En estos momentos, la incertidumbre en la industria de tecnología de la información (TI) argentina es alimentada por distintos tipos de pronósticos. Mientras algunos indican que el mercado mantendrá sus volúmenes durante este año, otros pronostican caídas superiores a 50% en los montos invertidos. Si bien muchos de estos estudios demuestran premisas bien fundamentadas, estas predicciones tienen poca validez sin un análisis del sector tecnológico a escala global, y de los distintos segmentos de la economía argentina.
Si bien es fácil intuir una caída en las inversiones en tecnología debido a la inexistencia de crédito, a la dificultad para evaluar proyectos, y a las indefiniciones estratégicas de nuestra economía, el impacto de la devaluación en algunos sectores y la forzada reingeniería de muchos negocios son factores que no terminan de evaluarse correctamente en cuanto a su impacto en el sector de TI.
Tendencias globales en TI
Comencemos el análisis de la industria informática con un repaso de las tres principales tendencias globales.
En primer lugar, el foco de las inversiones globales en TI cambió significativamente luego de los atentados del 11 de septiembre. Más allá del impacto emocional y físico, los ataques demostraron que la mayoría de las empresas no están correctamente preparadas en cuestiones de seguridad informática y de recuperación de desastres. Por lo tanto, durante el último trimestre del 2001 y principios del 2002 se observó mayor atención en los sectores de storage o almacenamiento de datos, back-ups, seguridad, y recuperación de desastres.
En segundo lugar, se mantiene la tendencia observada luego de la burbuja de Internet. Es decir, las inversiones corporativas en TI se concentran en reducir costos y aumentar la productividad de manera tangible. Las principales iniciativas bajo esta estrategia incluyen la automatización de procesos dentro de la misma compañía y hacia terceros. A modo de ejemplos de estas soluciones, podemos citar la construcción de interfaces para toma de pedidos, consultas de inventarios y cuentas a pagar y cobrar en el sector manufacturero, así como también el desarrollo de sistemas de home banking y de procesamiento intensivo de pagos para clientes corporativos en servicios financieros. Más allá de la construcción de interfaces, este tipo de iniciativas requiere grandes esfuerzos de integración para conectar redes corporativas con extranets y sistemas de otras compañías, demandando cantidades de hardware, software y servicios de implementación.
En tercer lugar, en los mercados desarrollados aún la innovación es un motor de ventas y crecimiento. En los sectores de hardware, software y servicios, los distintos jugadores apuestan al lanzamiento de nuevos productos y soluciones para mantener las relaciones con sus clientes existentes o captar nuevos. En este sentido vemos que la capacidad de procesamiento de los chips y computadoras en general continúa creciendo, nuevas versiones de software con mayor flexibilidad o funcionalidad se lanzan al mercado, y los implementadores rápidamente capacitan a sus profesionales en estas nuevas tecnologías.
Es decir, el manejo de releases o nuevas versiones de productos existentes con mayor utilidad constituye una fuente muy significativa de ventas para el sector.
Tendencias del mercado de TI en la Argentina
Como es de imaginar, el mercado local de TI muestra grandes contrastes con las tres tendencias globales descriptas. Primero, si bien los atentados a las Torres Gemelas demostraron el valor estratégico de la infraestructura informática, las empresas argentinas se sienten protegidas por la distancia física y política que nos separa de los focos terroristas, disminuyendo la necesidad de inversiones en seguridad informática y storage.
Segundo, las inversiones en automatización e integración de procesos han sido tímidas y con resultados encontrados en muchos sectores, desalentando la intensificación de esas apuestas y aumentando el escepticismo sobre Internet.
Tercero, dado el grado de atraso en la implementación tecnológica a escala nacional, la innovación no es el motor de nuevos desarrollos sino que simplemente estamos poniéndonos al día con productos y servicios que son commodities en los mercados desarrollados. Por lo tanto, los motores del volumen en el sector de TI local son radicalmente diferentes a los observados en el mundo más desarrollado.
Más allá de la diferente evolución del mercado de TI argentino, el verdadero elemento que castiga al sector es la coyuntura económica y política. En primer lugar, las compañías vieron sus estados de resultados golpeados por cuatro años de recesión, y sus balances generales devastados en muchos casos por la devaluación. Es decir, pocas compañías hoy cuentan con recursos excedentes para invertir en TI.
En segundo lugar, el actual entorno no permite estimar ningún tipo de retorno financiero o estratégico sobre las inversiones en tecnología. La incertidumbre sobre los volúmenes de ventas, inflación, y tasas de cambio imposibilitan el cálculo de flujos de fondos, y el actual riesgo político dificulta la determinación de una tasa de descuento para aplicar a esos flujos de fondos. Por lo tanto, dado el incierto retorno sobre las inversiones, las empresas prefieren esperar épocas mejores antes de desembolsar en el sector.
En tercer lugar, la crisis de los últimos meses está redefiniendo por completo varias industrias. A modo de ejemplo, los bancos pasan de ser tomadores de depósitos y ofertantes de préstamos, a grandes procesadores de transacciones; dos negocios muy diferentes. Gran parte de la industria manufacturera ahora puede exportar, requiriendo cerrar las brechas con las mejores prácticas globales. En este entorno de redefiniciones profundas en los negocios, la gran mayoría de las inversiones en TI se suspenderán hasta tanto haya mayor claridad estratégica.
En resumen, dadas la falta de recursos, la dificultad para evaluar proyectos, y las indefiniciones de los negocios de las empresas, el sector de TI se verá negativamente afectado en forma general a corto plazo.
Crisis general versus oportunidades específicas
Por las razones descriptas, las empresas tienen pocos incentivos para invertir en TI, y de hecho algunas compañías hasta deciden discontinuar su presencia en la Argentina. Sin embargo, la mayoría de las firmas va a continuar operando en el país y en muchos casos hasta invertir ciertos montos para fortalecer su operación. Por lo tanto, no hay ninguna razón para que ciertos sectores descarten proyectos tecnológicos que pueden representar beneficios importantes.
El común denominador de los principales proyectos de TI actualmente en ejecución es el repago rápido de la inversión. Es decir, se observa un foco en el corto plazo por encima de la generación de grandes retornos. La siguiente matriz es un mapeo de las soluciones de TI más promocionadas en la actualidad, agrupadas de acuerdo con su capacidad de generar resultados versus el plazo de tiempo para que el retorno se materialice.
Una mirada rápida al cuadro demuestra algunas conclusiones. En primer lugar, las soluciones más adoptadas en la actualidad tienden a ubicarse en el cuadrante superior derecho. Es decir, se trata de proyectos que tienen un repago rápido y con un alto nivel de retornos. En segundo lugar, se puede ver que las soluciones de mayor repago y retornos no son necesariamente las más costosas. Una extranet, dependiendo de la complejidad de procesos, es un producto de muy bajo costo que permite automatizar las interacciones con terceros.
Una plataforma de e-banking tampoco presenta un grado de inversión tan alto cuando se lo compara con sistemas más complejos como los de e-procurement (automatización de compras) o supply chain management (automatización de los procesos de la cadena de distribución). No es casualidad, por lo tanto, que la gran mayoría de los grandes bancos continúe aún hoy desarrollando sus soluciones de e-banking, y las grandes empresas mantengan sus esfuerzos en extranets. Por las mismas razones, las soluciones de CRM (o customer relationship management) y ventas B2B (transacciones entre empresas) continúan altas en la lista de proyectos en ejecución. El resto del universo de soluciones, dado el entorno descripto, mantendrá las perspectivas negativas por el resto del año.
Luego de haber estudiado brevemente la oferta de soluciones, es ahora necesario segmentar los sectores de la economía donde se encontrarán las mayores oportunidades para TI. A efectos de simplificación, en la siguiente matriz hemos mapeado los sectores representados en la lista Mercado 1.000, agrupándolos en tan sólo seis industrias. A su vez, estas seis industrias se segmentaron de acuerdo a la cantidad de transacciones repetitivas que procesan y a la intensidad de los datos por transacción promedio.
Nuevamente, la matriz arroja conclusiones muy visibles. En primer lugar, los sectores con mayor cantidad de proyectos en ejecución son aquellos que procesan gran cantidad de transacciones y donde los datos son un componente muy importante de las operaciones. Bancos y servicios, dado que en general tienen una gran base de clientes con interacciones frecuentes, están arriba a la derecha en la matriz y justamente son los principales ejecutores de iniciativas de TI. Los sectores de comercio y manufactura en menor medida también observan oportunidades, y en último lugar se encuentra la industria de la construcción.
Si bien el análisis del entorno demuestra que el sector local de TI será castigado, el estudio particular de soluciones y segmentos explica porqué todavía se ejecutan y planifican proyectos de tecnología en nuestro país. Más allá de la crisis, las empresas argentinas que decidan seguir operando deberán aumentar su eficiencia aunque con mínimos presupuestos de inversión. Es decir, exigirán mucho aportando poco.
Para las compañías proveedoras de TI el desafío no es menor. Por un lado deben trabajar en la segmentación de oportunidades para identificar las legítimas potencialidades de venta. Por otro lado, deben ayudar más que nunca a sus clientes a fundamentar las decisiones de inversión. La devaluación pudo haber traído algún alivio para las firmas de servicios y desarrolladores de software locales, permitiendo la exportación de ciertas soluciones. Sin embargo, la falta de reconocimiento internacional en el mercado de TI requerirá grandes esfuerzos comerciales y de marketing para concretar ventas al exterior.
En resumen, nadie duda que el sector de TI argentino ha sido duramente golpeado por la crisis económica. Sin embargo, mientras las oportunidades de inversión tecnológica mejoren significativamente la productividad de las compañías y presenten bajo riesgo, los empresarios continuarán invirtiendo en el sector. El desafío para los profesionales de TI en el país radica más que nunca en el análisis de oportunidades, la fundamentación de las decisiones, y el compromiso con los resultados prometidos a la gerencia general.
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MERCADO On Line le amplía la información: • “European IT Services Won´t See Double-Digit Growth Until 2003 – And Overall Growth Will Slow After 2004” Forrester Warns. Home page Forrester, 20 de marzo de 2002 http://www.forrester.com/ER/Press/Release/0,1769,699,00.html • “Gartner Dataquest Says Worldwide Security Software Market Will Grow 18 Percent in 2002” Home page Gartner Group, 4 de febrero de 2002 http://www4.gartner.com/5_about/press_releases/ 2002_02/pr20020204c.jsp • “IDC Predicts Recovery in European IT Spending” Home page IDC, 7 de marzo de 2002 http://www.idc.com/getdoc.jhtml? containerId=pr2002_03_11_111948 • “La burbuja de 1999 lo convirtió en un sector muy volátil. Las acciones de tecnología son una acción válida para invertir a largo plazo” El Cronista, 11 de octubre de 2001 http://www.cronista.com/ • “Predicen la recuperación del sector tecnológico” El Cronista, 20 de marzo de 2002 http://www.cronista.com/ • “¿Cómo viene el 2002 para los negocios tecnológicos?” MERCADO. Noticias Diarias. Hoy en Tecnología, 14 de enero de 2002 https://mercado.com.ar/mercado/vercanal_ nota. asp/212296 |
El autor tiene un Master en Business Administration en la Universidad
de Harvard. Egresó como contador público nacional de la Universidad
de Belgrano. Imparte clases en la Maestría en Finanzas de la Universidad
Torcuato Di Tella, y en el programa MBA de la Escuela de Negocios de la Universidad
de Palermo (Tecnología y Estrategia de Negocios). Es cofundador y presidente
de Certant, una firma de consultoría centrada en asesorar estrategia
de negocios y tecnología y en la implementación de soluciones
de tecnología de punta.