Innovación, caos organizado


    Por Sebastián Inchauspe (*)


    Sebastián Inchauspe

    Los talleres sirven, los gurús (algunos) lo saben y ayudan a nuestros equipos en ese camino. Pero la innovación no es sólo creatividad. Creatividad es la capacidad de crear, de inventar y la innovación es poder convertir en realidad una nueva solución para una necesidad. Es por eso que esta última se alimenta de la primera, pero la supera.
    La innovación incluye desde la mejora incremental, modificación en un producto o un proceso, hasta el desarrollo de una nueva tecnología. También el desarrollo de un nuevo modelo de negocio o un nuevo diseño de empresa. Estos últimos casos lo llamamos innovación disruptiva.
    La innovación tiene tres pilares fundamentales: (1) liderazgo; (2) cultura; y (3) marco de trabajo.
    Para impulsar una innovación sustentable se requiere un convencimiento del liderazgo de la empresa, respecto a la importancia de la misma para el liderazgo en el mercado. Particularmente desde el esquema de incentivos, para darle prioridad en la agenda de los ejecutivos. Un ejemplo es lo que hace 3M qué se autoimpone lograr un 50% de las ventas con nuevos productos (lanzados en los últimos 5 años).
    Un liderazgo convencido requiere gestionar la cultura organizacional respecto a dos aspectos críticos para la innovación: el riesgo y la gestión del error.
    Las organizaciones establecidas suelen estar diseñadas para sentir aversión por el riesgo, estando todo preparado para que sea mayor el beneficio de mantener el status quo y no correr riesgo. Y en el mundo de la innovación, especialmente la disruptiva, mitigar el riesgo a los niveles de un negocio conocido, es una utopía. Por lo que suele pasar que estas innovaciones se estancan.

    Gestión del error
    El otro aspecto relevante para una cultura de innovación, es la gestión del error. Una vez más, en las empresas establecidas se castiga la equivocación bajo la creencia de que un gestor efectivo es aquel que conoce el trabajo a realizar de antemano. Puede ser una creencia útil en ese contexto pero no lo es para la creación de algo nuevo, ya que muchas veces no hay experiencias anteriores sobre las cuales aprender, ni libros dónde estudiarlo.
    Se hace necesario aprender a partir de la experimentación; sin poder asegurar que el resultado del experimento sea el adecuado ni exitoso. Por ejemplo, se estima que un nuevo emprendimiento en Silicon Valley, una vez que empieza a operar, tarda 2 años en encontrar el modelo de negocio que le va a permitir alcanzar la rentabilidad.
    Pareciera que en innovación es todo cuestión de liderazgo y cultura. Una cultura en la cual hay que fomentar el error y correr riesgos ¿Y dónde quedaron años de estudio de grado y posgrado?
    En este punto toma relevancia el concepto de marco de trabajo, en el cuál debe encausarse la innovación. Este marco contiene políticas, procesos y metodologías. En nuestra experiencia, cada empresa debe diseñar un marco propio que refleje el ciclo de maduración y la cultura organizacional. No obstante, hay algunas metodologías que creemos son fundamentales para innovar. 
    Una de ellas es el diseño centrado en el usuario (Design Thinking). Esta metodología permite asegurar que al momento de innovar, nos focalizaremos en resolver un problema real que el usuario tiene y no en lo que sabemos hacer y queremos venderle al usuario. Es la principal metodología que usan en los ecosistemas innovadores del mundo (Silicon Valley, Tel Aviv, Londres, etc.).
    Hay múltiples maneras de aprender de esta metodología y sus herramientas en Argentina hoy. Desde cursos online hasta talleres de un día, pasando por materias en diferentes maestrías. No obstante, hay pocas oportunidades de poder capacitarse junto a profesionales cuyo trabajo diario es implementar estas metodologías en los principales ecosistemas de innovación del planeta. Y mucho menos que esos profesionales certifiquen al final de la capacitación si se fue capaz de aprender. 
    Es por eso que creemos necesario que la implementación de la metodología Design Thinking sea llevada a cabo por profesionales certificados por los especialistas del mundo en el tema.

    (*) Socio de Estrategia e Innovación de Auren.