Apple supera a Google en encuesta de marcas globales


    En la edición
    2004 de la “Readers´ Choice Awards” Apple resultó ganadora
    en la categoría de marca con mayor impacto global. Ese título
    lo retenía Google desde 2002. Es la encuesta anual de BrandChannel
    (el canal de Interbrand) entre sus lectores.
    El año pasado fue brillante para Apple gracias a su iMac, iPod e
    iTunes. Su presencia se sintió en la prensa, en la publicidad y en
    las calles. Además de grandes ingresos, Apple registró una
    ganancia neta de US$ 295 millones en el último trimestre del año
    y para todo el 2004 el crecimiento fue de 300% en los ingresos netos. No
    es un error, aclara BrandChannel: 300%.
    La explicación de semejante desempeño está en su capacidad
    de innovación, gran diseño y capacidad para interesar en sus
    invenciones hasta a los más indiferentes. De cerca le sigue Google,
    el motor de búsqueda más importante del mundo. Su impacto
    entre los lectores de BrandChannel refleja la creciente necesidad del público
    de que le acerquen y clasifiquen la información disponible. Su diseño
    minimalista esconde una increíble capacidad.
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    :aquí

    Coca-Cola, US$ 67.000 millones
    El indefinible valor de la marca

    Interbrand,
    la consultora estadounidense especializada en marcas, estimó el
    año pasado que el valor de mercado del nombre Coca-Cola valía
    US$ 67.000 millones, lo cual la convertiría en la más cara
    del mundo.
    Las marcas, junto con otros intangibles (relaciones con sus clientes y
    tecnología) hacen una contribución considerable al valor
    de una compañía. PricewaterhouseCoopers les asignó
    48% en 2003 en el mercado americano de fusiones y adquisiciones. Las empresas
    de la Unión Europea no cuentan con cifras detalladas sobre qué
    es lo que incide en su propio valor, pero los estándares contables
    internacionales obligan ahora a los compradores a especificar, ítem
    por ítem, el valor de los negocios que compran.
    Eso ha creado un nuevo mercado para los expertos de Estados Unidos, en
    el cual desde hace años los balances deben mostrar sus intangibles
    en forma separada. En Europa hay dos grupos especializados en el tema,
    ambos en franca expansión. Uno es el American Appraisal y el otro,
    el Standard & Poor´s Corporate Value Consulting. Mientras tanto, las
    cuatro grandes firmas contables mundiales se dedican cada vez más
    de lleno a este tema.

    El tigre celta
    Rica de pronto,
    la ex pobre Irlanda
    tiene crisis de identidad

    Mientras
    avanza una peligrosa burbuja de bienes raíces, los irlandeses se
    preguntan quienes son y qué país quieren. ¿Por qué?
    Porque -dicen algunos analistas- hay plata por todas partes y la gente
    prospera. Otro no lo creen.
    “Hemos entrado en territorio inexplorado. Jamás estuvimos
    en un lugar como éste”. Así cree Joseph O´Connor, que
    acaba de publicar la novela “Star of the sea”. Sin embargo,
    intelectuales colegas suyos, residentes en Belfast o Londres, no creen
    tanto en el caldero de oro.
    Por cierto, hasta hace menos de una generación, Erin era más
    que humilde y pesaba poco en los asuntos europeos, salvo por el Irish
    Revolutionary Army (Ejército Revolucionario Irlandés, IRA),
    su extremo papismo y, claro, sus aportes decisivos a la literatura en
    inglés.
    Entonces, conseguir trabajo exigía salir de la isla verde. La gente
    contaba los centavos, no los kilómetros que sus nuevos autos pueden
    recorrer hoy entre carga y carga de nafta. La pobreza y la religión,
    a veces extremas, eran claves de una vida dura, tenazmente aferrada a
    la tierra o una historia a menudo mítica.
    Pero, en determinado momento, Dublin irrumpió en la Unión
    Europea con políticas enérgicamente pro empresarias y casi
    todo cambió. En algo menos de quince años, Eire pasó
    de ser una de las economías más pobres de Europa occidental
    a llamarse “tigre celta”. Su producto bruto interno por habitante,
    menos de 70% de la media en la UE hacia 1987, llegó a 136% en 2003.
    El desempleo cayó de 17 a 4%.
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