O’Keefe es una empresa de más de 40 años de trayectoria que ofrece una gran variedad de productos –desde grandes emprendimientos a campos y propiedades usadas– y un equipo interdisciplinario para dar un asesoramiento integral.
Su director comercial, Ignacio O’Keefe, asegura que, en un contexto duro para casi todas las actividades económicas y en especial para la construcción, las alternativas de compra “en pozo”, pagaderas en pesos, son una buena opción.
“2019 ha sido un año realmente complicado para la mayoría del mercado inmobiliario, movilizado únicamente por las oportunidades”, comenta el directivo de la firma. “La falta de crédito, la incertidumbre en año electoral y la pérdida del poder adquisitivo fueron algunas de las principales cuestiones a tener en cuenta. No obstante, 2020 se presenta con un panorama más claro y atractivo, donde el mercado financiero ha dejado de ser competencia directa de la inversión de unidades en pozo”, sostiene.
Esto tiene que ver con el hecho de que la compra de propiedades en pozo con valores de construcción más bajos y pagaderos en pesos seguramente resulte de interés para aquellos que tienen un sobrante en pesos, ya que los inmuebles se capitalizaran en dólares. “Los productos de mayor crecimiento serán principalmente pagaderos en pesos, de ticket bajo y cuotas accesibles, para así poder llegar a un mercado mayor, como, por ejemplo, loteos abiertos o departamentos chicos”. A su vez, los emprendimientos en pozo, al dar financiación privada y recibir pesos, son los inmuebles más requeridos por la población.
Niveles de precio más lógicos
Para reactivar un mercado que ya acumula unos cuantos meses a la baja, Ignacio O’Keefe asegura que “por el lado de los emprendimientos, frenar la inflación sigue siendo el mayor desafío, para así estabilizar los precios en pesos y lograr un recupero en la capacidad de ahorro de la gente. Y, por el lado del mercado de usados, será necesario el otorgamiento de nuevos créditos”. Sobre todo, teniendo en cuenta que, al ser un mercado históricamente dolarizado, esta limitación no deja de ser una nueva traba a un sector muy golpeado. “Los desarrollistas, al tener capacidad de compra de materiales, suelen aceptar pesos en parte de pago, pero esto resulta imposible para todo vendedor particular que tiene que salir a reponer su inmueble o atesorar en una moneda que se deprecia a más de un 40% anual”, explica Ignacio O´Keefe.
Y se refiere a los valores de las propiedades: “La tendencia a la baja en dólares de los últimos años ha llevado los valores a niveles más lógicos. Así y todo, los salarios siguen sin recuperar el poder adquisitivo suficiente como para acercar la vivienda a la mayoría de la población”, indica.