Nuevo rumbo para la capacitación empresarial

    Estamos frente a un cambio decisivo, tan importante y central como antes eran los temas de management. Hoy, ese lugar lo ocupa la ciencia de datos. Un campo interdisciplinario que involucra métodos científicos, procesos y sistemas para extraer conocimiento o un mejor entendimiento de datos en sus diferentes formas, sean estos estructurados o no estructurados. La tendencia muestra un aumento en la proporción de contenidos vinculados a data analytics en todos los masters que se ofrecen con un claro objetivo: redefinir la educación que brindan las escuelas de negocios.

    Tal como relata María Eugenia Pérez, directora de la Escuela de Postgrado del ITBA, “la transformación digital está modificando las reglas de mercado e impactó en la sociedad en su conjunto”.

    Lo cierto es que la analítica de datos tiene un impacto fuerte sobre todas las actividades económicas. “Big Data y el análisis de datos son los pilares de la transformación digital y la nueva forma de hacer negocios”, asegura, por su parte, Daniel González Isolio, director del MBA Escuela de Negocios en la Universidad de San Andrés. Los que estudian Administración de Empresas se ven así trabajando juntos con los que cursan diversas ingenierías.

    Esto da lugar a una nueva generación de gerentes formados con énfasis en distintas disciplinas, pero con capacidad para operar juntos, en equipo.

    Según la responsable del ITBA, “la gestión y el análisis de datos han ido ganando terreno dentro de la oferta académica de las universidades debido a que en la actualidad existe una demanda insatisfecha de profesionales que poseen una formación sólida en el análisis y explotación de grandes volúmenes de datos. La Especialización y la Diplomatura en Big Data de nuestra institución permiten a los alumnos adquirir los conocimientos que hoy el mercado laboral está requiriendo en este sentido. Definitivamente, pensando en los puestos de trabajo que se requerirán en el futuro, es necesario formar profesionales con sólidos conocimientos para diseñar, analizar y manejar grandes volúmenes de información”.

     

    Un capítulo aparte merece lo que se conoce como “habilidades blandas”. “La transformación de los participantes de nuestros programas se da a partir de trabajar en su autoconocimiento personal y sumergirlos en una experiencia que los exige mucho en esas mismas habilidades: trabajar en equipos diversos, demandarles innovación y mucho aprendizaje, pero siempre coacheados de cerca para que logren su mejor versión de sí mismos”, sostiene Marcelo Pancotto, director Académico del Programa Bootcamp del IAE Business School.

    Hay otro cambio significativo en este capítulo de la educación superior. Más allá de la enseñanza tradicional en currícula y en la meta de maximizar de las utilidades empresarias, aparece otra vertiente. El foco puesto en la responsabilidad de las empresas ante clientes, empleados y muy especialmente, ante la sociedad en la que está inmersa y en la que actúa. Hablamos de sustentabilidad, que incluye ética, transparencia y mejores prácticas de gobernanza. “Claramente las organizaciones están siendo exigidas para que rindan cuentas más allá de la creación de valor económico financiero, dando lugar al desarrollo de la ética profesional de triple impacto donde se iguala la prioridad de las personas, el medio ambiente y el desarrollo económico”, dice Matías Mazza, docente de la Universidad CAECE y coordinador de la Usina de Emprendedores de la universidad.
    “Hay una demanda social de un comportamiento responsable de las empresas que será creciente en la medida que se sigan haciendo cada vez más públicos los abusos por parte de equipos directivos que no han sabido tomar decisiones éticas que respeten la vida y la privacidad de todas las personas, y el cuidado al medio ambiente”, complementa el vocero de IAE. “Continuamente incorporamos la dimensión ética en los diseños de todos nuestros programas y cursos; es un tema que nos ocupa”.

    Por su parte, Jorge Luis Rodríguez, secretario de Posgrados en UADE Business School, complementa: “Inculcar en nuestros alumnos la cultura del intrapreneurship y el entrepreneurship posibilitará a nuestros egresados sortear cualquier cambio que se produzca en la sociedad y estamos seguros de que la velocidad de ocurrencia de los mismos cada vez será mayor”.

    De esta forma, vemos que necesariamente se abren espacios a nuevas áreas de conocimiento. El mercado y la sociedad lo exigen. Para ello, este informe especial de Mercado que se incluye en la edición de octubre explora las novedades en estos territorios estratégicos. La meta es identificar si las más reconocidas escuelas de negocios en la Argentina están a tono con estas tendencias y con estas modificaciones sustanciales.

     

     

    IAE

    Integración entre

    negocios y tecnología

    En un momento donde el mundo laboral se modifica, las nuevas generaciones tienen nuevas ambiciones profesionales y las demandas de los ejecutivos se vuelven más complejas, el cambio parece ser la norma, según Marcelo Pancotto, director Académico del Programa Bootcamp del IAE Business School.

     

    De acuerdo al ejecutivo, hay alternativas al mundo laboral más tradicional para hacer una carrera corporativa. Algunas grandes corporaciones se diferencian de las tradicionales tanto en su estilo de liderazgo, como en su participación en modelos de negocios digitales, en los que la tecnología y la competencia demandan capacidades de agilidad muy superiores.

    “Estos cambios en las empresas implican innovaciones mayores y más frecuentes de nuestros programas”, asegura Marcelo Pancotto. Por ejemplo, la incidencia de las temáticas vinculadas a “tecnologías digitales” desde las distintas perspectivas (innovación, estrategia, marketing o RR.HH.) ha aumentado y muchos cursos han sido completamente rediseñados y nuevos programas han sido desarrollados para hacer foco en estas temáticas.

    Por otro lado, un número creciente de jóvenes quiere desarrollar su trayectoria por caminos alternativos a la tradicional carrera de grado, MBA y más posgrados.

    “Su motivación es desarrollar su propio negocio digital y no quieren transitar el camino tradicional que les implicaría postergar su sueño más de cinco años”, postula Pancotto. “Para ellos también hemos diseñado nuevos programas más cortos y muy intensivos, para ayudarlos a dejar de soñar;, para pasar prontamente a hacerlos realidad, tal como el programa Bootcamp Business & Technology”.

    En cuanto a las tendencias actuales, dice, “las analizamos desde varias perspectivas, pero algunas claves son los grandes problemas que enfrenta el planeta y sus habitantes, las motivaciones y estilos de las nuevas generaciones, y la Revolución 4.0 que va a transformar las sociedades y las economías”.

    En este sentido, Pancotto destaca que la tecnología y la innovación son cada vez más relevantes. “Su mayor presencia se da en más participación en los contenidos de programas internacionalmente reconocidos como nuestros MBA, hasta el diseño de nuevos programas nacidos desde la realidad de un nuevo contexto de Revolución 4.0, tal como el programa Bootcamp Business & Technology, del que soy director. Un programa que hemos pensado desde cero para las nuevas generaciones, con ejes temáticos y formatos innovadores, y que todavía no han podido copiar otras escuelas de negocio, dado el desafío que implica integrar orgánicamente a profesores expertos en negocios con otros expertos en la tecnología”.

     

    Conocimiento y puesta en práctica

    La visión de la institución es pasar de directivos que cada vez hablan más de tecnología, a directivos que saben visualizar nuevos modelos de negocio, desde la experiencia directa de echar mano en inteligencia artificial, programar sus propios prototipos web o dispositivos aplicando Internet of Things. “No se trata de agregar acumulativamente habilidades tecnológicas, sino de buscar que, a partir de la experiencia directa con la tecnología y los negocios, se transformen las mentes de nuestros alumnos hacia un nuevo paradigma que integra creativamente negocios con tecnología, y que pueda ser implementado ágilmente”, remarca. “Esta nueva mentalidad es la que requiere tanto un emprendedor tech como un directivo que busca liderar una transformación digital. No alcanza con informarse sobre tendencias tecnológicas para idear con ellas nuevos modelos de negocios, y liderar su lanzamiento”.

    La gestión y análisis de datos dentro de la oferta académica han ido ganando terreno porque en la convergencia de las tecnologías que desencadena en la Revolución 4.0, no solo los datos son masivos a una escala jamás conocida, sino que los algoritmos que extraen información de los datos (y por lo tanto potencialmente el valor monetizable de ellos) son cada vez más relevantes, y representan en sí mismos un potencial de disrupción tecnológica. La inteligencia artificial es disruptiva para los negocios y la sociedad en general. “Hay que superar el pensamiento fantástico respecto a las posibilidades, por conocimiento de cómo crear valor en los negocios a partir de los masivos datos que hoy ya disponemos de personas, máquinas e instalaciones, gracias a sensores cada vez más baratos y omnipresentes”, sentencia el responsable del IAE.

     

    ITBA

    La capacitación

    es permanente

    Para María Eugenia Pérez, directora de la Escuela de Posgrado, “la transformación digital está modificando las reglas de mercado e impactó en la sociedad en su conjunto. Los perfiles profesionales digitales y con conocimientos tecnológicos son cada vez más requeridos y las instituciones educativas han tenido que rever sus propuestas académicas para adaptarse a esta tendencia”.

     

    “Uno de los grandes desafíos es poder decodificar las necesidades de nuevos perfiles en las organizaciones y actuar como nexo en la formación de los mismos”, plantea María Eugenia Pérez, ingeniera de profesión.

    Las nuevas generaciones imponen una educación diferente. Analizar estas tendencias y plasmarlas en propuestas de formación concretas de manera ágil es la clave para generar ofertas atractivas en las universidades del futuro. “Para poder acompañar las nuevas tendencias, las escuelas de posgrado deben adaptar los programas de estudios, cambiar metodologías y generar nuevos programas con temáticas innovadoras. Lo más importante es que estos cambios deben ser lo más agiles y dinámicos posibles”.

    Es necesario comprender las tecnologías emergentes y cómo impactan en el ámbito laboral, en los procesos y en el mercado es clave para analizar las temáticas y habilidades que serán requeridas en los nuevos puestos de trabajo. “Desde la Escuela de Posgrado del ITBA trabajamos en forma conjunta con las organizaciones, y somos socios en la formación de sus colaboradores. De esta manera, podemos generar programas de capacitación alineados con sus requerimientos y con las tendencias en el mercado laboral”, comenta Pérez. “La actualización de nuestros programas es permanente. El aprendizaje en la Escuela de Posgrado del ITBA es integral y centrada en el alumno”.

    Teniendo en cuenta estas tendencias, se han actualizado los contenidos de gran parte de sus programas y lanzado nuevos. Transformación digital, Big Data, Internet of Things, liderazgo, Design Thinking, energía, desarrollo organizacional, maching learning, innovación abierta y fintech son algunos ejemplos de las temáticas con mayor interés.

    Por otro lado, la demanda de programas online está creciendo año tras año. Los programas online y blended (online + presencial) son propuestas muy atractivas en el mercado actual. En el ITBA, los programas online de Deep Learning, Blockchain y Metodologías Ágiles han tenido un gran número de inscriptos en todas sus ediciones.

    No obstante, incorporar los conocimientos que le permitan a un profesional comprender los cambios que se dan en la sociedad y las organizaciones es ir más allá de la comprensión de una tecnología en particular. “Esto implica una formación más integral haciendo foco en habilidades blandas”, remarca la experta. “Las principales habilidades blandas que el mercado laboral del futuro requerirá son todas aquellas que les permitan a las profesionales actuar con éxito dentro de los procesos de trasformación digital. La conducción de procesos siendo innovadores y ágiles serán características altamente valoradas. Tener una gran capacidad de adaptación a los cambios y saber gestionarlos facilitará el desarrollo profesional de las personas en sus desafíos laborales”.

     

    Una demanda creciente

    Desde la Escuela de Posgrado del ITBA, dice la vocera, “observamos un continuo y sostenido incremento de la demanda de programas de posgrados y educación ejecutiva. En el último año, se registró un crecimiento del 40% en la cantidad de alumnos que realizan estudios de posgrado, mientras que en algunos programas específicos se observó un aumento de la convocatoria cercano al 100%. Este incremento se explica porque la educación continua ya es una realidad. Los profesionales necesitan actualizar sus conocimientos y adquirir nuevas habilidades permanentemente”.
    El futuro del trabajo plantea un escenario incierto en relación a cuáles serán esos nuevos puestos de trabajo que se requerirán, pero lo que es seguro es que los profesionales deberán formarse durante toda su vida laboral. Algunos puestos de trabajo dejarán de existir y se generarán otros nuevos. “La mejor manera para estar preparados para estos desafíos es invertir en capacitación”, postula Pérez. “Las escuelas de posgrado deberán ser extremadamente dinámicas siguiendo las tendencias e identificando las habilidades que los trabajos del futuro requerirán para la creación de nuevos cursos que permitan brindar los conocimientos demandados. Las universidades ya han comenzado a trabajar en este sentido, teniendo como visión una educación continua y dinámica.

     

    San Andrés

    Propuestas adaptadas

    y flexibles

    “La universidad hace foco en transformar el aprendizaje en una experiencia, en la cual las variables relevantes son contenido, profesores, dinámicas, tecnologías, espacios y relacionamiento, otorgando un valor preponderante al tiempo de los participantes, considerado como el recurso más escaso”, detalla Daniel González Isolio, director del MBA Escuela de Negocios.

     

    “La universidad de San Andrés cree en el valor de la colaboración entre la academia, las organizaciones y sus protagonistas”, indica González Isolio.

    Los programas de posgrado cuentan con ciclos de materias electivas que permiten tener actualizada la oferta de contenidos en función del desarrollo de nuevas áreas de conocimiento. Los programas ejecutivos se dictan y, apenas finalizados, en función a la evaluación de los participantes y los avances en cada campo de actuación, se rediseñan en cada edición. En Educación Ejecutiva, en 2019, se pasó de 39 a 50 programas ejecutivos disponibles, de las más diversas temáticas, y se trabaja cada vez más en bloques y unidades cortas que se modifican y ensamblan permanentemente.

    En cuanto al peso que tienen la tecnología, la analítica de datos y la innovación en los programas actuales, “están presentes en la mayor parte de los programas de negocios”, asegura el ejecutivo. El MBA está a la frontera de los temas de innovación y tecnología, y ha desarrollado actividades específicas que van más allá de los contenidos curriculares. Durante tres días consecutivos, los alumnos aprenden a innovar y ponen en práctica lo aprendido, buscando y desarrollando ideas originales de negocios en el Innovation Hackaton. Como parte de las Ignite Sessions, los participantes pueden sumarse a proyectos de base tecnológica o digital, para innovar y realizar sus trabajos finales de graduación.

    Por otro lado, agrega, “la innovación y la analítica están embebidas en todos los programas ejecutivos, más allá de que también sean contenidos específicos en programas abiertos e in-company en la Universidad de San Andrés (Programa MIND, Management Integral de Negocios Digitales, con 14 ediciones, Big Data, Analytics, Customer Experience, Fintech, HealthTech, Agtech, y otros)”.

    Según González Isolio, big data y el análisis de datos son los pilares de la transformación digital y la nueva forma de hacer negocios. “Atento a esta tendencia, el tema está incluido como programa ejecutivo (Big Data), y en las carreras de grado (Licenciatura de Negocios Digitales) y posgrados (Master en Business & Technology, Maestría en Negocios Digitales). Pero, dado la relevancia del tema y el surgimiento de especialistas cada vez más demandantes, en 2020 la Universidad de San Andrés lanzará la Maestría en Ciencia de Datos, que abarca específicamente esta temática a niveles profundos de conocimiento”, adelanta.

    Por otro lado, la creciente demanda social de un comportamiento responsable de las compañías exige contenidos alineados con ello. En este sentido, San Andrés desde hace muchos años cuenta con programas relacionados con sustentabilidad, y un CIS (Centro de Innovación Social), desarrollando contenidos asociados con negocios con impacto social y ambiental, RSE y Sustentabilidad. “En 2018 iniciamos la Diplomatura en Governance, Compliance, Control & Assurance, apuntando a la temática de buen gobierno corporativo, con un gran crecimiento e interés”, cuenta el ejecutivo. “Desde hace varios años, en conjunto con el ICSI (Instituto para la Cultura de la Seguridad), desarrollamos un programa blended (combinando modelo presencial y online) de Gestión de Riesgos y Cultura de la Seguridad”.

     

    Potenciar otras habilidades

    Las habilidades blandas ocupan un lugar protagónico en la institución. “La Universidad de San Andrés, desde su ciclo de fundamentos en carreras de grado, prioriza el desarrollo del individuo en aspectos tales como oratoria, comunicación, filosofía, historia y habilidades individuales. Las maestrías reflejan también esa orientación, en el MBA el desarrollo de las competencias de liderazgo son parte estructural de la propuesta educativa. A lo largo de la misma, se ofrecen talleres donde se trabaja el auto-conocimiento y el fortalecimiento de las competencias, bajo un esquema altamente personalizado, que incluye la supervisión de destacados profesores de recursos humanos y un coach especializado en gestión de talento. En Educación Ejecutiva, el estudio de habilidades del Ser (Self) tiene un foco principal, con programas de Oratoria y Storytelling, Negociacion, Liderazgo, Neurociencias, Coaching, Manejo de Conflictos.

    “La Universidad de San Andrés considera que las llamadas habilidades blandas habilitan a los individuos para llevar adelante las tareas que no van a poder ser desarrolladas por la inteligencia artificial en el futuro, el lugar donde el ser humano no va a ser sustituido”, concluye el vocero.

     

    UADE Business School

    En línea directa

    con las empresas

    “Su principal estándar de calidad es la creación de un mecanismo de escucha que abarca alumnos, graduados, profesores y mercado laboral. Esta práctica, más la estrecha vinculación con compañías, nos permite tener en cuenta las necesidades del mundo del trabajo, las demandas de los ejecutivos y las ambiciones de las nuevas generaciones”, indica Jorge Luis Rodríguez, secretario de posgrados de la institución.

     

    “Esto se vuelca en toda nuestra oferta educativa presencial y online”, asegura y comenta que la entidad ofrece programas acreditados internacionalmente por ACBSP.

    “El faculty de UBS está compuesto por un 95% de profesores que desempeñan tareas profesionales con empresas; esta condición es fundamental para auscultar los cambios del mercado y las características de las nuevas generaciones”.

    Vinculado con lo anterior, agrega: “Nuestro vínculo con las empresas hace que tengamos un fiel reflejo de lo que necesita el mercado. A su vez, nuestra escuela tiene por cada maestría un Consejo Académico conformado por profesores y empresarios desatacados que asesoran en forma permanente sobre lecciones aprendidas, best y next practices, y ello se incluye en los programas analíticos de las diferentes materias. Asimismo, al tener acreditados internacionalmente nuestros programas por ACBSP, nos integra a una comunidad educativa mundial donde en cada reunión intercambiamos buenas y nuevas prácticas”.

     

    Eje en tecnología y buenas prácticas

    El auge de la tecnología y los datos, el acceso masivo a la tecnología y las velocidades actuales de internet, más la utilización de smartphones, hace que el día a día empresario necesite de una toma de decisiones profesional, dinámica y que esté fundamentado en datos. Hoy, las alternativas de decisión tienen que venir acompañadas de datos, de información y con software que faciliten la toma de decisión. Esto, sin tener en consideración la importancia de la inteligencia artificial, hace que los equipos de trabajo en las empresas necesiten de expertos en el análisis de datos y la toma de decisiones en base a la información aportada en grandes volúmenes.

    Según plantea Rodríguez, el comportamiento responsable de las compañías está impregnado en el ADN de la escuela de negocios. “Los ejecutivos hoy tienen que tomar decisiones en base al análisis de datos y el impacto de ellas no debe dejar de considerar las implicancias que tenga para la sociedad en la que nos desempeñamos. El comportamiento responsable es un ‘must’”, recalca. “En algunos programas se refleja como módulos y en otros como un programa completo, como nuestro Curso de Posgrado en Dirección Estratégica para el Desarrollo Sustentable. Asimismo, consciente de la importancia que adquiere, UADE Business School ha preparado un programa específico de Compliance”, agrega.

    Por otro lado, en cuanto a las habilidades blandas que el mercado requiere, el responsable de UADE asume que creatividad, persuasión y adaptabilidad son habilidades soft claves. “Sin perjuicio de ello, la esencia de la buena gestión se basa en el liderazgo, el trabajo en equipo, la negociación y la comunicación. Nuestra escuela tiene para cada área materias específicas que aggiorna escuchando permanentemente al mercado”, asegura.

    Para concluir, dice el secretario de posgrados en UADE Business School, “el foco está en que nuestros alumnos incorporen con nuestra oferta competencias ejecutivas generales y específicas según sus necesidades particulares de formación.

    Inculcar en nuestros alumnos la cultura del intrapreneurship y el entrepreneurship posibilitará a nuestros egresados sortear cualquier cambio que se produzca en la sociedad y estamos seguros de que la velocidad de ocurrencia de los mismos será cada vez mayor”.

     

    CAECE

    Conocimiento interdisciplinario

    y mirada creativa

    “El consenso es que vivimos en un mundo VICA: volátil, incierto, complejo y ambiguo”, sentencia Matías Mazza, docente y coordinador de la Usina de Emprendedores de la universidad. “Siempre lo fue y siempre lo será. Lo que ha cambiado es la escala, aceleración y alcance de estas implicancias, haciendo cada vez más cercana la necesidad de cambio constante”.

     

    “La densidad de información creció a un nivel en que debemos afrontar esta nueva aceleración con herramientas tecnológicas adecuadas y cambio de paradigmas más profundos”, indica Mazza.

    Según el vocero, los retos medioambientales, laborales, económicos y de desarrollo humano que atraviesa el mundo generan un grado de urgencia en la sociedad que impacta a todos los sectores. “El management está adoptando estrategias de creatividad, análisis y agilidad asociadas a otros ámbitos, como el diseño y sistemas, adaptando metodologías cruzadas combinando metodologías agiles para desarrollo de proyectos y gestión de equipos, de creatividad como Design Thinking y analítica de datos”, sostiene.

    Las organizaciones horizontales y equipos distribuidos responden a la demanda de un balance de vida/trabajo, movilidad y prioridades de las nuevas generaciones, mucho más independientes y comprometidas con un sentido de pertenencia. Las tecnologías de trabajo remoto están poniendo un reto y abriendo nuevas oportunidades para el desarrollo de la gestión. La exploración y experimentación crecieron más allá de la investigación académica, dando lugar a la innovación y emprendedurismo donde el mercado no es definido y requiere de habilidades de identificación de necesidades y desarrollo de nuevas soluciones, sumándose a las tradicionales centradas en la ejecución y eficiencia.

    En este marco, detalla, “las escuelas de negocios, como en casi todos los sectores, deben reinventarse a una velocidad inédita para mantenerse atractivas y relevantes. Utilizando la integración entre carreras, formando equipos interdisciplinarios, aprovechando prácticas creativas de negocios como el espíritu emprendedor, o fomentando y desarrollando habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas no predecibles y creación de nuevos modelos con una visión sistémica que den respuesta a mayor exigencia. Se están aplicando estrategias pedagógicas y didácticas de experimentación y vivenciales sumándose a la teoría necesaria para la conceptualización. Por ejemplo, el aula invertida, donde el alumno estudia el material teórico en su hogar mediante campus remoto, y en clase se promueve la interacción, práctica y desarrollo de nuevos conceptos”.

    A su vez, la abundancia de datos generados facilita el análisis de nuevos patrones que emergen, haciendo que la habilidad de la comprensión y utilización datos, el modelado de escenarios y patrones desarrolla el análisis de los mismos y el pensamiento algorítmico con herramientas como la inteligencia artificial.

    Formación en triple impacto

    “Los retos medioambientales requieren la comprensión de nuevos modelos de economía, como la economía azul, donde la utilización de los recursos debe ser sustentable, teniendo en cuenta otros aspectos de la práctica de los negocios que en paradigmas anteriores estaba puesto en la economía de escala”, continúa el vocero. “Claramente las organizaciones están siendo exigidas para que rindan cuentas más allá de la creación de valor económico financiero, dando lugar al desarrollo de la ética profesional de triple impacto donde se iguala la prioridad de las personas, el medio ambiente y el desarrollo económico”.

    “Evidentemente –concluye Mazza–, todas estas tendencias requieren nuevos perfiles cada vez más especializados técnicamente y a la vez con una visión más genérica y habilidades de trabajo blandas para adaptarse a equipos multidisciplinarios. El fin último de las universidades siempre fue el desarrollo del conocimiento y de profesionales que den respuesta a las necesidades emergentes. Los nuevos perfiles deberán ser capaces de integrar y comprender diversos saberes, trabajar en ambientes creativos y de experimentación, con gran resiliencia al fracaso y disposición a abandonar paradigmas que ya no se adaptan a los nuevos retos que emergerán de cara al futuro”.

     

    UCA

    Estrecha comunicación

    con el entorno

    “La constante transformación requerida la hemos logrado fortaleciendo la comunicación con diferentes stakeholders y analizando las tendencias en formación ejecutiva en el mundo”, dice Silvina Miceli, directora de Programas Corporativos de la Escuela de Negocios.

     

    Las escuelas de negocios son unidades académicas en permanente transformación, dado que, por un lado, tienen que responder a las demandas del mercado en relación con el tipo de capacitación que se necesita en el corto o mediano plazo, pero también deben pensar su oferta académica en vistas a la formación de líderes que puedan estar al frente de las organizaciones en el largo plazo. En este sentido, “Mantenemos una red viva de intercambio de experiencias con mandos medios y directivos de empresas de diferentes rubros, representantes del sector público, e incluso referentes de la sociedad civil”, asegura Miceli.

    Para analizar las tendencias actuales utilizan diversos mecanismos de relevamiento. “Por un lado, estamos siempre atentos al tipo de programas que dictan en otros b–schools (como Harvard Business School o el MIT). Eso nos permite conocer las tendencias internacionales. Pero también mantenemos conversaciones muy fluidas con diferentes stakeholders de nuestra organización. Así conocemos sus necesidades y preocupaciones actuales y su visión a futuro. Por ejemplo, nos reunimos de manera habitual con ejecutivos de diferentes empresas, referentes sociales, representantes del sector público, académicos, y, por supuesto, nuestros propios alumnos. En base a este relevamiento, pensamos soluciones desde la capacitación o la investigación aplicada que permitan ofrecer a nuestros destinatarios una oferta académica innovadora, dinámica y customizada a los diversos requerimientos que identificamos”.

    Miceli destaca también la importancia de la tecnología y la innovación en los programas curriculares. “Son actualmente un must transversal a todas las capacitaciones; ya no se puede pensar el mundo de las organizaciones sin considerar el impacto de los desarrollos tecnológicos tanto en el plano de la operación como en el de los equipos de trabajo. Además, los problemas actuales requieren pensar soluciones innovadoras”, enfatiza. Y complementa: “La analítica de datos es fundamental para entender a la organización y a nuestros clientes internos y externos. El desafío está en saber usar los datos, aprender a identificar cuáles son importantes de acuerdo con los objetivos, y que sean útiles para la toma de decisiones. No obstante, hay que destacar que no nos podemos quedar solo en Big Data; esos datos tienen que complementarse con Thick Data, que hace referencia a la información más cualitativa, la cual nos permite profundizar en percepciones y experiencias individuales o de grupo, y que ayudan a comprender al otro”. Teniendo en cuenta este escenario, continúa, “es esencial para todo profesional que gestione que entienda cómo usar los datos, no perderse en el caos, y, principalmente, leerlos con una mirada crítica”.

     

    Sustentabilidad como eje

    Por su parte, de acuerdo con la ejecutiva, la temática de sustentabilidad es transversal a todos los programas de la escuela de negocios e incluye temáticas como integridad, ética en los negocios, conciencia ambiental y relacionamiento con stakeholders. “Sostenemos en todas nuestras actividades un concepto de empresa o negocio integral, el cual incluye múltiples actores que aportan al éxito de la organización: accionistas, empleados, proveedores, distribuidores, clientes, y también las familias de los empleados, los sindicatos, el Estado y la misma comunidad”.
    Por otro lado, dentro de la Escuela de Negocios de la UCA existe un área a la que llaman negocios inclusivos, en la cual se desarrollan Programas de Formación para el Empleo. “El principal propósito de estos programas es fortalecer las posibilidades de inserción laboral de determinados grupos en situación de vulnerabilidad mediante la capacitación en aquellos puestos u oficios requeridos por las empresas que lo impulsan”, detalla. Los programas incluyen una formación integral que pretende no solo desarrollar las competencias técnicas vinculadas a la especificidad requerida en cada puesto u oficio, sino también incorporar una formación en valores, ética profesional y desarrollo personal que potencie las posibilidades de inserción y sustentabilidad laboral a largo plazo.

    Para concluir, la vocera de la UCA menciona que, más allá de las temáticas concretas que proyectan desarrollar y que se relacionan con tendencias a futuro (como fintech, neurociencias, Big Data, inteligencia artificial) el gran aporte que se puede hacer desde las escuelas de negocios a nuestros futuros líderes es el de aprender a trabajar. “De aquí la importancia creciente de las metodologías que se implementen en todas las disciplinas. Estas metodologías tienen que enfatizar el trabajo en equipo, la agilidad, la resolución de casos complejos, las competencias comunicacionales, la empatía. Sabemos que el desafío está en aprender que el éxito solo se alcanza de manera colaborativa”, finaliza Miceli.