¿Exportación en picada?

    Toda la producción se exporta, los precios internacionales manejan valores aceptables (en dólares), la cosecha nacional es de buena calidad y para la temporada que viene se esperan condiciones climáticas favorables. A la luz de estas variables, se puede decir que el negocio del maní promete un año de gloria.


    Sin embargo, en la Argentina de las paradojas, las proyecciones indican que, en la campaña 2002-03, la superficie cultivada de maní caerá 30% con respecto a la cosecha pasada. ¿Razones? El boom de la soja también parece que golpeará a esta economía regional, cuya capacidad de agregar valor y generar fuentes de trabajo es muy superior a la del complejo sojero.


    Pero vayamos por partes. El maní vivió su mayor auge a mediados de la década pasada, alcanzando su pico en la temporada 1997-98, con 407.000 hectáreas cultivadas y un récord de producción de 627.000 toneladas. Desde entonces fue perdiendo terreno, hasta ubicarse en los últimos años en una meseta de 220.000 hectáreas sembradas y 360.000 toneladas de cosecha. Para la próxima temporada se proyecta un área cultivada de 155.000 hectáreas.


    Del total de la producción, 95,6% está concentrada en Córdoba y se exporta casi la totalidad, fundamentalmente como maní confitería, o bien como aceite o pellets. El principal destino de exportación es Holanda, puerto de entrada para distintas plazas de Europa. El año pasado, los envíos hacia ese mercado sumaron 95.262 toneladas (42%). Le siguen Canadá (22%), Estados Unidos (7%) y Bélgica (7%).


    La cosecha mundial de maní llegó en la temporada 2001 a 23 millones de toneladas. El gran productor es China (10 millones), seguido por India (4,1 millones), Nigeria (1,3 millón) y Estados Unidos (1,1 millón). La Argentina ocupa el noveno lugar, con apenas 1,7% de la torta. Claro que los números cambian cuando se analiza el comercio internacional. Allí, la Argentina es el tercer exportador, con una participación de 18% en el volumen, sólo superada por China (29%) y Estados Unidos (20%).


    “El mercado va a estar muy firme el año que viene, máxime teniendo en cuenta el impacto de la sequía norteamericana y la menor cosecha que se va a producir en la Argentina debido a la reducción de la superficie manisera”, remarca Francisco Conti, gerente de la Cámara de Exportadores de Maní.


    Los especialistas esperan cotizaciones de US$ 600-620 por tonelada, que en un año de buena cosecha supone exportaciones por US$ 250 millones. Una cifra nada despreciable, sobre todo si se considera que 50% del valor agregado corresponde a mano de obra e industrialización. Pero la merma de la superficie cultivada preocupa a los industriales y exportadores del sector, que ven cómo se les puede escurrir de las manos un negocio jugoso por falta de los granos necesarios para abastecer la demanda externa.


    Los principales players del sector manisero son Aceitera General Deheza, Golden Peanuts, Cotagro, Olega, el grupo Arnus y Lorenzatti Ruetsch, además de Georgalos y la mexicana Industrias Martín Cubero, entre otras firmas. Para asegurarse un piso de producción, las compañías exportadoras siembran por cuenta propia (o a través de contratos) 70% de la superficie, en tanto que el resto está en manos de productores agropecuarios.


    La presión de los representantes del sector logró un paliativo para defender esta economía regional de la que dependen unas 10.000 familias cordobesas. El aceite de maní cuenta con retenciones diferenciales de 5% mientras para el maní confitería rige una tasa de 10%. Habrá que ver si es suficiente para contener el aluvión sojero.

    Exportaciones
    Principales mercados (2001)
    País Toneladas
    Holanda 95.262
    Canadá 48.744
    Estados Unidos 16.044
    Bélgica 15.799
    Reino Unido 8.856
    Italia 8.025
    Hong Kong 4.999
    Tailandia 4.725
    China 3.351
    México 3.247
    Fuente: Indec.