La química al servicio del futuro sustentable

    ESTRATEGIA | Empresas

    Por Florencia Pulla

    Por Florencia Pulla

    En San Pablo, la grandeza de la Avenida Paulista, la médula espinal de la ciudad que divide el sur próspero del norte desigual, es un signo de los tiempos que corren en Brasil: pujante, es el centro de inversiones y nuevos desarrollos industriales y de servicios que la han elevado al lugar de la sexta economía del mundo. La empresa de químicos Basf la eligió como una de las paradas del We Create Chemistry Tour, la única en América del Sur, para presentar el Marketplace of Innovations 2012 al público latinoamericano. Allí se presentaron 21 soluciones que apuntan a satisfacer las necesidades, presentes y futuras, de una sociedad en constante cambio.
    En los 21 stands se pudieron escuchar presentaciones sobre los nuevos desarrollos para las diferentes unidades de negocios de la compañía: agro, plásticos, productos de performance, petróleo y gas, y químicos. Desde pinturas antibacteriales para hacer las casas más seguras hasta un auto Smart del futuro, cuyo prototipo se vio por primera vez en el salón del automóvil de Frankfurt el año pasado, Basf deja poco espacio para que el futuro sea diseñado por sus competidores.

    En épocas de crisis, hay que sacar ventaja
    “La innovación siempre será un factor importante para la empresa de cara al futuro y, de hecho, es parte de nuestra estrategia. Si se para la innovación, se para el desarrollo. La tecnología avanza y frenarse sería potencialmente destructivo. La empresa no dejará este camino porque el mundo esté en crisis. Al contrario, es el momento de prepararse y tomar envión para cuando la economía tenga un poco de auge de nuevo; más impulso”, así define Claus Wünschmann Lenz, director ejecutivo de Basf para la Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, la estrategia de la empresa de manera exclusiva para Mercado, uno de los medios invitados a visitar la exposición.
    En un contexto de desaceleración de la economía mundial, este enfoque podría resultar sorprendente: mientras otras empresas han acotado sus presupuestos para invertir en innovación, la empresa alemana –que cumplió 147 años, un verdadero peso pesado en la industria química– decidió ver en los desafíos de cara al futuro una verdadera oportunidad de negocios. Apuestan a soluciones impactantes, que hagan la diferencia, y se ponen una meta: para sostener y alimentar un mundo con 9.000 millones de personas hacia 2050 se necesita trabajar y rápido.
    “Como empresa proveedora de otras industrias tenemos una doble responsabilidad: por un lado, mantener a nuestros inversionistas contentos y, por el otro, seguir proponiendo nuevos caminos de innovación para que nuestros clientes sean exitosos. Frenarse tendría consecuencias en el mercado, nosotros queremos que la rueda de la innovación siga girando”, dijo Wünschmann Lenz.


    C. Wünschmann Lenz

    La hora de los países emergentes
    Alfred Hackenberger, presidente de Basf para América del Sur, habla con la lógica de un científico. Doctor en química orgánica de la Universidad de Saarland, en Alemania, llegó a su cargo actual después de 30 años en la compañía. En su presentación, resaltó el papel de los países emergentes en el crecimiento futuro de la empresa, entre los que se encuentra todo el bloque latinoamericano, con Brasil a la cabeza.
    Para ilustrar esta tendencia Hackenberger destaca la inversión realizada en una planta en la ciudad de Camaçari, en Bahía, Brasil: se invirtieron allí € 500 millones para la creación de un complejo productivo de escala global para la producción de ácido acrílico, acrilato de butilo y polímeros superabsorbentes. Es la primera de su estilo en América del Sur y la inversión significó también el mayor aporte de Basf en sus 100 años de presencia en la región.
    Valiéndose de un gráfico, Hackenberger explicó la curva de ventas en mercados emergentes en los últimos 10 años y pronosticó un crecimiento superior hacia 2020: “En 2001, 75% de las ventas pertenecían a economías desarrolladas y solo 21% a mercados emergentes. En 2010, se vio un crecimiento sorprendente: 66% de las ventas seguían viniendo de mercados estables pero 34% ya provenían del resto del mundo. Hacia 2020 esperamos que la proporción sea 55% versus 45%”.
    Wünschmann Lenz refuerza esta idea y suma a la Argentina. Aunque descartó inversiones de ese calibre, tiene una mirada optimista sobre el futuro. “El mercado argentino tiene un rol muy importante para Basf en Sudamérica, es el segundo más grande detrás de Brasil. Es decir, no es solamente un complemento, sino que tiene una importancia intrínseca por el tamaño de su mercado. Además, el agro para la Argentina es el negocio más importante; un interés que comparte con nuestra empresa”.


    Alfred Hackenberger

    La sustentabilidad, un gran negocio
    La empresa actualmente emplea a más de 111.000 personas, de los cuales un porcentaje importante son científicos. Con ventas anuales que alcanzan los € 73.500 millones Basf triplica las sumas que otras empresas del sector dedican a innovación y desarrollo. En América del Sur sus ingresos llegaron a € 4.400 millones en 2011.
    El CEO para la Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia dice que estas inversiones solo son posibles porque la empresa tiene una visión a largo plazo. “Creemos que a través de la innovación se puede crear un futuro más sustentable. Si bien es cierto que estamos en crisis, eso no debería desmotivar. Algunas de nuestras soluciones, como el maíz resistente a la sequía, llevan más de 10 años de inversión en investigación y desarrollo para ser comercializadas. Nuestro enfoque siempre es largoplacista”, explica.
    Siguiendo la máxima de que un optimista ve una oportunidad en cada calamidad, Basf percibe en la sobrepoblación –serán 9.000 millones de personas viviendo en el planeta, hacia 2050– y en la escasez de recursos naturales una oportunidad de negocios. Entiende que la clave del futuro estará en una producción de alimentos más eficiente y en la conservación y explotación de energías renovables. Con esto en mente, algunos de las soluciones presentes en el Marketplace of Innovations parecen salidas de una película de ciencia ficción.
    Uno de los productos más significativos para la región, y que en la Argentina produce la marca Casablanca, es la pintura antibacteriana que, al producir una mutación en el ADN de los microorganismos, impide la reproducción de bacterias como las que producen salmonela o escherichia coli. El maíz resistente a la sequía, de importancia vital para la producción de alimentos en un contexto climático complejo, se logró insertando un gen en el genoma de las plantas de maíz que reduce el impacto del estrés hídrico en el rendimiento. En alianza con Monsanto, esperan desarrollar cosechas que satisfagan una demanda en constante crecimiento. La introducción inicial comenzará en Estados Unidos en los próximos meses.
    Aunque de menor importancia estratégica, Basf también ha desarrollado tecnología para el consumidor del futuro. Las pantallas OLED muestran colores brillantes, son flexibles y delgadas y consumen solo la mitad de electricidad que las lámparas de bajo consumo. La introducción de estas planchas delgadas en los hogares permitiría un consumo más responsable del entretenimiento.
    Del lado de los automóviles, el prototipo del Smart de Daimler, que se presentó el año pasado en el Salón del Automóvil de Frankfurt, presenta mayor eficiencia energética por su construcción liviana y un menor impacto en la producción de carbono. No es una mala idea que Basf invierta en repensar el auto: es el mayor proveedor mundial de productos químicos para la industria automotriz y, por lo tanto, aumentar su participación en los autos del futuro es un buen negocio. Aunque no hay una fecha exacta para su producción masiva, el auto tendría paneles solares, espuma de poliuretano para el aislamiento térmico y llantas de plástico.
    Aunque el futuro es incierto y las soluciones que propone Basf, en algunos casos, son solo bocetos, las miradas innovadoras de los científicos que intentan ofrecer productos para las diferentes industrias se fundamentan en una fuerte inversión en el presente que no deja de motivar a socios, clientes, académicos y observadores casuales.