|
Paralelamente
a un crecimiento que más que duplicó al que tuvo la
economía, en 2004 el sector de software y servicios informáticos
recibió el cartel de estratégico y tiene particulares
posibilidades de crecimiento a partir de la ley de promoción
del área.
Representantes del sector destacan que su producción genera
conocimiento y, en lo que es desarrollo y en particular generación
y exportación de licencias, un alto valor agregado. Con un
panorama muy positivo –las empresas creen que el sector puede
crecer 15% en 2005 y duplicar sus actuales 27.000 puestos de trabajo
hacia 2009–, uno de los grandes desafíos se da por el
lado de la oferta laboral y la necesidad de generar técnicos
y personal calificado para evitar cuellos de botella que frenen
ese proceso.En una actividad que algunos analistas señalan
como incipiente, aunque estratégica, el software argentino
no está por el momento focalizado en un segmento particular.
Para 2005, los temas mencionados como claves están vinculados
con la seguridad informática, los estándares de calidad
y, algo ya evidenciado en los últimos años, la expansión
de los soportes y programas de código abierto.
“En los años poscrisis la industria del software comenzó
a recuperarse y en el 2004 mostró un crecimiento importante
y, a valores constantes, prácticamente alcanzó los
de 2000. En 2004 se movieron alrededor de $ 3.400 millones en software
y servicios informáticos, equivalentes a US$ 1.450 millones
del uno a uno”, señala Carlos Palotti, presidente de
la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos
(CESSI).
El directivo adjudica este crecimiento tanto a la recuperación
del mercado interno como al aumento de la exportación. “Durante
los ’90 el efecto privatizador hizo que las compañías
se volcaran a proveer a las nuevas 700 empresas que necesitaban
informatizarse y hubo una masiva atención del mercado local
mientras el externo, por el uno a uno, no era muy atractivo. Cuando
empezó la recesión las empresas comenzaron a buscar
mercados externos masivamente”, explica Palotti.
Adrián Ramos, analista de la Comisión Económica
Para América Latina (CEPAL), destaca que “hoy parece
que la vocación exportadora ha pasado a ser una cuestión
esencial en la estructuración del sector, y eso es importante
porque ahí es donde puede expandirse de manera importante”.
Con la devaluación, la estructura de costos de las empresas
de software se modificó, y mientras aumentó el referido
a infraestructura disminuyó el vinculado a recursos humanos,
el mayor del sector. Aunque esto “benefició al que ya
estaba exportando, no generó automáticamente exportadores
ya que al que no estaba vendiendo afuera se le triplicaron los costos
de ingreso a otros países”, señala Fernando Racca,
presidente de Intersoft, quien reconoce que “sí se dio
una sustitución de importaciones”.
“Las condiciones en que se desenvolvía el sector cambiaron
mucho”, señala Ramos. “Claramente los costos internos
altos se han transformado en algo que ya no es el principal obstáculo.
Hoy los problemas pasan por la calidad, el financiamiento, la internacionalización,
la vinculación entre las empresas y el sector de la investigación”.
Promoción
La ley de promoción sancionada el año pasado da al
sector estabilidad fiscal por 10 años, crea un fondo para
investigación y desarrollo, permite usar hasta 70% de los
aportes patronales a la seguridad social a cuenta de impuestos nacionales
y reduce 60% el impuesto a las ganancias. Pero además, da
a este sector un lugar especial.
“La ley apunta a los costos y está bien. Es una señal
muy fuerte porque es la primera vez que el sector público
habla del software como un tema de interés nacional y la
ubica como una “industria” de valor. Es un sector que
si no existiera sería conveniente que exista por el valor
agregado y los conocimientos que genera”, sostiene Racca.
“Es una señal muy importante porque genera la idea de
que no se trata de una política coyuntural y contiene un
paquete de incentivos importante”, añade Ramos.
Profesionales del área nombran otra ley sancionada en 2004,
que dio al sector la categoría de “industria” e
implica modificaciones en la tributación de ingresos brutos.
Y ponen de relieve la realización del foro de competitividad
del sector, del que “salió un plan de acción
de 30 medidas que el gobierno asumió el compromiso de ejecutar”,
comenta el titular de Intersoft. También destacan el impulso
de los subsidios de la Secretaría de Ciencia y Técnica
para planes de desarrollo tecnológico y la aparición
de líneas de crédito especiales para las empresas
del sector y para financiar la demanda.
Código
abierto
Para describir el panorama actual, Racca señala que “a
nivel global hay un proceso de gran concentración en las
plataformas tecnológicas con Microsoft, IBM y Oracle, con
una cuarta pata que es el grupo de software libre, que tiene cada
vez más fuerza porque va ganando posiciones donde antes había
dudas, como sistemas operativos, bases de datos, aplication servers,
web servers”. Intersoft es una de las muchas empresas que se
apoya en las plataformas de soluciones de tecnología del
mercado libre.
En una encuesta de la consultora Marco realizada en septiembre durante
la ExpoComm 2004, la mitad de los consultados reconoció usar
o pensar usar software libre, con Linux a la cabeza del listado.
El crecimiento del código abierto (open source) es descrito
por Héctor Terán, director de soluciones de Novell,
como “un punto de inflexión en la industria de la tecnología
tan importante como el surgimiento de la PC personal, la interfaz
gráfica o Internet. Está cambiando el modelo de negocios
de la industria y las cosas más impactantes van a ser aquellas
que todavía no tenemos ni idea que pueden surgir, como pasó
con Internet”.
“Tiene la potencia de miles de cabezas pensando cómo
mejorarlo. Open source avanzó muchísimo, y hoy tenemos
clientes que “corren” SAP, Oracle, u otras aplicaciones
críticas sobre Linux. De algún modo la crisis empujó
a que muchos se movieran a Linux por un tema de costos, pero indirectamente
les trae un tema de seguridad, ya que al tener la línea de
código pueden abrirla o cerrarla a su gusto”, agrega
Gonzalo Pérez de Goldaracena, manager de alianzas y canales
de la empresa.
Novell trabaja en la región con cuentas directas y canales
o partners. “Se trabaja en conjunto y siempre intentamos integrar
en los clientes lo que los partners trabajan como otros productos”,
señala Terán.
Una de las empresas locales que trabaja como partner de Novell es
X-Tech. “Nuestro partnership es un tanto especial, no somos
un socio estándar que revende su software y hace implementaciones
con estos productos sino que trabajamos en conjunto con ellos para
las cosas de Linux exclusivamente. Somos, por así decirlo,
un sector técnico/comercial externo muy especializado en
Linux”, explica Daniel Coletti, director de la firma.
“Ya está comprobado que el software libre está
para quedarse y no es una simple moda. Su crecimiento viene consolidándose
año tras año y ya es tecnología probada. Mi
impresión es que con los años va a tener un lugar
más importante, aunque no va a sustituir al software propietario,
especialmente en segmentos de mercado chicos y específicos”,
añade.
Mercados
externos
“Hacia el año 2000, la Argentina exportaba US$ 40 millones;
hoy US$ 200 millones, pero no por efecto exclusivo de la devaluación
sino por la búsqueda de nuevos mercados, sobre todo en nichos
ligados a la innovación y la creatividad, en los que tiene
valores diferenciales”, señala el titular de CESSI.
De todos modos, Ramos advierte: La “Argentina está en
una etapa incipiente, ha demostrado que hay alguna potencialidad,
pero falta mucho camino por recorrer. No creo que el software sea
el elemento principal de las exportaciones argentinas en el corto
plazo, pero sí puede ir generando un crecimiento que le permita
tener una participación importante para el conjunto” de las ventas al exterior.
“Todavía no está claro si se va a seguir una
estrategia de especialización o si va a haber un conjunto
de empresas que hagan todas las tecnologías posibles. Por
ahora hay un poco de todo, y eso tiene sus pro y sus contras: es
más fácil ingresar a un mercado cuando hay una marca
país ya que cuando se hace de todo pesa mucho más
la relación entre la empresa y el demandante; la contracara
es que la especialización puede llevar a errores, como dedicarse
a una tecnología que en poco tiempo queda obsoleta”,
explica.
Los especialistas coinciden en que la Argentina tiene mucho desarrollo
de software de gestión (ERP). Para el presidente de Intersoft,
éste “es exportable, pero debe ser lo más verticalizado
posible. Los ERP son muy horizontales y están atados a regulaciones.
Un producto vertical es, por ejemplo, un ERP que tiene encima productos
de solución hospitalaria, de seguros o de bancos, con lo
que empieza a importar menos el origen o la tecnología y
más la solución”.
Entre otros segmentos desarrollados, Palotti suma los vinculados
a salud y medio ambiente y a sectores industriales como petróleo
y gas, procesos y sistemas de energía. Pero destaca que “la
parte más atractiva de lo que Argentina hace es en mercados
menos tradicionales, como marketing interactivo. Es gran proveedor
de sitios Web con mucha dinámica e interacción y también
provee en Internet aplicaciones tridimensionales, digitalización
de imágenes, marketing tecnológico de realidad virtual,
animación computarizada. Otros mercados que se han desarrollado
son los de videojuegos y servicios con algún grado de creatividad,
como telefónicas con venta de pulsos por Internet, administración
de locutorios y tarifadores”.
“Un fenómeno nuevo en la Argentina –explica–
es el de software factory. La mayoría de las empresas de
Estados Unidos y gran parte de Europa desarrollan en la India, que
es el gran productor de software en el mundo. Este es el tipo de
trabajo que Argentina está recibiendo mucho con el atractivo
del bajo costo y la calidad de sus trabajadores”, destaca.
Racca señala: “De los modelos posibles, el peor es importar
software y que se vayan los técnicos, porque se asumen costos
en beneficio de otro mercado; luego el de software factory que facilita
a los países contratantes temas de visa y costos y es una
demanda genuina que aporta conocimiento e ingresos pero deja en
el exterior el valor generado; y el mejor es el de generación
de licencias, de puro valor agregado”.
Formación
y crecimiento
Una encuesta reciente de Eurocom Worldwide en la que colaboró
la argentina Mazalan Comunicaciones prevé un ascenso a nivel
global del número de empleos en la industria de tecnologías
de información, en la que sólo 4% de los directivos
consultados predijo despidos.
En la Argentina, “hace ya más de dos años que
no hay fuga de talentos y actualmente hay una situación de
casi pleno empleo, lo que implica un desafío porque el crecimiento
hace prever que el recurso humano puede llegar a ser un factor de
restricción”, reconoce Palotti.
“El nivel de demanda de personal –aporta Racca– es
altísimo, y el sector está preocupado por aumentar
la capacitación en todos los niveles para que no sea una
limitación”.
La industria del software emplea a unas 27.000 personas, y, según
Palotti, “la estimación de mínima es que se deberían
emplear unos 4.000 ó 5.000 nuevos trabajadores anualmente
en los próximos tres o cuatro años; aunque la sanción
de la ley nos debería llevar a pensar que en no más
de cuatro años se duplique la cantidad de gente empleada”.
Para Ramos, otros aspectos en los que hay que poner énfasis
son: “Financiación, sobre todo para nuevos emprendimientos;
implementación de normas de calidad; apoyo a la internacionalización,
y trabajo para que las empresas de una misma región tengan
mayor interacción y generen externalidades que permitan algún
tipo de ahorro”.
“Nuestra proyección –concluye Palotti– es
que la industria crezca en 2005 en torno a 15%. La organización
que nuclea a las entidades de tecnología de la información
del mundo proyecta que la Argentina tiene a 2007 la mayor tasa de
crecimiento de América latina y una de las mayores del mundo.
Que el crecimiento de la actividad duplique al de la economía
hablaría de que Argentina está incorporando tecnología
en su economía, lo que le daría una mayor competitividad
en el mediano plazo”.
|