Nadie se hubiera atrevido a pronosticarlo unos pocos meses atrás. Es cierto que las grandes firmas mundiales en petróleo y gas, estaban diversificando inversiones y elaborando una estrategia para mejorar su imagen ante la opinión pública.
En especial, se instalaba el concepto de que el “big oil” estaba haciendo esfuerzos para reducir las emisiones de carbono.
Entonces ocurrió: con diferencias de horas, hubo resonantes derrotas en los directorios de los gigantes energéticos por obra de los inversionistas, y también en el estrado judicial.
Lo primero fue la rebelión en ExxonMobil. Un fondo de inversión activista, relativamente nuevo, logró poner dos directores independientes en el directorio.
La votación significó una resonante derrota para el CEO Darren Woods y una ratificación del descontento con la forma en que la compañía viene encarando el cambio climático y el decepcionante desempeño financiero de los últimos años.
Luego de una feroz campaña que demandó millones de dólares, Woods intentó reunir votos hasta el último minuto, pero no logró ganar respaldo para todos los directores que proponía.
BlackRock, el segundo accionista más grande de Exxon Mobil Corp, respaldó a los nuevos candidatos del fondo de cobertura Engine No. 1, que es fuerte crítico de la renuencia de Exon a diversificarse hacia la energía renovable.
¿Cómo se logró esta revolución?
La campaña que terminó sacudiendo al gigante petrolero con 130 años de historia fue liderada por un fondo relativamente joven llamado Engine No. 1. Luego, en poco tiempo, logró el respaldo de tres de los más grandes fondos de pensión de Estados Unidos, de los dos más grandes servicios de consultoría y de los tres mayores administradores de fondos. Blackrock, Vanguard y State Street, juntos, manejan más de 20% de las acciones de ExxonMobil.
En Chevron, que también celebró su reunión anual general, probaron su fuerza poniendo 61% de los votos en favor de una propuesta que requiere que la petrolera haga un gran recorte a las emisiones de gases de invernadero.
El mismo día, una corte holandesa ordenó a Royal Dutch Shell recortar 45% sus emisiones de carbono para 2030 en comparación con los niveles de 2019. La decisión podría sentar un precedente para casos similares contra las multinacionales contaminantes, incluida ExxonMobil, una de las empresas que más emisiones genera en el mundo.
El anuario sobre tecnología
Como es habitual, la edición de este mes –como todos los años– se concentra en los grandes avances y novedosos campos informativos que deja a su paso la incesante transformación de la tecnología.
En esta oportunidad, el informe lleva el nombre “El Qué se impone al Cómo en Tecnología de Información 2021” y se desarrolla a partir de la página 30.
Es que el mundo está poblado de datos estructurados y no estructurados que tienen o pueden tener impacto en el negocio. Quienes dirigen se van enterando rápidamente de la importancia que tiene esa marea de datos y se preguntan cómo hacer para dominarla. Y llaman a sus especialistas en TI (Tecnología de Información) para que les den una solución. Saben qué quieren, pero no cómo tenerlo.
Ya no hay departamento de TI que pueda bancar toda la investigación, prueba e implementación de una variedad tan grande de soluciones. Imaginen decidir y poner en marcha todo lo necesario para ejecutar confiablemente una multitud de variantes tecnológicas que requieren de alta especialización. No todos pueden tener un montón de científicos de datos, investigadores en inteligencia artificial, herramientas de orquestación con diferentes niveles y sistemas operativos, políticas de seguridad y un montón de cosas más.
El futuro de la telemedicina
El intercambio global de servicios digitales aumentó 15% en 2019, y abarcó telecomunicaciones, servicios de computación, y toda la gama de tecnología de la información (IT); y el año pasado trepó a 18% del total, con un incremento que lo llevaría a más de 20% en 2021.
ste boom del comercio por Internet lo encabezó en los últimos dos años el mercado de la telemedicina, que superaría más de US$ 175.000 millones en 2026, lo que implica un alza de 25% anual. Dentro de ella, hay un auge extraordinario de las consultas digitales que prácticamente duplican el promedio global.
Todo el sector, pero de modo especial el sistema de la medicina prepaga, está sintiendo esta verdadera revolución, que va a la par con los efectos globales de la pandemia, pero que además computa los efectos de la crisis sanitaria global, –y en nuestro país los costos y la inflación–, además de la renuencia oficial en actualizar aranceles. Así se explica en el documento que se despliega desde la página 58.