Fin de una era en un mundo convulsionado

    Lo que ha quedado definitivamente en claro es que la calificación de “izquierda o derecha” resulta –como menos– obsoleta. Si no es así, deberíamos aceptar que tal como Marina Le Pen es la representación más cabal del pensamiento de la derecha francesa, antiglobalizador y propenso al autoritarismo y el populismo, entonces el Presidente Emannuel Macron –que triunfó en primera y segunda vuelta– es la actual versión de la izquierda.

    Algo inimaginable o defendible. Pero también algo parecido a lo que ocurre en todas las latitudes del planeta, desde los EE.UU. de Donald Trump, en Gran Bretaña con el Brexit, o en la Hungría de Orban (e incluso en la Rusia de Putin).

    Pero si es cierto que el liberalismo que acompañó el desarrollo del capitalismo e instituciones democratizadoras, está en medio de una crisis que parece terminal. El neoliberalismo (propulsor de la globalización a escala planetaria, también percibe las serias resquebrajaduras del edificio que legó la Segunda Guerra Mundial.

    Ahora el conflicto es entre globalizadores y antiglobalizadores, entre nacionalistas e internacionalistas.

    Pero en el escenario de los grandes debates y tendencias, hay muchas más novedades. Por ejemplo, la hegemonía económica mundial, como la debaten entre Estados Unidos y China (ésta, últimamente, en muy buena relación con Rusia que pretende ser reconocida como una gran potencia militar). Pero la competencia china–estadounidense es, con toda probabilidad la que marque el destino de este siglo. Por lo cual es preciso analizar en detalle la política que adopta cada uno de estos superpoderes.

    Pero hay más ingredientes que terminan con esta época para recibir a otra, de la que es difícil avizorar el rumbo.

    La velocidad de la disrupción tecnológica era impensable hace poco. La pandemia fue una plaga mundial, impulsó el avance de la biotecnología y amenaza convertirse en recurrente.

    La digitalización avanza en forma vertiginosa (hay analistas que aseguran que se avanzó diez años en apenas unos meses, con sus logros y también sus consecuencias).

    No se puede soslayar el peso de una guerra que parece un conflicto localizado entre Rusia y Ucrania cuando el resto del sistema internacional toma partido por uno u otro de los contendientes.

    La tecnología trae otros problemas. Media docena de empresas son las más valiosas del mundo y buscan soslayar la intención reguladora de los Estados. Un buen ejemplo es Elon Musk, líder en la nueva industria automotriz, a la vanguardia de la actividad privada en el espacio, y ahora nuevo propietario de Twitter, con la revolución que promete en todas las redes sociales.

    Lo que parece estar en curso es una redefinición intensa del acervo liberal de las democracias tradicionales y una reformulación trascendente de los vínculos con los Estados–Nación.

    En cuanto a las ideas de los empresarios y de las teorías que alimentan el campo de la gestión empresarial, el cambio es inmenso. El tipo de globalización imperante durante las últimas tres décadas ha llegado a su fin. Es un punto de inflexión donde convergen el orden mundial y sus consecuencias geopolíticas, las tendencias macroeconómicas, y los mercados de capitales.

     

    Informes destacados en esta edición

    Para acompañar este tremendo nuevo escenario que hemos descripto, la actual edición se ocupa, además, de cuatro temas sustantivos. Todos ellos, de una u otra manera incursionan en el nuevo escenario global.

    El primero de ellos es el Anuario de talento (Portada, desde la página 44). Su agenda ha cambiado de modo irreconocible. El nuevo rol del área y la importancia de los liderazgos para el equipo de gestión; nuevas estrategias y herramientas para detectar talento y para mantenerlo.

    El segundo, un informe especial. “La nueva agenda del CEO en la era post pandemia”, un producto periodístico en colaboración entre la consultora EY y Mercado. Entre los directivos de empresa se abre camino la percepción de que ha llegado el momento de hacer cambios sustanciales en sus organizaciones.

    Que habrá un modo diferente de gestionar la empresa, de reclutar y retener talento. En suma, de gestionar de manera diferente (Informe, desde la página 24).

    El tercero es Cómo se rinde cuentas en RSE y Sustentabilidad (Dossier, desde la página 76). La evolución veloz del informe donde la empresa explicaba su estrategia, programas y logros en el campo de la Responsabilidad Social Empresaria. Ahora los informes fueron enriquecidos con los conceptos como ASG (Ambiente, Sociedad y Gobernanza), nuevos indicadores y transversalidad en el proceso.