“En el ingreso a una nueva década, los CEO muestran niveles récord de pesimismo con respecto a la situación de la economía global y el 53% predice para este año que la tasa de crecimiento económico descenderá. Este indicador era del 29% en 2019 y apenas un 5% en 2018, por lo que se puede inferir que nos enfrentamos al mayor nivel de descreimiento desde que realizamos esta pregunta en 2012”.
Estas son algunas de las conclusiones de la 23° Encuesta Anual Global de CEO de PwC, lanzada en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
La desconfianza en el crecimiento económico global es particularmente significativa en América del Norte, Europa occidental y el Medio Oriente, con 63%, 59% y 57% de los CEO de estas regiones que pronostican un menor crecimiento global en el año que se inicia.
“Dada la prolongada incertidumbre a causa de las tensiones comerciales, cuestiones geopolíticas y falta de acuerdos en cómo encarar el cambio climático, esta caída de la confianza en el crecimiento económico no sorprende, aunque sí la dimensión y velocidad del cambio”, opina Bob Moritz, socio principal de PwC Global. “Estos desafíos que enfrenta la economía global no son nuevos, pero sí lo son la magnitud y velocidad con la que crecen. El tema crucial para los líderes reunidos hoy en Davos es: ¿cómo ponernos de acuerdo para abordar estos problemas”.
“Para aminorar el efecto de la desaceleración económica, los líderes de negocios deben focalizarse en las oportunidades que presentan los mercados, basándose en una estrategia ágil, objetivos bien definidos y la experiencia acumulada a lo largo de los últimos años que fueron muy desafiantes a partir de la irrupción de las nuevas tecnologías”, asevera Santiago Mignone, socio a cargo de PwC Argentina.
Confianza en el crecimiento
Mientras que los niveles de confianza son en general bajos en todo el mundo, se da una amplia variación de un país a otro: China e India exhiben los niveles más altos entre las grandes economías, respectivamente 45% y 40%, Estados Unidos 36%, Canadá 27%, el Reino Unido 26%, Alemania 20%, Francia 18%, y los menos optimistas corresponden a Japón, con apenas un 11% de CEO con “mucha confianza” en que los ingresos aumenten en 2020.
Cuando se les preguntó acerca de las perspectivas de crecimiento de sus propios ingresos, el cambio en la percepción de los CEO demostró ser un vaticinador del crecimiento económico global. Si se analizan los pronósticos desde 2008, la correlación entre su confianza en el crecimiento de los ingresos a 12 meses y el crecimiento real alcanzado por la economía global fue muy cercana.
Si este análisis se mantiene, en 2020 el crecimiento global podría disminuir a 2,4%, por debajo de muchas estimaciones, incluso de la predicción de crecimiento del 3,4% hecha en octubre por el FMI.
Las preocupaciones
El año anterior, cuando se preguntó sobre las principales preocupaciones que obstaculizaban el desarrollo de las organizaciones, el “crecimiento económico incierto” quedó fuera del ranking de las diez más elegidas, ocupando el decimosegundo lugar. Este año dio un salto a la tercera posición (34%), solo por detrás de los “conflictos comerciales internacionales” (35%) –otro riesgo que escaló posiciones en la agenda de los CEO– y la “excesiva regulación” (36%), que una vez más encabeza la tabla como la amenaza número uno para los CEO del mundo.
En el cuarto lugar del ranking aparecen los “riegos de seguridad informática” (33%) y completando el “top five”, la “incertidumbre política” (33%), que el año pasado ocupaba el segundo escalón.
En Latinoamérica, específicamente, el 53% de los CEO se mostraron muy preocupados sobre el crecimiento económico, constituyendo el porcentaje más alto en cuanto a la medición de esta variable, incluyendo a todas las regiones de la muestra.
“De las preocupaciones más citadas por los CEO argentinos (+95%), la incertidumbre en el crecimiento económico creció 12 puntos respecto del año anterior (cuando antes no figuraba entre las más mencionadas). Se mantienen en el “top five” (con algún punto de diferencia) la volatilidad del tipo de cambio, el incremento de la carga tributaria, la incertidumbre política y la inestabilidad social y populismo”, comenta Martín Barbafina, socio de PwC Argentina a cargo del área de Marketing y Comunicaciones”.
“Cuando se les consultó acerca de cuáles son las actividades que piensan llevar adelante durante los próximos 12 meses para impulsar el crecimiento, los CEO expresaron que la búsqueda de la eficiencia operativa sigue siendo la actividad destacada (74%), en sintonía con las respuestas regionales (83%) y globales (77%). El segundo lugar de importancia se lo otorgaron a lanzar un nuevo producto o servicio”, finalizó Barbafina.
Normativas para el ciberespacio
Al tiempo que los líderes empresariales de todo el mundo expresan abiertamente inquietudes acerca de una excesiva regulación, también prevén importantes cambios en la normativa para el sector tecnológico. Más de dos tercios cree que los Gobiernos introducirán nuevas leyes para regular los contenidos tanto de Internet como el de las redes sociales, contribuyendo a reorganizar el campo de incumbencia de las empresas tecnológicas más influyentes.
En cuanto a la participación de los Estados en las mencionadas regulaciones, las opiniones están divididas y el debate se plantea sobre si los Gobiernos debieran adaptar sus marcos normativos a los estándares emergentes, o establecer nuevos límites en la privacidad de los datos y moderación de contenido, teniendo en cuenta que si son excesivos se corren riesgos de inhibir la conectividad de datos entre fronteras, debilitar la efectividad de la ciberseguridad e incluso la innovación.
“En la actualidad no existe aún un marco global sólido que controle los ataques tecnológicos. El ciberdelito sigue en aumento y nos estamos enfrentando a adversarios cada vez más sofisticados que cuentan con tiempo y los recursos suficientes como para vulnerar los activos más valiosos de las organizaciones. El estudio arrojó que un 48% de los directores ejecutivos locales están preocupados por la ciberseguridad como una de las amenazas a las que deben enfrentarse día a día. No hay lugar a dudas, de que la digitalización expone a las empresas a nuevas vulnerabilidades, lo que hace que la ciberseguridad y la privacidad de datos sean más importantes que nunca en todas las industrias”, finaliza Mignone.
El desafío de actualizar la capacitación (upskilling)
Aunque la escasez de habilidades sigue siendo una de las preocupaciones más importantes para el crecimiento, todos concuerdan en que la actualización de los programas de capacitación es la mejor manera de acortar esta brecha, aunque, en este campo, queda mucho por hacer. Solo el 18% de los CEO informan un “progreso significativo” en la actualización de sus programas.
“El upskilling será uno de los emergentes fundamentales que se debatió en Davos, y los líderes de negocios, educadores, gobiernos y la sociedad civil deberíamos trabajar en conjunto para asegurar que las personas estén empleadas en un trabajo productivo, con un propósito y gratificante. La Cuarta Revolución Industrial introdujo nuevos modelos de negocios y formas de trabajo que requieren renovadas habilidades técnicas, digitales y sociales y este tema requiere estar en la agenda de los directorios” opina Santiago Mignone.
Cambio climático: ¿desafío u oportunidad?
Si bien el cambio climático no figura entre las diez principales preocupaciones que afectan las perspectivas de crecimiento para los CEO, sí expresan un reconocimiento cada vez mayor de los aspectos positivos de participar activamente en reducir su huella de carbono. Comparando las respuestas con los resultados de una década atrás, hoy día los directivos opinan que invertir en iniciativas relacionadas con cambio climático implicaría una ventaja en la reputación (30% en 2020 frente a 16% en 2010), y el 25% –comparado con el 13% en 2010–, afirma que las iniciativas de cambio climático abren nuevas oportunidades de productos y servicios para su organización.
Metodología
PwC realizó 1.581 entrevistas a CEO en 83 países entre septiembre y octubre de 2019. La muestra está ponderada por el PBI nacional para garantizar que las opiniones de los CEO estén representadas de manera justa en las principales regiones. El 7% de las entrevistas se realizaron por teléfono, 88 % en línea, y 5% por correo postal o de manera presencial. Todas las entrevistas cuantitativas se llevaron a cabo de forma confidencial. El 46% de las empresas tenían ingresos de mil millones de dólares o más; el 35%, entre cien millones y mil millones de dólares, y el 15% hasta cien millones de dólares. El 55% de las empresas eran de propiedad privada.