados a la gastronomía”, indica Asensio.
    A fines de los 90 la bodega lanzó la línea de alta gama Zuccardi, en la cual la marca super premium es Zuccardi Zeta, que combina las variedades Malbec y Tempranillo. “Los vinos premium son los que se envían en especial a países como Austria y Suiza, se venden en vinotecas, tiendas especializadas, restaurantes y hoteles”, informa Asensio. Las exportaciones –que representan entre 55 y 60% del total de la facturación de la firma–, se duplicaron entre 2005 y 2007, pasando de US$ 9,9 millones a US$ 18,8 millones. Para este año la empresa proyecta alcanzar los US$ 22,5 millones en ventas externas.
    “El total de las exportaciones nacionales ha crecido a buen ritmo (en los primeros ocho meses de 2008 la Argentina vendió al exterior por US$ 381 millones, un aumento de 28% respecto del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura). Se asocia al país con vinos de alta gama, y esto posibilita que podamos ingresar en mercados como los de Europa y Estados Unidos, donde hay vinos argentinos en las cartas de los restaurantes. En el exterior, el vino con el que se identifica a nuestro país es el Malbec, que también es el más vendido por Familia Zuccardi”, dice Asensio.
    Más de 40% de las exportaciones de la empresa son de Malbec, seguido por Cabernet Sauvignon, Syrah, Tempranillo y Bonarda. Por su parte, Zuccardi señala: “en la bodega fuimos los primeros en desarrollar el Tempranillo y Bonarda con calidad de exportación. Son varietales en los que trabajamos para alcanzar una alta calidad”.
    En el mercado interno, los vinos de mayor venta de Bodega Familia Zuccardi son Malbec y Cabernet Sauvignon, seguidos por Tempranillo. La facturación de la empresa en 2007 alcanzó los $130 millones, y se estima que este año finalizará en $160 millones.

    Diversificar
    “Entre nuestros objetivos se encuentran la calidad, la capacidad de innovar, también el cuidado y preservación del medio ambiente. Nos importa el desarrollo sustentable”, sostiene Zuccardi. Un tercio de la superficie de los viñedos está bajo certificación orgánica, y la línea Vida Orgánica tiene entre los principales compradores del exterior a Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Suecia, Noruega, Bélgica y Alemania.
    A su vez, los hijos de Zuccardi también desarrollan sus proyectos: el de Sebastián, el mayor, se dirigió a los espumantes, y creó hace ocho años Alma 4. Luego la bodega lanzó una línea de espumantes, con marcas como Santa Julia Extra Brut, y sumará el próximo año la línea de alta gama Zuccardi.
    En el caso de Miguel Zuccardi, se dedicó a los olivos, y ya la empresa produce tres variedades de aceite de oliva: Manzanilla, Frantoio y Arauco. “Arauco es una variedad argentina, y es la que más se comercializa en el mercado interno y externo. En aceite de oliva se dará un proceso similar al del vino, el consumidor buscará una mayor calidad”, explica Amitrano.
    La empresa cuenta con 180 hectáreas de olivos en Mendoza y San Juan, que proyecta ampliar a 240 hectáreas. En 2007, la producción fue de 25.000 litros de aceite y estiman que este año finalizará con 45.000 litros, de los cuales cerca de la mitad se exporta a Brasil, Estados Unidos y España. Zuccardi afirma que “es un orgullo comercializar aceite de oliva en España, el primer productor mundial”. Como en otras bodegas en el mundo, hay espacio para el turismo, y en 2007 la finca fue visitada por 50.000 personas.
    En el país el consumo de vino de mayor calidad ha crecido en los últimos años, destaca Zuccardi, y agrega: “el mercado argentino es muy competitivo, hay productos de alta calidad que reflejan el desarrollo que alcanzó la vitivinicultura. Hubo inversiones importantes en el sector, ingresaron capitales del exterior y esto demuestra el potencial que la Argentina tiene para producir vinos de alta calidad”.
    La empresa invertirá US$ 6 millones que se destinarán a la implantación de nuevos viñedos, equipamiento, mantenimiento y mejoras, como la protección contra el granizo. “Se trabaja para el crecimiento de nuestros vinos de alta gama –sintetiza Zuccardi–. Somos una empresa familiar, y a las distintas generaciones nos une la pasión por el vino, la calidad, la innovación”.