Contribución más igualitaria de los sectores productivos

    Por Juan E. Zabala Suárez

    La actividad económica mantuvo un excelente ritmo de crecimiento durante todo el año 2005. Se estima que el cuarto trimestre arrojaría una variación interanual de 8,1%. Esta proyección colocaría al Producto Bruto Interno (PBI) en un nivel de 8,9% por encima del registrado durante 2004, lo que lo llevaría a superar la marca de 1998 en 5,5%. Es el tercer año consecutivo luego de la crisis, que la Argentina crece a una tasa superior a 9%.
    Por el lado de la oferta, algunos sectores productivos han gravitado más que otros, impulsando el crecimiento del PBI en los últimos años. Haciendo un poco de historia, se comprueba que estos patrones de comportamiento han cambiado desde la devaluación hasta la actualidad. En una primera etapa, fueron los sectores productores de bienes, básicamente, los que impulsaron la recuperación económica, mientras que, en la actualidad, ese impulso se ha transformado en crecimiento, alcanzando a todos los sectores de la economía.
    Este mayor impulso del sector de bienes, inmediatamente luego de la devaluación, se dio como consecuencia de una mayor competitividad del tipo de cambio y un proceso de sustitución de importaciones que sostuvo a la economía. En 2001, 61% de la expansión del PBI estuvo en manos del sector productor de bienes, mientras que el restante 38% fue atribuido al crecimiento del segmento de servicios.
    Hacia 2004, el crecimiento fue motorizado de manera más igualitaria por los sectores productores de bienes (44% del crecimiento económico) y los proveedores de servicios (56%), confirmándose esta tendencia en 2005 (43% y 57% respectivamente). Ello estaría evidenciando una menor polaridad entre ambos, respecto de la contribución al crecimiento de la actividad económica.
    Dentro del grupo de bienes, también se observa un cambio. Mientras en los años de inicio de la recuperación económica, los sectores que impulsaban la producción, eran la industria y la construcción, en 2005 se destaca el avance del sector agrícola, el cual fue impulsado por la cosecha récord de la campaña 2004/2005.
    Vale destacar que, a esta buena performance, se suman los incrementos observados en los sectores mencionados previamente (construcción e industria), principales pilares del avance de la actividad económica desde el comienzo de la recuperación. El resto de los rubros continuaron evolucionando favorablemente aunque a un ritmo algo menor. Sólo en la Pesca verificó una baja, generando cierta repercusión negativa –aunque leve– en el crecimiento del PBI en 2005.
    Por el lado de los servicios, en 2005, los niveles de producción alcanzarían los US$ 18.500 millones, superando levemente lo registrado en 1998 (en 2%). En el proceso de recuperación, a partir del año 2002, se evidenció un incremento generalizado en todos los segmentos, mientras que en 2003 y 2004, los servicios de intermediación financiera se redujeron, siendo este el único sector que aportó negativamente al crecimiento del PBI en ese período.
    En 2005, el crecimiento vuelve a registrarse en todos los componentes del sector servicios de mayor participación, fueron los bloques de transporte y comunicaciones (aportando 27,6% del aumento total); comercio mayorista y minorista (24,3%); y la intermediación financiera (14,6%), que mostró una fuerte recuperación. Estos tres segmentos representaron más de 50% del crecimiento de la generación de servicios. Vale destacar por otra parte, que las contribuciones estuvieron más diversificadas que en la industria, donde sólo tres sectores acapararon más de 90% del incremento.
    En conclusión, en el cierre de 2005, se evidenció una menor polaridad entre los sectores productores de bienes y de servicios en lo que respecta a motorizar el crecimiento. En el primero se advirtió una mayor concentración el sector agropecuario, la industria y la construcción como impulsores de la producción de bienes; mientras que en el segundo, la generalidad de los segmentos participó de manera activa en la mayor oferta de los servicios. M

     

    Radiografía del crecimiento

    Con el crecimiento de 2005 se cerró el ciclo de rápida recuperación de tres años a tasas del orden de 9%. En 2003, y por el cambio de modelo, a favor de los productores de transables, el crecimiento estuvo traccionado principalmente por el sector productor de bienes, especialmente el orientado a la sustitución de importaciones y de productos básicos.
    Hacia 2004, el crecimiento fue motorizado de manera más igualitaria por los sectores productores de bienes (44% del crecimiento económico) y los proveedores de servicios (56%), confirmándose esta tendencia en 2005 (43% y 57% respectivamente). Ello estaría evidenciando una menor polaridad entre ambos, respecto de la contribución al crecimiento de la actividad económica.
    En el sector servicios, en 2005 se destacó la actividad de servicios financieros, la de turismo y el boom de la telefonía celular.
    En el sector productor de bienes, el agro a pesar de haberse recuperado rápidamente por el efecto de la devaluación, en 2005 mostró niveles record de producción con 84 millones de toneladas de granos, ayudado en gran medida por un año con clima muy favorable.
    Otro sector de relevancia es el de la construcción que a lo largo de 2005 mostró una tasa de crecimiento de 13% ubicándose de esta manera a sólo 4% por debajo de la marca máxima de 1998.
    Por último, la industria cerró el año con un crecimiento de 7,7% con una mayor dispersión de los sectores que crecieron, y a excepción de la industria del tabaco, todos lo hicieron. Dentro de la industria uno de los sectores que se destacaron es el de la cadena automotriz que creció 26,3% superando el nivel de ventas internas de 400.000 vehículos.

     

    El crecimiento del PBI en el año 2003 estuvo mayormente impulsado por la producción de bienes, que aportó al crecimiento de la economía mas de 60%, mientras el resto quedaba en manos del sector de servicios
    Este comportamiento se revierte a partir del 2004, año en el cual la participación de los diversos sectores en el crecimiento es más igualitaria, tendencia que se confirma en el 2005.

    Los sectores que motorizaron en 2005 la evolución de los servicios, fueron: Transporte y comunicaciones (27%), comercio (24%) e intermediación financiera (14,6%).

     

    Construcción

    Segmento protagonista en el crecimiento económico

    El balance para 2005 ha sido positivo; en la generalidad de los rubros de la construcción, se alcanzaron niveles históricos que confirman el buen momento de la actividad. Por otra parte, se han impulsado inversiones de otros sectores como la agroindustria y el turismo básicamente, que han desembocado en un incremento adicional en la actividad de la construcción.

    Otro factor que explicó el buen comportamiento de este segmento, fue la demanda sostenida en desarrollos inmobiliarios, debido a la alta rentabilidad que genera la inversión en metros cuadrados. La actividad de la obra pública también contribuyó pero sin duda, el comportamiento del sector inmobiliario fue el relevante. La evolución positiva de las diversas variables económicas, es otro de los puntos que juega a favor para respaldar el desarrollo del sector inmobiliario, que se convirtió además en una alternativa muy atractiva de inversión.
    El fuerte impulso del tercer trimestre de 2005, sentó las bases para cerrar un elevado crecimiento del sector, dado que superó la marca máxima de 1998. Se estima que en dicho año la construcción habría alcanzado un nivel de actividad 13% superior al de 2004.
    A pesar de este nuevo ascenso, la tasa de crecimiento comenzó a desacelerarse ya que en los años anteriores, este sector, evidenció un incremento un poco mas pronunciado (29% y 34% de crecimiento en 2004 y 2003 respectivamente). Es decir que si bien la tasa de crecimiento fue menor este comportamiento fue consecuencia directa de dos años de elevado crecimiento y no representa ningún tipo de alerta.
    Así, considerando un crecimiento interanual de 13%, los valores registrados en 2005, colocaron al sector en niveles sólo 4% por debajo de lo evidenciado en 1998. También el año pasado, este segmento, alcanzó niveles de participación en el PBI (5,5%) similares a las marcas de los años previos a la devaluación, denotando cierta recomposición y reafirmando su importancia en términos del crecimiento de la economía.
    Además, de acuerdo a lo registrado por el ministerio de Economía, el promedio mensual de empleados en el sector de la construcción en 2005 sería de aproximadamente 288 puestos, declarados al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), lo que marcó un ascenso de 30% respecto del año previo.
    En 2005, la cantidad de empleados sólo fue 8,9% inferior al máximo registrado en 1998, al tiempo que obtuvo un nuevo récord en el período post-devaluatorio, superando en 35% los puestos de trabajo promedio de 2002 (marca mínima con 129 empleados declarados por mes).
    En lo que respecta a la evolución del salario en pesos corrientes del sector de la construcción, se incrementó 15% en 2005, promediando poco más de mil pesos mensuales, y alcanzando también una marca histórica.
    Por otra parte, dado el fuerte incremento del Índice de Precios al consumidor (IPC), resulta interesante notar que los salarios de la construcción deflactados por dicha variable se han incrementado de forma menos pronunciada, dado que el ascenso ha sido de 6% luego de la devaluación, tomado como referencia diciembre de 2001. Sin embargo este comportamiento es destacado debido a que aún el promedio de la economía no ha completado el ajuste, encontrándose 8% debajo los niveles registrados en el momento de referencia.
    Por último, el crecimiento del sector, estuvo impulsado por la construcción de edificios para vivienda, que representó 50% de la expansión total, seguido por las construcciones petroleras (23%), las obras de infraestructura (14,6%), las viales (10%) y la construcción de edificios para otros destinos (2,4%).
    Respecto a las perspectivas del mercado para el año 2006, el sector de la construcción también se desarrollará de manera favorable. Algunos de los motivos sobre los que se fundamenta esta visión son la gran cantidad de obras que se están ejecutando y las que se están gestando. Además, si las tasas continúan siendo atractivas, el ritmo de las inversiones en la construcción seguirá siendo fuerte. También se espera un paulatino crecimiento en la vivienda para los sectores medios, a medida que los salarios sigan subiendo y se reconstituya el poder adquisitivo y el acceso a créditos de los sectores de la sociedad que aun enfrentan una demanda insatisfecha. M

    En el tercer trimestre de 2005, se superó la marca máxima de 1998.
    Con dicha base, la actividad de la construcción cerraría 2005 con un crecimiento estimado de 13%, estableciéndose en niveles cercanos a los registrados en 1998, sólo 4% inferior.

    Fuente: abeceb.com en base a INDEC

    La recuperación de la construcción fue incrementando a su vez la participación del sector en el total de producción bruta interna, alcanzando en 2005, niveles superiores a los evidenciados previo a la devaluación.

    Los edificios para vivienda fueron los que más contribuyeron a la expansión del sector el último año, seguidos por las construcciones petroleras y las obras viales de infraestructura

    Fuente: abeceb.com en base a Ministerio de Economía

    En el 2005, los puestos de trabajo superaron en un 35% a los registrados en 2002 (punto mínimo). El nivel es solo un 8,9% inferior al evidenciado en 1998.

    Fuente: abeceb.com en base a Ministerio de Economía e INDEC

    Como es de esperar los salarios en pesos corrientes del sector de la construcción se incrementaron en gran medida, siguiendo la evolución del aumento de precios. En términos reales ya han superado los niveles de 2001.

     

    Inversiones en la construcción

    La distribución geográfica de los anuncios de inversión privada en construcción en 2005 estuvo sesgada hacia la ciudad de Buenos Aires (40%) y la provincia de Buenos Aires (33,6%) más atrás se encuentra Santa Fe (15,8%) en donde se registraron grandes anuncios en obras viales.
    En el caso de la ciudad de Buenos Aires se dio un fuerte impulso a la construcción de edificios de vivienda de alto nivel, fundamentalmente en la zona de Puerto Madero, aunque con importante presencia en Palermo y Belgrano. En la Ciudad de Buenos Aires los anuncios de inversiones del sector sumaron US$ 687,17 millones.
    Puerto Madero fue destino de 56% de los anuncios en la ciudad de Buenos Aires, sumando US$ 382 millones, lo que la convirtió en la localización más dinámica del país. Por su parte el barrio porteño de Palermo atrajo inversiones por US$ 111,64 millones, alcanzando 17% de las inversiones en la ciudad de Buenos Aires.
    En la provincia de Buenos Aires la distribución de los anuncios fue diferente y los más importantes estuvieron destinados principalmente a obras viales. Este mismo fenómeno ocurrió en la provincia de Santa Fe y en ambos casos se debe a la modificación de la “ley de iniciativas privadas”, que permite a agentes, justamente privados, presentar proyectos de obras que son de alcance público y llevarlas a cabo mediante financiamiento privado, recuperando el capital a partir de peajes, tarifas, etc.
    Los anuncios para Buenos Aires sumaron US$ 661,36 millones, de los cuales 75% corresponden a obras viales emprendidas a partir de las mencionadas iniciativas privadas.
    En el caso de Santa Fe, el anuncio sobresaliente (98% de los efectuados en el sector) es la remodelación de la ruta 34, de Rosario a Sunchales, en donde se invertirán US$ 306,12 millones con el mismo método.

     

     

    Costos relacionados con la actividad

    Se observa que durante 2005, la tasa de crecimiento de los costos de la construcción se mantuvo relativamente estable, en torno a 13%, y con aumento en los últimos meses. Esta mayor aceleración en el ritmo de expansión estuvo básicamente fundamentada en las variaciones de los costos de la mano de obra y fue compensada por el menor crecimiento de los materiales, de modo que el nivel general del ICC no mostró variaciones tan marcadas.

    Analizando un poco mas hacia atrás, se observa que mientras en 2002, las mayores contribuciones al incremento de los costos de la construcción, se concentraron en los materiales, en 2005 se produjo un cambio y los costos del empleo, fueron el motor de impulso.

     

     

    Sector agrícola

    Récord productivo en los tres principales cultivos

    Los niveles de cosecha se expandieron a los máximos históricos, llegando a producirse en granos más de 84 millones de toneladas, de los cuales 50,6% correspondió al complejo oleaginoso y 49,4% a la producción de cereales.

    El sector agropecuario continuó siendo uno de los sectores que impulsaron la economía durante 2005 y permitieron que el año culminara con un elevado nivel de crecimiento. Desde el punto de vista de la producción granaria, los mayores niveles de producción fueron consecuencia de la constante incorporación de nuevas tecnologías en los diferentes eslabones de la cadena productiva, desde la incorporación de semillas genéticamente modificadas que han permitido no solo incrementar la producción sino también expandir la frontera productiva incorporando regiones marginales a la labranza de la tierra, pasando por el mayor uso de agroquímicos y renovación y actualización del parque de maquinaria agrícola.
    El cultivo que presenta relevancia diferencial es la soja. Con una producción en constante crecimiento derivado de la incorporación de nuevas zonas productivas, permite explicar 90% de la producción de oleaginosas y 45,6% del total de granos cosechados en la campaña 2004-05.
    Durante la campaña 2004-05 se consiguieron nuevos récords productivos en los tres principales cultivos producidos en el país si se toman como los más relevantes a aquellos de los cuales se obtiene el mayor tonelaje en la recolección. En soja se cosecharon 38,3 millones de toneladas, en maíz 20 millones de toneladas y en trigo 16 millones de toneladas. Estos tres cultivos explicaron más de 88% de la campaña agrícola.
    Desde el punto de vista de los precios de los productos mencionados, 2005 presentó niveles elevados en soja y trigo comparados con los observados en años anteriores, sin embargo no fue así en maíz, donde los niveles de rentabilidad alcanzaron niveles positivos merced a la alta productividad por hectárea lograda.
    Estos niveles de precios considerablemente elevados han permitido que a pesar de las constantes quejas de los productores, el gobierno nacional pueda mantener el esquema de retenciones sobre los productos exportables de origen agrícola.
    Estos niveles de beneficios aún existentes están incrementando la demanda por tierra para arrendamiento y producción por parte de inversores no tradicionales, lo que ha hecho que el precio por hectárea se eleve y por ende se incrementen los precios requeridos para arrendamiento.
    Estos costos no son los únicos que han verificado incrementos, gran parte de los insumos y maquinarias utilizadas en el sector ha sufrido crecimiento de precios que en su mayoría han alcanzado tasas de variación superiores a la observada por el nivel general de precios.
    Estas características, costos crecientes, aranceles a la comercialización y precios altos pueden ser sostenibles, si bien no a largo plazo, mientras los precios de los productos granarios se mantengan elevados. En caso que los precios de los productos referidos cayeran a niveles inferiores, socavarían la rentabilidad del sector generando dolosas consecuencias en los prestadores de servicios y comercializadores de bienes que sin estar inmersos en la producción agropecuaria, tienen gran nivel de transacciones con el sector, al tiempo que aumentaría el nivel de conflictividad derivada de la medida gubernamental a la vez que socavaría la recaudación con origen en el sector.

    Sector ganadero
    Para el análisis del sector ganadero se pone especial énfasis sobre las cuestiones del ganado vacuno, ya que por su importancia y efectos sobre la economía se presenta como el más relevante.
    Durante 2005, los niveles producidos por el sector han sido levemente superiores a los obtenidos en 2004. El número de cabezas de ganado faenadas aumentó en sólo 0,4% llegando a las 14,35 millones de cabezas fiscalizadas por el SENASA, pudiéndose proyectar un total de faena (contemplando la faena al margen de la legalidad) que alcanzaría las 18 millones de cabezas según estimaciones.
    A pesar que el número de cabezas de ganado es muy similar al faenado durante 2004, el peso total obtenido fue mayor, y esto es consecuencia de las medidas implementadas desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPYA) donde se elevó el peso mínimo de los animales susceptibles de ser carneados en los frigoríficos. De esta manera, el peso total obtenido, medido en miles de toneladas de res con hueso alcanzaron los 3,14 millones, 3,9% más que el año anterior.
    Una característica sobresaliente del sector en 2005 fue el fuerte incremento que sufrió el precio del producto, llevándolo a encabezar los rubros con mayor crecimiento entre los relevados para la construcción del índice de precios al consumidor construido por el INDEC.
    Los precios de la carne con hueso se incrementaron en más de 24% durante 2005 tanto si se la mide en moneda local como si se toma la medida en dólares, comportándose en línea con lo sucedido en el mercado internacional, donde el precio de la tonelada de carne se incrementó en más de 21%.
    Este incremento de las ventas mayoristas generó que toda la cadena incrementara el monto exigido por el kilo de carne, llegando a elevarse el costo de los precios al consumo en poco menos de 29% en la comparación interanual y en 20,3% en el promedio anual, permitiéndole a los diferentes eslabones de la cadena productiva incrementar sus ingresos, sin que esto implique necesariamente una mayor rentabilidad ya que sus costos (salarios, por ejemplo) se incrementaron durante el mismo período pudiendo compensar el mayor ingreso.
    Las consecuencias de estos mayores niveles de precios fueron dos: por un lado, los consumidores redujeron en promedio un kilo per capita su demanda por el producto en 2005, pasando de 64,5 kilos por habitante a 63,1 en 2005. Por otro, el gobierno implementó políticas activas destinadas a contener la escalada de precios. En primer lugar eliminó los incentivos a la exportación existentes en el sector y posteriormente, al verificarse la continuidad en los incrementos de precios, instauró aranceles a la exportación que alcanzan 15% del valor exportado.
    Es importante señalar que las características imperantes en el mercado mundial de carnes rojas han permitido a los exportadores locales incrementar sus embarques verificándose también un mayor número de destinos al tiempo que el precio obtenido por los cortes vendidos también se incrementó.
    Llama la atención aquí la existencia de medidas de política económica en sentidos encontrados. Por un lado se incentiva la consecución de nuevos y mayores mercados, y por el otro se encuentran medidas destinadas a reducir los valores exportados con el fin de contener los precios internos de un producto cuyo precio relativo en el nivel internacional está desfasado. M

    Fuente: abeceb.com en base a SAGPyA

    La producción de granos argentinos en la campaña 2004-05 obtuvo un récord histórico en los niveles de cosecha. Impulsado por los niveles de rendimiento en soja, maíz y trigo que alcanzaron niveles por encima de sus marcas históricas. Esta elevada productividad ha contribuido a mantener los niveles de beneficios del sector a pesar de contar con menores cotizaciones para la venta de la producción.

    Fuente: abeceb.com en base a Bloomberg

    La evolución percibida durante 2005 por los diferentes granos ha sido dispar. Mientras que la soja ha logrado mantener su elevada cotización en términos históricos, una baja considerable se ha presentado en maíz, acotando de esta manera los márgenes de beneficios para los productores. El trigo mostró un comportamiento intermedio, manteniéndose en niveles de rentabilidad normales.

     

    Maquinaria agrícola

    Durante 2005 se ha producido un nuevo incremento en la tecnología empleada por los productores agrícolas. La incorporación de mayor cantidad de maquinaria de última tecnología, combinado con semillas genéticamente modificadas y la mayor utilización de fertilizantes, ha posibilitado en los últimos años incorporar nuevos territorios y así posibilitar los mayores rindes.
    El ritmo de incorporación de maquinaria se ha desacelerado en 2005 si se lo compara con lo acontecido en 2004, sin embargo continúa mostrando guarismos elevados en términos históricos.
    En el análisis pormenorizado de las ventas se aprecia una cambio en el componente nacional-importado de las compras, pasando a ganar mayor participación las compras de maquinaria de origen local.
    A su vez, se ha modificado las proporciones de incorporación de maquinarias, siendo las compras de tractores las que han contribuido en mayor medida a la facturación sectorial.
    En segundo orden de relevancia se encuentran las cosechadoras, quienes han reducido sus niveles de ventas en más de 30% medido en pesos y una contracción mayor a 45% en cantidad de máquinas nuevas comercializadas perdiendo, de esta manera, su posición de liderazgo.
    Los casos de sembradoras e implementos agrícolas (fundamentalmente siembra directa) continúan en niveles de ventas similares a los presentados en 2004. El número de máquinas comercializadas es muy superior al de tractores y cosechadoras, sin embargo su valor promedio es considerablemente inferior, lo que lo lleva a tener el tercer y cuarto lugar en facturación total.
    Otra diferencia entre el primer y segundo grupo es la procedencia de las maquinarias, mientras la mayor parte de las cosechadoras y tractores tienen origen importado, las sembradoras e implementos tienen mayor proporción de origen nacional, y son las que impulsan el mayor componente local de las inversiones.
    Es dable resaltar que tanto en el caso de sembradoras como implementos, es fundamentalmente producción de Pymes, lo cual genera grandes beneficios en la relación vertical del sector, ya que la mayoría de estas compañías presentaron serios problemas de supervivencia durante la convertibilidad.