En ese momento era la sexta economía mundial. En las décadas siguientes se deterioró su posición hasta quedar en el doceavo puesto de este ranking global.
Pero en los últimos tiempos volvió a ser la sexta economía global y avanza con buen ritmo de crecimiento. El bloque que integran China y Rusia estaría feliz si la India formara parte protagónica del grupo.
Pero Nueva Delhi, a pesar de que puede ser gran comprador de petróleo y gas ruso (ahora que toda Europa sanciona a Moscú y dejar de comprar combustibles que son el eje de su poderío económico) tiene sus propias aspiraciones en el sudeste asiático y no le atrae que China sea la súper potencia mundial en su competencia con Estados Unidos.
Este escenario, que recién se empieza a vislumbrar con toda su gama de alternativas, implica un cambio inmenso de geopolítica. Si a ello se suma altos intereses, crecimiento de la deuda, caída en la productividad, el resultado es una gran lentitud económica.
Es cierto que el mundo está lleno de problemas: crisis de alimentos y de recursos energético, enorme desigualdad en las poblaciones, inflación galopante, y hasta guerras presentas y futuras. Pero también lo es que hay que delinear las estrategias para resolver estos problemas.
Este nuevo escenario y las dramáticas implicancias que tiene de modo global, parece ser la realidad determinante de este siglo.
Sobre estos temas indaga la sección Portada de esta edición, a partir de la página 28. Al producto periodístico se le suman opiniones calificadas que ayudan a ampliar el campo de reflexión.
Mujeres en los directorios
El otro plato fuerte de esta edición es una original investigación anual que Mercado realiza anualmente junto con la consultora KPMG (su desarrollo completo a partir de la página 55) donde se precisa cuántas directoras titulares (también las suplentes) figuran en las 1.000 empresas que más venden en Argentina, otro clásico anual de Mercado.
Esta vez es un aniversario que invita a celebrar y a reflexionar. Por quinto año consecutivo se publica este informe que se ha convertido en la referencia obligada para todos quienes incursionan en el tema.
Lo que permite a estudiosos, consultores y especialistas en recursos humanos establecer comparaciones, comprobar avances o lamentar retrocesos.
En todo el mundo el tema ha ganado lugar y la bibliografía es cada vez más abundante. En las páginas que siguen, además de datos duros que por primera vez se relevan en forma sistemática, hay opiniones locales que enriquecen el tratamiento del tema.
En el campo internacional vale recordar la existencia de un club exitoso. La celebración fue nada menos que en la Bolsa de Londres. En ese mirador –y centro de atracción global– acaba de celebrar su décimo aniversario el “Club del 30%”. Una asociación cuyo objetivo es lograr que más mujeres obtengan cargos en directorios y a nivel dirección ejecutiva.
Desde su creación en 2012 con ocho empresas, es ahora el mayor esquema de este tipo en el mundo, con una participación de más de 680 empresas en 30 sectores y en 50 países. Cuando la baronesa Helena Morrissey inauguró el club, solo el 12% de los directores de las principales juntas directivas del Reino Unido eran mujeres; ahora esa cifra es de casi el 40%.
30% es el número mágico en el que las investigaciones demuestran que hay suficiente presencia en un grupo para que las mujeres no se sientan como meras figuras.
Un aspecto clave fue que hombres de alto nivel asesoraban a mujeres más jóvenes de otras empresas. “Desde el principio, los CEO y los presidentes de directorio masculinos actuaban como mentores de alumnas de otras empresas”, dice Morrissey. “Esto les permitió conocer de primera mano la experiencia de lo que era ser una mujer joven o una persona de color en una gran empresa del Reino Unido. Muchos habían dicho al principio que no entendían qué era lo que preocupaba a las mujeres; después del periodo de asesoramiento reconocieron que nunca se habían tocado esos temas en sus propias empresas”.
Los expertos en Recursos Humanos creen que la respuesta a por qué las mujeres no están debidamente representadas en los directorios, sostienen que los trabajos de alto nivel requieren horas extremadamente largas, la devoción de las mujeres a la familia les hace imposible poner esas horas, y sus carreras profesionales sufrir como resultado.