Hasta poco tiempo atrás, la posibilidad de realizar plantaciones en el
espacio parecía una utopía propia de las obras de Arthur Clarke
o Ray Bradbury. Pero DuPont logró aproximar esta realidad, llevando a
cabo con éxito este desafío que facilitará la estadía
del hombre en el espacio durante períodos extensos. Un logro científico
que abre innumerables posibilidades de desarrollo a futuro.
El proyecto de cultivo de soja se inició hace un año, cuando la
subsidiaria de DuPont, Pioneer Hi-Bred International, junto con el Centro de
Automatización Espacial y Robótica de Wisconsin (WCSAR) lanzaron
el experimento en el Transbordador Espacial Endeavour. Los científicos
Bruce Link y Guillermo Téllez, de la firma DuPont, prepararon las semillas
de soja para siembra enviadas a la Estación Espacial Internacional, que
orbita a 395 kilómetros de la Tierra. Allí germinaron en un tablero
especial dentro de una cámara de crecimiento desarrollada por WCSAR.
A través de un sistema de video, científicos de Pioneer vigilaron
el crecimiento de la soja en forma diaria. También tuvieron la oportunidad
de observar los efectos de la gravedad cero en el desarrollo de las plantas
en el espacio.
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El experimento tuvo una duración de 97 días, al cabo de los cuales
las 83 vainas con semillas de soja regresaron a la Tierra en el Ómnibus
Espacial Atlantis. Una vez en tierra, Pioneer y WCSAR procedieron a analizar
las muestras y descubrieron que la soja cultivada en el espacio es similar a
la cultivada en la Tierra en cuanto a sus características físicas
y biológicas, tasa de crecimiento, morfología y rendimiento. Este
descubrimiento abre las puertas para el cultivo sustentable de vegetales, como
soporte de la presencia humana prolongada en el espacio.
Paralelamente, una parte de las semillas llegadas del espacio fueron plantadas
en tierra con el objetivo de encontrar estrategias para que el cultivo de soja
sea más eficiente y rentable para los agricultores. “Estudiar los
efectos de las plantas de soja cultivadas en el espacio ha expandido nuestros
conocimientos acerca de la soja y favorece al mejoramiento continuo de las semillas
para agricultores”, asegura Tom Corbin, investigador jefe en DuPont de
la iniciativa de plantación de soja en el espacio.
Además de ser uno de los cereales mas consumidos por el hombre, la soja
es la mayor fuente de proteínas y aceites vegetales para la dieta humana
en todo el planeta. Dentro de Estados Unidos, proporciona 80% de las grasas
y aceites vegetales comestibles que se consumen en todo el país.
Según Corbin, “este proyecto fue un gran éxito. Cuando empezamos,
no estábamos seguros acerca de si las semillas permanecerían plantadas
en el espacio, sin ninguna gravedad, pero las dejamos crecer solas. El proyecto
fue el primero en completar el ciclo de crecimiento de un cultivo en el espacio”.
DuPont tiene una gran tradición en iniciativas de exploración
espaciales, que se remontan al origen de la Nasa hace 33 años. Por ejemplo,
el traje espacial que llevaba Neil Armstrong cuando se convirtió en el
primer hombre en pisar la superficie lunar, incluía 25 capas, 23 de las
cuales eran de DuPont. M
