Con la mira puesta en la próxima convergencia


    John Chambers

    Al negocio de poner datos en red (data-networking) le queda mucho
    para crecer todavía. Ése es el argumento que usa John Chambers,
    director ejecutivo de Cisco Systems, para convencer a los inversores de que
    vale la pena tenerle fe e invertir.
    En una reunión reciente de analistas de Wall Street, Cisco dijo que hay
    varios mercados lo suficientemente maduros como para alimentar su próximo
    brote de crecimiento: naciones petroleras con necesidad de conexión;
    proveedores de teléfono y cable trenzados en una carrera a ver quién
    se equipa primero y mejor para brindar servicios en Internet; corporaciones
    que desean incorporar e-mail y mensajería de voz a sus redes
    propias y un alud de tráfico de video en Internet. Cualquiera de esos
    nuevos mercados podría llegar a tener un valor para Cisco equivalente
    a US$ 10 mil millones en ventas anuales en los próximos cinco años.

    Considerando esa perspectiva, los analistas están elevando sus pronósticos
    sobre el crecimiento de ventas de Cisco.

    El camino revolucionario
    En los años 90, mientras se inflaba la burbuja punto.com, las ventas
    de Cisco crecían a razón de más de 50%. Desde entonces,
    ese crecimiento se desinfló hasta situarse en un ritmo de casi 15%. Actualmente,
    casi 40% de sus ingresos proviene de la venta de conmutadores, los elementos
    básicos que mueven paquetes de información a través de
    redes electrónicas. Los ruteadores –los cerebros de una red que
    controlan y dirigen el tráfico– se adjudican algo más de
    20%. Otro 20% proviene de nuevas tecnologías como telefonía y
    video por Internet. Ésas son las tecnologías en las que la compañía
    está depositando sus esperanzas de crecimiento futuro. Los servicios
    representan el restante 15%.
    Hace algunos años, las ventas de ruteadores se redujeron cuando Juniper
    Networks se adueñó de la franja más alta del mercado con
    poderosos ruteadores diseñados para las redes troncales de proveedores
    de servicios telefónicos como Verizon. Esa competencia obligó
    a Cisco a gastar US$ 500 millones para desarrollar un nuevo ruteador, el CSR-1,
    capaz de transportar 100 veces más tráfico que el de Juniper.
    Desde su lanzamiento en 2004, el CSR-1 tomó el mercado por asalto y se
    convirtió en el alma de nuevas redes en Sprint, Comcast, British Telecom
    y Softbank BB de Japón, mientras Juniper luchaba por dar con alguna respuesta
    equivalente. Según Dell’Oro, grupo de investigación de marketing,
    Cisco consiguió una participación de casi 60% en el mercado de
    ruteadores para esos clientes.
    El desarrollo del CSR-1sirvió para volver a poner a Cisco en un camino
    revolucionario, esta vez con relación a la entrega de múltiples
    servicios a través de una red única. Hasta ahora, teléfono,
    cable y televisión satelital se distribuían a través de
    redes separadas. Ahora, las empresas de las tres industrias quieren ofrecer
    a sus clientes “un juego triple” de voz humana, Internet de alta
    velocidad y televisión. Y en poco tiempo más, comunicaciones y
    TV inalámbricas en una sola red que usa el protocolo de Internet que
    es el fuerte de Cisco.

    La hora del triple play
    En la triple carrera que se ha jugado hasta ahora, las compañías
    de cable han tenido mucho éxito vendiendo servicio telefónico.
    Pueden cobrar un precio fijo bajo porque transmiten sus llamadas por ruteadores,
    la mayoría provistos por Cisco. En cuestión de meses, dice un
    vocero de la compañía, esos ruteadores incorporarán también
    tecnologías video-digitales. La televisión basada en protocolo
    de Internet, o IPTV, es la tecnología elegida por los nuevos proveedores
    de televisión, como AT&T, Verizon y la italiana Fastweb.
    Esa tecnología también permitirá a Cisco llevar la era
    digital al negocio de las alarmas hogareñas. La compañía
    cree que podría crear un mercado de US$ 1.000 millones para equipos que
    transmitan video desde la cuna del bebé hasta el teléfono celular,
    o de un asalto a una casa a la comisaría de la zona.
    Pero lo mejor de todo son los “paquetes de datos” que llevan video
    y son más grandes que otras variedades existentes en el tráfico
    de las redes, y requerirían redes para mejorar sus conmutadores y ruteadores.
    La videoconferencia de alta definición, por ejemplo, podría usar
    una red con un ancho de banda 10 veces superior al del resto del tráfico.
    Para interesar a los clientes empresariales en las virtudes del video, Cisco
    dará pronto a conocer un sofisticado sistema de video de alta definición.

    Estos proyectos son sólo una pieza en un ambicioso plan de liderar en
    todas las formas de comunicación. Así como una empresa telefónica
    puede hacer correr todas las comunicaciones en una sola red de protocolo Internet,
    una gran empresa ahora puede usar red IP para unificar sus diferentes sistemas
    para e-mail, mensajería instantánea, cooperación
    en proyectos, seguridad física y teléfonos PBX. Cisco cree que
    el mercado anual para las “comunicaciones unificadas” llegará
    a los US$ 10.000 millones en tres a cinco años.
    Mientras estas nuevas tecnologías le están dando a sus clientes
    actuales una razón para actualizar, Cisco está buscando también
    un crecimiento de casi 50% anual en sus ventas de sistemas de redes en mercados
    emergentes como Arabia Saudita. Ese crecimiento resulta de inversiones que hizo
    la compañía en los dos últimos años, como antes
    lo había hecho en India y China. Un gigantesco equipo de representantes
    de ventas de Cisco está actualmente explicando el panorama en las naciones
    petroleras para que inviertan en redes como una forma de mejorar los sistemas
    de salud y de crear empleo de alto valor. Hoy esos países representan
    10% de las ventas de la compañía, pero el plan de Chambers apunta
    a llegar a 30% y hasta 50% en el futuro.
    Si Cisco logra aumentar sus ventas con productos para comunicaciones unificadas
    de negocios o paquetes cuádruples para el consumo masivo, sus márgenes
    podrían mantenerse entre 64% y 66%, dice Dennis Powell, el director financiero
    de la compañía. Eso es así porque el valor agregado, en
    la mayoría de los productos Cisco, es software, ya sea incrustado
    en un chip de computación o como parte del sistema operativo
    de la red de la compañía.

     

    La tecnología que viene

    El triple play inicia la cuenta regresiva

    Según Claudio Ingilde, gerente regional de service providers de Cisco,
    ya están dadas las condiciones para que un operador ofrezca al cliente
    telefonía, banda ancha y video a través de un único cable.
    Mientras se analiza y revisa la regulación, todos los jugadores calientan
    al costado de la cancha.

    Por Javier Rodríguez Petersen


    Claudio Ingilde
    Foto: Diego Fasce

    Por ahora, los proveedores de cable ofrecen a sus clientes, además del
    servicio de video, banda ancha (y no tanto) de Internet. Y las telefónicas
    venden, junto a los servicios de voz, conexiones a la red de velocidad variada.
    Pero ni unos ni otros dieron aún en el país el paso de ofrecer
    los tres servicios a través de un mismo cable, el famoso triple play.
    De todos modos, el mercado se prepara para ese momento: los dos principales
    operadores de video (Multicanal y Cablevisión) se fusionaron en un gigante
    que llega a casi tres millones de hogares y las telefónicas anuncian
    millonarias inversiones que no ocultan tener en la mira la próxima carrera.
    En principio, la regulación actual no permite a las compañías
    telefónicas ofrecer video ni a los operadores de cable brindar servicios
    de telefonía. Pero eso es relativo cuando, gracias a los protocolos de
    Internet (IP), tanto la voz como la imagen pueden transmitirse como datos informáticos.

    Precalentamiento
    “Aunque nadie está ofreciendo todavía los tres servicios
    en una misma entrada, estamos en un momento en el que todos los proveedores
    se están preparando para hacerlo”, asegura Claudio Ingilde, gerente
    de service providers de Sudamérica Sur de Cisco Systems.
    “Para algunos segmentos, como las cableras, la regulación ya lo
    permite porque la voz (por IP) pasa a ser datos, aunque es cierto que hay un
    impedimento para otros para dar video (como en el caso de las telefónicas).
    Pero la regulación se debe revisar constantemente y es probable que cuando
    se lance el triple play (los principales proveedores) ya hayan llegado
    a algún tipo de acuerdo”, agrega el especialista.
    Ingilde comenta que hay empresas pequeñas que están dando ya el
    servicio de telefonía IP, video –como datos– e Internet,
    aunque a escala de grupos de empresas y no masivo, y que su compañía
    ya inició “un primer despliegue de triple play en el sur”
    del país. La llegada masiva, asegura, es cuestión de pocos meses.
    “Con la regulación y la situación técnica actual,
    falta sólo la decisión de los proveedores. Cuando uno se lance,
    los demás lo seguirán”, asegura.
    De cara a la pelea que se viene, el gerente de Cisco reconoce que “las
    empresas de cable son las que tienen más facilidad porque ya llegan con
    fibra hasta el cliente y tienen disponibilidad de ancho de banda para ofrecer
    voz sin dificultad, como hicieron Comcast y Time Warner en Estados Unidos”.
    “Pero –advierte– las telefónicas están desarrollando
    y probando el video a través de banda ancha y hay empresas que ya lo
    están implementando. En Chile, por ejemplo, el lanzamiento del triple
    play
    por parte de VTR hizo que la telefonía fija acelerara el proceso
    para ofrecer video a través de ADSL o llegara con fibra hasta el hogar”.
    Con respecto a la región, la Argentina se encuentra “un poco atrás
    de Chile” y en un lugar similar al de los demás países.
    Para el desarrollo de los servicios convergentes, son fundamentales la penetración
    de la banda ancha y el cable. La primera es en la Argentina de 2,7%, mientras
    que en Chile supera 5% y en Brasil es menor, de alrededor de 1,9%, pero con
    un número de usuarios que termina siendo muy superior. Sin embargo, resalta
    Ingilde, “la Argentina tiene como ventaja la altísima penetración
    del cable”, con niveles muy elevados incluso para los parámetros
    mundiales.

    Descuento
    La experiencia hasta el momento muestra de forma casi unánime que donde
    ya es posible que un mismo operador llegue con un solo cable hasta el cliente
    para darle banda ancha, telefonía y cable, mejoraron los servicios y
    bajaron los precios al usuario.
    Consecuentemente, el analista de Cisco cree que la convergencia “va a
    traer aparejado el beneficio del cliente”, aunque tiene ciertos reparos
    para dar por descontado que los precios bajarán.
    “La convergencia –señala– apunta a que uno pueda personalizar
    los servicios. Quizás uno básico sea más barato, pero a
    medida que el cliente requiere otro tipo de servicios, la ecuación final
    puede terminar siendo más favorable a los proveedores”. M