En América latina, siete millones de personas se hundirán debajo
de la línea de pobreza este año, elevando a 44% la población
de la región que vive en la indigencia: un total de 221,3 millones de
habitantes. En los últimos tres años, 20 millones de personas
se unieron a las filas de los subalimentados y menos favorecidos. De ellos,
un tercio corresponde a la población argentina, de acuerdo con un informe
de Cepal. Esto significa que los logros obtenidos entre 1990 y 1997, cuando
se redujo el número de pobres en la región, fueron revertidos
durante lo que Cepal llama la “media década perdida”.
En 1997, la proporción de la gente de la región que vivía en la pobreza era 43,5%, o sea, 203,8 millones de personas. La declinación económica fue precipitada desde entonces por la crisis de Asia en 1997 y 1998.
Para finales de este año se espera que el PBI per cápita caiga 2% en relación con 1997. Este año fue el más crítico de la “media década perdida”, cuando se espera que la economía de la región se contraiga en 0,8%. Esto impacta directamente no sólo a las más precarias economías de la región, sino que limita la capacidad de los gobiernos de implementar las políticas necesarias para aliviar la pobreza.
El caso de la Argentina fue el más dramático, pesando con fuerza en los promedios de la región. En 2001, la cifra en Brasil era 36,9%, subiendo de 36,5% en 2000; para México, 42,3% contra 41,1%; y para Perú, 49% contra 48%. La pobreza en la Argentina afectaba a 30,3% de la población en 2001, comparado con 24,7% en 2000. Y se espera que este año exhiba una significativa extensión. M