La economía global se desplaza de la fabricación e industrialización, a los servicios. Y del mundo físico al digital. La educación no es un sector que quede al margen.
Millones de alumnos de escuelas primarias y secundarias, lograron a través de plataformas simples o más complejas, mantener contacto con los establecimientos educativos donde cursaban, digerir nuevos contenidos y desarrollar nuevas relaciones con docentes y capacitadores.
La educación online está en plena transición, de un producto ultra segmentado, a un elemento esencial en la experiencia de universidades y posgrados.
Desde la óptica de Mercado, en este informe especial se prefiere enfocar el futuro de la enseñanza universitaria, y en especial, de las escuelas de negocios. Los expertos educativos trabajan sin tregua con la misma meta. Cómo reaccionar frente a las nuevas exigencias planteadas por la crisis de salud, y a la par, como delinear la esencia de la actividad en el futuro, donde los cambios parecen ser gigantescos y muy veloces.
Todo lo relacionado con el ámbito universitario se origina en el siglo 16 y avanza desde entonces con cambios moderados cada vez, a ritmo tranquilo. Aquí fue el primer porrazo. Las nuevas circunstancias, junto con el alto nivel de desarrollo de tecnologías adecuadas, ha impuesto una velocidad de vértigo a todo el proceso.
El gerente general de una empresa debe resolver de inmediato cómo operar en un “brave new world”, cómo preservar a sus empleados, y cómo relacionarse ahora con sus clientes. Rectores, decanos y profesores (a los que tan seguido se los acusa de vivir en una torre de marfil), deben atender otro tipo de problemas.
Determinar, por ejemplo, si lo que viene será el final de las clases presenciales y del diálogo entre docente o alumno, o si por el contrario, a pesar del despliegue de nuevas plataformas tecnológicas algún tipo de contacto presencial será demandado. Del mismo modo se debate la calidad de la educación con profesores que ven numerosos alumnos en pantalla con muchos de los cuales no llegan a conversar.
Algunas universidades y escuelas de negocios que tenían alguna experiencia en educación a distancia, con distintas plataformas tecnológicas, las profundizaron. Otras hicieron la experiencia por primera vez. Pero todas ellas indagan en torno a la oportunidad de negocios que brinda la enseñanza a distancia.
Reputación, el gran tema
A las escuelas de negocios, más que el avance tecnológico les preocupa la reputación de la casa de estudios, si se la considerara exclusivamente por sus méritos en la enseñanza remota.
Hay otras consecuencias. Los estudiantes se preocupan por indagar si, en lugar del ámbito en el que venían estudiando, ahora online, no es mejor elegir otra casa de estudios que tenga sólida reputación y experiencia en el uso de la nueva tecnología educativa.
Por ahora la experiencia en los MBA es una “enseñanza híbrida”, en parte remota y en parte presencial. Los administradores han descubierto ahora otra gran ventaja de la enseñanza remota: atrae a estudiantes que nunca antes habían pensado en cursar en la universidad. De modo que la nueva realidad puede generar nuevos ingresos, o bien compensar la reducción que se operaría en el campo de la enseñanza presencial.
Se advierte rápido el potencial de nuevos alumnos que antes tenían vedado hacer un master. Por ejemplo, adultos con empleos demandantes, padres solteros, discapacitados, y también los estudiantes que prefieren ir a un ritmo no tan intenso como el del área presencial.
Pero hay un interrogante acuciante: ¿podrán mantener su prestigio las altas casas de estudio que abracen la educación a distancia?, ¿o lo presencial seguirá siendo central en cualquier juicio de valor?
En suma, toda la educación universitaria se está reinventando. Es raro ver grandes avances tecnológicos en la forma que la gente aprende. Ahora ha llegado ese momento. La gran novedad es la masividad del cambio tecnológico y las implicancias que supone.
En ese terreno, China está a la vanguardia, desde hace años, en la “edu-tech” y sus empresas que valen cifras millonarias, se preparar para exportar sus ideas y productos en este campo.