La operación, resuelta en cuestión de días a principios de febrero, involucraba US$ 11.500 millones. En los papeles, lo que le toma MetLife al primer grupo bancario del mundo es Travelers Life & Annuity. Para Citigroup es otro paso atrás en su esquema de “shopping” múltiple, legado del viejo First National City Bank of New York, otrora hegemónico en banca minorista. Históricamente, la entidad fue descuidando ese mercado hasta la fusión con Travelers Group (1988), cuya cúpula pronto se desembarazó de John Reed. A partir de 1990, el flamante Citigroup se lanzó al “modelo supermercado”, que combinaba banca de todo tipo, manejo de valores y seguros. Años después, el conglomerado descubrió que los seguros no eran tan redituables como pensaba y que otros negocios tampoco crecían como se había supuesto. Tras dos escándalos en banca privada (Gran Bretaña y Japón, 2004), el grupo resolvió volver a las fuentes: banca minorista y banca de inversión. Esta escisión será paulatina. Como parte del acuerdo, MetLife comercializará durante diez años vía Citigroup sus servicios financieros. Ello involucra a la firma de valores minorista Solomon Smith Barney, SSB, de accidentada carrera en los últimos años. El vendedor percibirá de mil a tres mil millones en acciones de MetLife y el resto en efectivo. Esto implica US$ 2.000 millones de ganancia neta, sujeta a ajustes cuando se cierre la transacción. “La compra aprovecha parte del capital excedente en la aseguradora y representa US$ 5.200 millones anuales en presuntos retornos adicionales, con mejores perspectivas en dividendos”, señala Gartmore Global Invest-ments, una cartera de US$ 80.000 millones que posee papeles de MetLife. Curiosamente, este traspaso de activos y negocios excluye a México, por la participación del grupo local Banamex en ese paquete. Pero incluye a Brasil, Argentina y Chile. Sea como fuere, esta operación tal vez haya iniciado un período de fusiones y adquisiciones en el negocio mundial del seguro, bastante deteriorado desde principios de este siglo por varios motivos, entre ellos los desastres naturales acaecidos en media Europa en 2001-2 y nuevamente en enero último. Existe ahora un nuevo incentivo para las fusiones y adquisiciones, que empresas, analistas y medios tratan de silenciar el mayor tiempo posible: los costos del maremoto en el Índico y las consiguientes indemnizaciones. En lo tocante al vendedor, los errores que acabarían con el reino de Sanford Weill ya lo habían obligado a quitarse de encima la división Travelers Property Casualty (seguros sobre accidentes que afecten bienes), a fines de 2001. Richard Bove, analista financiero neoyorquino crítico respecto de Weill y sus ideas, “demuestra claramente que no resulta en absoluto mezclar seguros de vida con banca. Con la excepción de Bank One -que compró parte de Zürich Financial Services en marzo de 2003-, ningún otro banco importante se metió en ese negocio, desde la derogación (1989) de leyes que separaban seguro y banca comercial. Ahora hasta Citigroup, fanático de esa combinación, la abandona”. Empeñado hasta 1993 en absorber seguros, Weill -jefe de Travelers Group- timoneó en 1998 la fusión de SSB, Shearson y Citibank. Juntó todo con TGC y ahí surgió Citigroup. |