Cómo concentrarse en el valor

    Con el objetivo de reducir costos y mejorar operaciones, Clarín decidió,
    a principios de 2000, proyectar una compañía que se encargara
    de aglutinar una serie de tareas comunes a todos los desarrollos del grupo.

    La idea era optimizar gastos fijos, que usualmente se resumen como costos de
    administración. La agilización de procesos y reducción
    de costos se llevaría a cabo por áreas de aplicación. Sin
    embargo, antes de definirlas, surgió un interrogante básico: ¿qué
    es lo que puede y lo que debe tercerizarse?
    La respuesta, tan sencilla como esclarecedora, la proporcionó Héctor
    Aranda, gerente general del diario Clarín: “A mí no me hablen
    de core business, lo que yo preciso es que todo aquello que a Clarín
    no le dé una ventaja competitiva, se lo lleven. El valor competitivo
    del diario está principalmente en el contenido, en el proceso de diagramación
    y armado, y en la venta de publicidad”. Así, se decidió que
    las áreas de Administración y Finanzas, Abastecimiento, Recursos
    Humanos, Sistemas y Servicios Generales serían manejadas por Gestión
    Compartida (GC), la empresa que nació de esta iniciativa, y que hoy es
    comandada por Ricardo Rodríguez, su gerente general.

    Objetivo
    ahorro

    ¿Es en realidad significativo el ahorro al que
    se accede a través de la tercerización? ¿Vale la
    pena desmontar estructuras que en la mayoría de los casos llevan
    años de vida en una empresa? A la hora de hablar de ahorro, desde
    Gestión Compartida, Ricardo Rodríguez asegura que es difícil
    establecer una media de ahorro, ya que todos los casos son particulares.

    Sin embargo, afirma que “antes de ponernos a trabajar con un cliente
    verificamos que los objetivos que persigue puedan cumplirse. Si quiere
    ahorrar un determinado porcentaje y nosotros concluimos que no puede hacerlo,
    no tomamos el trabajo. De otra manera nos jugaría en contra. Para
    ser sinceros, si el cliente que nos contrata no puede ahorrar entre 20%
    y 25% de sus costos, preferimos no hacer negocios”, enfatiza el gerente
    general.


    A partir de 2001, GC instaló todos los equipos necesarios para operar
    y comenzó a brindar servicios internos. Como le sucedió a toda
    la Argentina, el cambio brusco de escenario hizo que la inversión inicial
    de US$ 15 millones para su puesta en marcha se multiplicara por tres. “Necesitábamos
    generar más recursos para recuperarla en los plazos establecidos”,
    afirma hoy Rodríguez. “Además, teníamos que salir
    a competir. La orientación al cliente y la calidad de servicio sólo
    se aprenden en el mercado”, asegura.

    Tiempos propicios

    Aun con los temores propios del año que pasó, en GC aseguran que
    la coyuntura potenció la posibilidad de la tercerización. Según
    explican, las empresas favorecidas por el cambio de escenario –exportadoras
    y de sustitución de importación– ven al outsourcing como
    una alternativa, ya que ayuda a minimizar los riesgos de cualquier emprendimiento.
    “Clarín, por ejemplo, constituyó la empresa Feriagro para
    realizar una exposición anual. La estructura de esa compañía
    está conformada solamente por 10 especialistas. El resto se tercerizó.
    Fue un éxito que tuvo costos mínimos. Pero, aunque hubiera salido
    mal, sus pérdidas hubieran sido menores por el factor tercerización”,
    destaca el gerente general de GC.
    De acuerdo con Rodríguez, el carácter integral de la oferta de
    GC es lo que distingue a esta empresa de otras que se dedican a la misma actividad.
    “El outsourcing tradicional se realiza por sectores. Nosotros ofrecemos
    ese servicio pero, además, brindamos una operatoria completa”, define
    el ejecutivo, al tiempo que realza otras ventajas competitivas de la empresa
    en áreas específicas, como por ejemplo en el sector de compras.
    “El manejar volúmenes de compras tan grandes a veces nos permite,
    con sólo revisar los precios de los proveedores, obtener ahorros muy
    sustanciales”. Para abastecer a sus clientes, Gestión Compartida
    realiza actualmente compras por un total de $ 160 millones anuales. “Eso
    nos da un margen de negociación difícil de igualar”, apunta
    el directivo.
    A pesar de las ventajas enumeradas por la gente de GC, no prevén que
    este tipo de negocios sea imitado en el corto o mediano plazo. Aunque no lo
    atribuyen a la falta de demanda, reconocen que para armar un proyecto que se
    le parezca hay que arrancar con una inversión inicial importante, además
    de necesitar masa crítica con un volumen cautivo que justifique la inversión.
    “Nosotros tuvimos a Clarín”, subraya Rodríguez.
    Actualmente, Gestión Compartida factura $ 12 millones anuales y prevé
    un crecimiento de 40% en los próximos tres años. La proyección
    se inscribe en las perspectivas que IDC tiene para con el sector. De acuerdo
    con la consultora, en 2005, el negocio del outsourcing superará los $
    400 millones en la Argentina. M