Por Florencia Culshaw
Myrna Polotnianka
“En los próximos años, en el mundo habrá un crecimiento menor que el promedio histórico del siglo pasado y la sustentabilidad será fundamental para apuntalar el progreso. Por ello, las empresas debemos ser virtuosas en detectar dónde podemos generar mayor impacto social positivo y realizar acciones consecuentes con este paradigma”, señaló Myrna Polotnianka, gerente de Comunicación Corporativa y Sustentabilidad de L’Oreal.
A su entender, la sustentabilidad es un cambio cultural imprescindible en el siglo 21, en el que se ven involucrados los gobiernos, las empresas y la sociedad civil. “L’Oréal tiene un legado muy fuerte en esta materia. Lograr el balance entre nuestro éxito como empresa y las necesidades de la sociedad siempre ha sido parte de nuestra manera de enfocar el negocio”, señaló.
Cuatro ejes de compromiso
L’Oréal define cuatro áreas de compromisos de sustentabilidad dentro del programa “Sharing Beauty with all” (Compartir la belleza con todos).
En innovación: sus productos cuentan con una nueva fórmula que reduce la huella ambiental y utiliza materias primas renovables. También el empaque tiene un perfil ambiental mejorado.
En el proceso de producción: la meta es reducir 60% la huella ambiental y de las emisiones de CO2, originadas en el transporte de las plantas y los centros de distribución. Asimismo, reducir 60% el consumo de agua por unidad terminada.
En el consumo: la compañía facilita información a los consumidores, a fin de que realicen elecciones de consumo sustentable.
Con sus empleados, proveedores y comunidades. La empresa procura que su personal tenga acceso a cobertura de salud, protección social y capacitación en todo el mundo; la meta es hacer crecer el programa de proveedores sustentables para que brinden ayuda a más de 100.000 personas de comunidades vulnerables en materia de empleo.
Avances cuantificados
A escala global, la compañía da cuenta de logros en sustentabilidad que han sido monitoreados por auditores externos: Deloitte& Associes y Pricewaterhouse Coopers:
En 2015, 74 % de los productos renovados mejoraron su perfil ambiental.
Desde 2005, se redujo 56% las emisiones de C02 y 45 % en el consumo de agua en las plantas y centros de distribución.
Desde 2010, se obtuvo un descenso de 31 % en el volumen de desechos en plantas y centros de distribución.
En 2015, más de 60.000 personas de comunidades menos favorecidas accedieron a empleos dentro de la compañía. Y 2.700 mujeres en situación crítica recibieron capacitación vocacional en forma gratuita como parte del programa “Beauty for a better life” (Belleza para una vida mejor), con el apoyo de Fundación L’Oréal.
Polotnianka afirma que L’Oréal es la 14° empresa más sustentable del mundo, de acuerdo al Ranking Corporate Knights 2016 Global 100, y la número 1 sobre Liderazgo en clima, por gestión de su huella de carbono, según el Ranking Carbon Disclosure Project, difundido en la cumbre COP21.
Innovaciones
Como productos innovadores a favor del medio ambiente, Polotnianka destaca a Biolage de L’Oréal, que protege la biodiversidad. Otro caso es My UV Patch de La Roche–Posay, el primer parche electrónico inteligente capaz de medir la radiación UV, por lo que se puede identificar el protector solar adecuado para cada nivel de exposición al sol. Se lanzó en 16 países y la Argentina es uno de ellos.
También está “Énergie de Vie”, una hidratante de Lançome de larga duración, que se ha desarrollado para preservar el capital energético de las células y reforzar el potencial de autodefensa de la piel.
Alianzas y programas
En la Argentina, la empresa lleva adelante programas vinculados a la sustentabilidad en articulación con 33 fundaciones, entre ellas Fundación Pescar, Red Solidaria, Fundación Sí, Unicef, Fundación Natalí Flexer, Alianza Ãrboles.
Algunos de las iniciativas más relevantes son el “Skin checker” (La Roche-Posay realiza chequeos gratuitos de lunares en distintos lugares de la Argentina), “Acqua for life” (Armani suministra agua potable a comunidades carentes de este recurso), “Por las mujeres en la ciencia” (que promueve la participación de las féminas en el ámbito de la ciencia; este programa ganó el Premio L’Oréal–Unesco), y “Belleza por un futuro” (que brinda capacitación gratuita en maquillaje y peluquería en sectores vulnerables).
Bagó
Una necesidad de largo plazo
Considerada como parte esencial del capital de una empresa y de su valor de mercado, en este laboratorio farmacéutico desarrollan acciones de RSE desde 1934. En el proceso, el concepto se fue transformando e instalando una visión de largo plazo, y soslayando la clásica mirada asistencialista.
Por Guillermina Fossati
Hernán Da Cunha
Laboratorios Bagó es una empresa 100% argentina, liderada por los hijos de su fundador, Sebastián Bagó, y con la tercera generación en la dirección de la firma. Esta continuidad hizo que la sustentabilidad evolucione sin bajar un escalón dentro de los intereses de la firma, pero sí transformándose y siendo hoy un factor clave para el sostenimiento económico. Hernán Da Cunha, gerente de Relaciones Institucionales, explica el pensamiento de la empresa de capitales locales en un mundo globalizado.
–¿Qué es la sustentabilidad y cómo trabajan día a día ese aspecto en términos concretos?
–La sustentabilidad es una parte estructural de la empresa, dentro de la cual a través de los programas de RSE se desarrollan tres aspectos: educativo, cultural y social.
El desarrollo sustentable es una visión de largo plazo. Desde 1934 hasta hoy hubo una transformación, pero hablar de sustentabilidad es la consecuencia de haber recorrido un proceso y entender lo sustentable como un camino hacia la sostenibilidad de la compañía, como una necesidad y un factor competitivo de la industria que permite sostener sus recursos, entorno y capital humano en el mediano y largo plazo.
–Hablan de sustentabilidad como un factor competitivo de la industria. Y sus programas datan de largas décadas. ¿Esto quiere decir que desde hace años la contemplan como clave para el sostenimiento y crecimiento económico?
–Exactamente. Además en Bagó la sustentabilidad no fue el resultado de una definición establecida como política de arriba hacia abajo, sino que fue consecuencia de un largo proceso de transformación de la compañía.
–Más allá del laboratorio, y mirando al mundo globalizado: ¿hoy puede haber crecimiento económico sin un programa de RSE?
–Es fundamental tener una visión integral. Tiene que ser una filosofía de trabajo. No es factible entender el largo plazo de la compañía en un contexto social que no tenga la misma expectativa de desarrollo que la dimensión económica o ecológica.
La sustentabilidad no tiene que ver con una dimensión altruista, sino con una necesidad de continuidad de la empresa y de una mirada a largo plazo como ciudadanos, consumidores, y empleados.
–¿Es un camino de ida?
–Es un camino sin retorno para el desarrollo económico. El desarrollo económico no es factible sin un desarrollo similar de lo social y ambiental.
–Muchas empresas trabajan en programas concretos para reducir desechos, consumos, etc. ¿Qué resultado me puede comentar en esos campos?
–Dentro del compromiso con la sustentabilidad involucramos a todo el personal. Se definen objetivos anuales y se hace rendición de las metas. Uno de los ejemplos en el que se obtuvieron buenos resultados es en la reducción del uso del agua, que es fundamental en el proceso de producción de una empresa farmacéutica, por la calidad del agua (purificada) que debe ser superior a la de una red domiciliaria. El uso racional de ese recurso es imprescindible por una cuestión económica, porque es un recurso que hay que producirlo.
–¿Cómo es el nivel de concientización de los CEO argentinos sobre este tema?
–Hubo una transformación cultural que tiene que ver con cuestiones más globales y no locales. De alguna manera se transformó el rol de los consumidores en términos económicos, de los ciudadanos en términos culturales, y de la empresa como actor económico.
–¿En término de valor de mercado, estas acciones, aportan al valor de una empresa?
–Aportan desde lo económico, en término de hacer más eficiente el uso de los recursos. Además, en el contexto empresarial, estas acciones se valoran en términos de capital de una compañía y la sustentabilidad económica tiene que ver con una perdurabilidad mayor de la empresa que otras que quizás no están viendo el futuro de su subsistencia. En este sentido, desde lo económico financiero, es más valorado y se convierte en un factor a evaluar.
–¿Es importante que el consumidor conozca las acciones de RSE, o basta con informarla a los actores con los que se relacionan directamente?
–Es importante comunicar, pero en el futuro la sustentabilidad se convertirá en un commmodity, por lo cual no importará la calidad de la sustentabilidad que se realiza. Inicialmente era una cuestión de convicción de ser un buen vecino, hoy tiene que ser más desarrollado para que pueda ser valorado por el resto de la comunidad. Lo importante es que la comunicación sea un resultado de la convicción y no que la sustentabilidad se convierta sólo en una política comunicacional. Sino no estaría transmitiendo un valor genuino de la compaña.
Natura
Creer en el poder de la inteligencia colectiva
Vivimos en un mundo globalizado y posmoderno, que exige tanto a Gobiernos, empresas, individuos y organizaciones, convertirse en actores sociales para asumir la responsabilidad de construir una cultura solidaria y comprometida con nuestro presente y nuestro futuro.
Por Sabina Zaffora (*)
Sabina Zaffora
El futuro de la humanidad exige desarrollar un modelo que supere al actual, basado en la extracción, producción y descarte y, al mismo tiempo, obtener un crecimiento sostenido, promoviendo el consumo, y entendiendo que los recursos naturales no son infinitos.
Son innumerables los estudios y las evidencias de que los modelos económicos y culturales que prevalecen en el mundo son insostenibles. Pero, a su vez, se está gestando un movimiento planetario de concientización y búsqueda de soluciones para llevar a la humanidad a un futuro más equilibrado y justo. Creemos que un factor de éxito para las empresas en este escenario es la agilidad para identificar las nuevas expresiones de sus fundamentos, alineadas al espíritu de época en este tiempo de transformación.
Natura está en pleno movimiento de asimilación de esta realidad. Un importante paso fue comprender que la búsqueda del “bien estar bien” en el mundo actual es promover belleza, placer y sustentabilidad al mismo tiempo. Es estar presente en la vida del consumidor en el momento y la forma que él prefiera. Es poner todas las estructuras de la empresa al servicio del desarrollo de nuestras consultoras. Es crear plataformas colaborativas que permitan administrar esa red que busque innovación con velocidad y calidad. Es organizarse y reorganizarse de forma flexible en el día a día, de acuerdo con las circunstancias y las necesidades. Es innovar con la agilidad de una start-up y, para poder generar cambios profundos, ganar escalabilidad en la sustentabilidad como empresa global.
En 2014, Natura lanzó la visión para 2050 y obtuvo la certificación de Empresa B. Haber alcanzado esta certificación es un gran logro y confirma el compromiso de la compañía en su forma de hacer negocios. Hoy en día, las empresas con conciencia sustentable, tienen que ir más allá de iniciativas como, por ejemplo, reducir su huella de carbono. Estos esfuerzos ya no son suficientes.
Las compañías debemos invertir en innovación tecnológica e institucional buscando generar impacto positivo en lo económico, lo social, lo ambiental y lo cultural. En Natura creemos en el poder de la inteligencia colectiva y sabemos que trabajar en una agenda común son algunos de los caminos posibles, por ejemplo: los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) definidos por las Naciones Unidas, junto con el acuerdo alcanzado en la Conferencia del Clima de París, que marcan un horizonte común de desarrollo a largo plazo del cual diferentes actores tanto políticos, económicos y sociales están convocados a participar.
(*) Gerente de Sustentabilidad de Natura.
Newsan
Sustentable y rentable, es viable a largo plazo
Con esa fórmula casi matemática, la gerente de Relaciones Institucionales de la empresa concibe que la responsabilidad social y ambiental pueda crecer y mantenerse en el tiempo. “Los modelos exitosos están haciendo que muchas compañías empiecen a adoptarla. Creo que es la única forma”, afirmó.
Por Nadia Vallory
Marcela Cominelli
La gerente de Relaciones Institucionales de Newsan, Marcela Cominelli, explicó la visión de la compañía en materia de sustentabilidad. “Creemos en un modelo de negocio sustentable que no solo apunte al crecimiento económico, sino que tienda a propiciar el desarrollo de las personas y a reducir el impacto ambiental de la actividad productiva”, dijo como prólogo.
La ejecutiva asevera que bajo un modelo de negocio sustentable con rentabilidad se garantiza un equilibrio entre el desempeño de la actividad empresarial y el progreso de las comunidades en tres aspectos: económico, social y ambiental.
“Nuestra estrategia consiste en contribuir, mediante programas y actividades especiales, al desarrollo comunitario, inspirando e incentivando a nuestros colaboradores a involucrarse en esta tarea”, sostuvo.
A modo de ejemplo, destacó que la planta de reciclado “Pulpo” plantea un modelo de triple impacto: “tiene un beneficio social, ambiental y se convirtió en un modelo de negocio exitoso”, recalcó.
“Esta concepción y forma de ver a ‘Pulpo’ nos permite lograr que el objetivo de sustentabilidad sea escalable”, dijo cómo parte prioritaria de una estrategia a largo plazo y agregó que frente a este tipo de iniciativas se comenzó a generar un “efecto contagio”. “Otras empresas que antes tiraban sus residuos al relleno sanitario ahora están empezando a reciclar como nosotros”, enfatizó dándole suma importancia a la sustentabilidad como fuente de desarrollo.
Es que para Cominelli, el empresariado comienza a ver la RSE y la sustentabilidad bajo ese esquema. “Los modelos exitosos están haciendo que muchas de las compañías empiecen a adoptarlo. Creo que es la única forma porque no existe el altruismo puro. La viabilidad en el largo plazo se logra solo cuando converge una problemática social con un modelo de negocios”, enfatizó.
Reporte, estudios y normas
Frente al objetivo de crecer en materia de sustentabilidad y RSE, la compañía presentó recientemente su primer Reporte de Sustentabilidad donde comunica las acciones llevadas a cabo durante 2015. “Con entusiasmo presentamos nuestro primer reporte que refleja el camino recorrido en todo este período y nuestra estrategia para generar valor, trabajando de forma sostenida y responsable junto a nuestros grupos de interés”, dijo Cominelli y anticipó que ya se encuentran trabajando en el Reporte de Sustentabilidad 2016.
“Nuestro objetivo es conocer la comunidad de la que formamos parte y después trabajar en concreto en acciones que realmente genera la cascada que pensamos”, recalcó.
Desde la empresa abordaron un estudio de impacto social para saber si su estrategia en materia de responsabilidad social estaba bien enfocada. “En líneas generales, confirmamos el camino que habíamos llevado adelante”, expresó satisfecha Cominelli y destacó que, con este estudio, les resultará más sencillo efectuar para el próximo año, una política de sustentabilidad relacionada directamente con las acciones que creen que van a generar mayor impacto en la sociedad.
Paralelamente, la compañía planea para 2017 incorporarse a las normas Global Reporting Initiative (GRI). “Somos conscientes que tenemos un enorme desafío y oportunidades por delante, lo que nos motiva a superarnos constantemente. Estamos convencidos de que la profesionalización de cada uno de nuestros colaboradores y el trabajo en equipo nos permitirá continuar creando valor compartido”, sostuvo.
Para finalizar y a modo de crítica constructiva sobre la actividad que desarrolla dentro de su empresa, Cominelli dijo: “creo que a los que estamos en el área de sustentabilidad todavía nos falta dejar de ‘hablar en difícil’. A veces la llamo ‘la burguesía de la sustentabilidad’ y mis colegas se ríen pero sería bueno apuntar a que el común denominador de la gente empiece a percibir nuestro mensaje y que también crean que esto es posible; que es posible cambiar el entorno y que es posible hacerlo con una lógica de negocios que permita crecer en el tiempo”, dijo enfática a modo de conclusión.
Telecom
Más ligado al “ser”, antes que al “parecer”
Tanto la sociedad como los empresarios bregan por un impacto social positivo, pero estos deben ser capaces de ejecutar modelos de negocios sustentables a largo plazo. Las empresas actuar en tres dimensiones: desempeño económico capaz de ser sostenible en el tiempo, que genere un impacto social positivo y que favorezca el crecimiento del entorno.
Por Nadia Vallory
Pedro López Matheu
“Deben establecerse objetivos ambiciosos que coloquen a las personas en el centro del desarrollo”, sostiene Pedro López Matheu, director de Relaciones Gubernamentales, Comunicación y Medios.
La RSE y la sustentabilidad reflejan un cambio cultural en la sociedad e involucran tanto a consumidores como a empresas. Es que en los tiempos que corren, las personas son cada vez más conscientes de la importancia de desarrollar acciones que promuevan el bienestar social, de generar hábitos amigables con el medio ambiente y de impulsar el consumo responsable de los recursos con vistas a las próximas generaciones.
Además, para que las firmas logren una actividad exitosa en RSE es fundamental que la entiendan como parte de la política corporativa y que esté incluida en el núcleo de su actividad.
“Esta visión permitirá a la empresa una sólida gestión de riesgos, un desarrollo de negocio de visión a largo plazo y la creación de valor social real, características que promoverán una percepción genuina y transparente de la gestión desempeñada”, explicó.
“Para comunicar a la sociedad las acciones de responsabilidad social de manera transparente, las empresas utilizan el reporte de RSE. El objetivo de este documento es brindar una rendición de cuentas confiable, con resultados concretos y medibles de la gestión sustentable. Si estos contenidos son auditables y certificables, mayor será la confianza depositada por los grupos de interés”, explicó López Matheu instando al resto de los sectores a practicar el mismo ejercicio.
Consultado acerca de la mala reputación que suele tener la RSE, que muchas veces es considerada solo como un ejercicio de maquillaje, el ejecutivo consideró que no debe ser catalogada como una moda sino como una apuesta de largo plazo. “La responsabilidad social debe estar integrada al negocio de la compañía y su comunicación tiene que ser una actividad ligada al ‘ser’ antes que al ‘parecer’”, recalcó”.
Esto significa que la estrategia de sustentabilidad debe estar soportada por acciones concretas con resultados medibles y cuantificables, que generen una transformación real. De esta manera, una comunicación creíble será consecuencia de un comportamiento genuino de la compañía, y ese resultado podrá ser percibido de manera positiva.
El camino de la sustentabilidad
Las crisis económicas mundiales de los últimos años han puesto de manifiesto la debilidad del modelo socio económico predominante y evidencian que la lógica de buscar primero el crecimiento y luego el desarrollo es insostenible en el largo plazo. “Esta estructura ha centrado sus prioridades en la búsqueda de ganancias rápidas, reduciendo su visión sobre el desarrollo humano”, observó el ejecutivo en ese aspecto.
En este contexto, López Matheu consideró que es necesario pensar en el cambio hacia un modelo capaz de dar respuesta a las necesidades actuales, y avanzar en la definición de nuevos objetivos de desarrollo que vayan más allá de las categorías del crecimiento económico y que contemplen un nuevo conjunto de indicadores.
“Es allí donde el camino de la sustentabilidad nace como respuesta para buscar el progreso real. Parte de la solución será pensar en nuevas estrategias que pongan a la agenda del desarrollo sustentable en primer lugar, y que trabajen por la reducción de la pobreza, la generación de mayores oportunidades de inclusión, y el derecho a un medioambiente saludable”, enfatizó.
Este progreso requiere de la convicción de los diferentes actores sociales, de medidas que sean concebidas con ética y transparencia, y de mayor participación pública. “Deben establecerse objetivos y compromisos que sean concretos y ambiciosos, y que subrayen la importancia de colocar a las personas en el centro del desarrollo y facilitar modos de vida sustentables, y en el cuidado de los recursos naturales”, pidió enfático.