Un centro oncológico integral en Patagonia

    Ingresar al COI no deja de asombrar. Está ubicado en el Parque Industrial de Neuquén, en la avenida Industriales Neuquinos 2800, a unos cuántos kilómetros de la provincia de Río Negro y el mismo asiste a neuquinos y rionegrinos por igual.

    Hacia fines de 1991, comenzó a funcionar una clínica dedicada al diagnóstico por imágenes. Más adelante, se sumaron Clínica Radiológica del Sur y Fundación Médica, tres centros de diagnóstico de última generación que conforman Grupo Leben Salud. En ellos trabajan más de 900 personas, de las cuales 170 son médicos.

    Desde comienzos de la década del noventa, Leben brinda servicios a la salud pública de la zona, como también pacientes de PAMI y de diferentes obras sociales de ambas provincias. “El 100% de los pacientes que se atienden en el Centro son de Neuquén y de Río Negro y lo hacen a través de diferentes convenios de salud” –indica Alejandro Schroeder, director general del grupo–.

    El Centro Oncológico Integral (COI) cuenta con el aporte fundamental de la empresa Siemens Healthineers, quien brinda equipos de última generación para lograr un mejor diagnóstico y permite, así, determinar un tratamiento más preciso. “Este trabajo en conjunto con la empresa alemana se remonta a 20 años atrás, cuando Siemens (ahora Siemens Healthineers) comenzó a venderle equipamiento médico a Clínica de Imágenes y Clínica Radiológica del Sur, ambas instituciones del grupo Leben Salud” –cuenta Marcelo Luraschi, bioingeniero y gerente de Ventas de Siemens Healthineers para Argentina–. “A través del tiempo, se creó un vínculo de confianza en que Siemens Healthineers acompañó a Grupo Leben Salud escuchando, interpretando y asesorando en las estrategias de desarrollo médico de sus instituciones. Cuando surgió la idea del Centro Oncológico Integral, pusimos a disposición todo nuestro conocimiento global para que el cliente pudiera traer a la Argentina un concepto de tratamiento diferencial, que basado en la tecnología de precisión y la experiencia global, pudiera agregar valor a los tratamientos oncológicos en el país”, continúa Luraschi.

     

    Solución integral a las largas distancias

    Según Ricardo Ruggieri, bioingeniero y director técnico del centro, el origen estuvo en el aporte de Herman Schroeder, profesional pionero en el diagnóstico por imágenes en Río Negro y Neuquén. Fue él quien, al dar cuenta del crecimiento poblacional de la zona debido al aumento de la producción de petróleo, identificó un aumento de pacientes para estudios y tratamientos. Para dar respuesta, pensó en tres ejes: el recurso humano, el diagnóstico y el tratamiento, integrados a través de la tecnología. “Así se logró que Leben Salud pusiera a disposición el valioso recurso humano, Siemens Healthineers la tecnología para el diagnóstico y la empresa Elektra la tecnología para el tratamiento. Este trabajo en conjunto dio como resultado el proyecto Centro Oncológico Integral”, indica Ruggieri. “El COI es un proyecto a largo plazo que se basa en cuatro pilares: la prevención con campañas de salud, la educación y capacitación –el centro cuenta con residencia médica, donde los profesionales pueden capacitarse de manera continua–, el diagnóstico y el tratamiento, que se integran a los dos anteriores”, explica. “El concepto de centro integral surge por la dificultad que implican las largas distancias que existen en la Patagonia, donde los pacientes no pueden ir y venir. De esta manera, brindamos todas las soluciones en un mismo lugar”, concluye.

    Tecnología al servicio de la salud

    El centro integral impacta por su tecnología de última generación. “Si bien el centro se inauguró hace un año y medio ya funciona en su totalidad y estamos planificando su ampliación”, indica Alejandro Schroeder, en tanto que Ángela Piñeros, gerenta de Negocios para Oncología de Siemens Healthineers, enfatiza su importancia: “Se trata del proyecto más importante de toda América Latina para el diagnóstico y tratamiento contra el cáncer. Cuenta con estándares internacionales, solo comparables con otros centros similares de Estados Unidos y de Europa”, asegura.

    Al transitar por sus instalaciones, en cada sector los profesionales dan cuenta del funcionamiento del equipamiento dotado de tecnología de punta. “El modelo a seguir para el proyecto del COI fue el propuesto por Lei Dong en 2011 para el hospital MD Anderson, de Houston, Texas, en Estados Unidos, que afirmaba que todo debía estar integrado, fusionado, tanto el diagnóstico como el tratamiento”, cuenta Ruggeri.

    La alta complejidad del diagnóstico y tratamiento del cáncer se trata con dedicación y profesionalismo para lograr una mejora en la calidad de vida de los pacientes, lo que hace que los estándares sean superados día a día. Una prueba de ello es el trabajo “multicéntrico” llevado a cabo a través de convenios como el que el COI tiene con el hospital MD Anderson. “Por ejemplo, hemos firmado un convenio con ese hospital, de donde nos enviarán un maniquí (o fantoma) que asemeja una cabeza de un paciente con una metástasis cerebral a la que nosotros tenemos que diagnosticar y enviar nuevamente a Estados Unidos con los resultados” –relata Ruggeri–. “Estos convenios con diferentes universidades y centros de salud del mundo nos ayudan a llevar adelante la idea de trabajar de manera “multicéntrica”, en equipos de trabajo donde la interacción con profesionales de diversas disciplinas y lugares nos permite enriquecer los diagnósticos y tratamientos de los pacientes. Los avances tecnológicos y los convenios nacionales e internacionales nos permitirán introducir al COI en investigación, docencia y desarrollo a escala mundial, lo cual nos convierte en un colaborador importante en la lucha contra el cáncer a escala global”.

    Como proveedor de tecnología de última generación, Siemens Healthineers tiene mucho que ver con la excelencia del centro. “El modelo de negocio de Siemens Healthineers con COI ha sido el de venta tradicional de equipamiento, acompañada de valor agregado en la preventa y en la postventa –cuenta Marcelo Luraschi–. Se llevó a cabo un proceso de formación avanzado brindado por nuestros especialistas de nivel internacional, que contribuyeron a la transferencia de conocimiento. Esto permitió una mejor utilización de los equipos y la generación de imágenes de alta precisión y, post procesos de imágenes avanzados, una mejor planificación del tratamiento oncológico, orientado a minimizar el impacto en células sanas del paciente, que redunda en una mejor calidad de vida post tratamiento. Puesto en funcionamiento el COI, y observando la responsabilidad y calidad de los profesionales para aprovechar la tecnología disponible, profundizamos la relación con un contrato de sitio de referencia en oncología para Latinoamérica, para contribuir a que otros profesionales de la salud de la región visiten, aprendan y trasladen el modelo de tratamiento a sus países y, de esta manera, que más pacientes reciban un tratamiento temprano, apropiado, preciso y que contribuya a mejorar su calidad de vida”.