Las voces y reflexiones de los principales actores del sector – Parte II

    Constructura Sudamericana

    Grandes obras de alcance completo

    Con el objetivo puesto en la obra pública, que hoy representa solo 20% de su negocio, la empresa apuesta a los grandes proyectos, de más de 15.000 metros cuadrados, para seguir creciendo.

    por Florencia Pulla


    José Ignacio Juárez Ruiz

    Las grandes constructoras –que pueden hacer edificios de oficina y hospitales al mismo tiempo; apretar las manos con el privado como con el público– son pocas. Constructora Sudamericana entra dentro de este grupo de colosos de la construcción, aquellos que se dedican a grandes proyectos de infraestructura. Desde torres que tocan el cielo –como la famosa Al Río, en Vicente López– hasta proyectos de planta de procesos del sector minero, los proyectos de Sudamericana se cuentan entre los cientos. De hecho, comenta José Ignacio Juárez Ruiz, jefe del departamento comercial, ya arañan los 500 proyectos completos en sus 45 años de historia. “En todo este tiempo construimos proyectos en todo el país, en todas las provincias y en todos los sectores de la industria de la construcción. Hemos hecho obras industriales, comerciales, para el sector de salud, de energía, de minería… en el ámbito público y en el privado. Nuestro core business son las obras de alcance completo, llave en mano”. 
    Para Juárez Ruiz esta clase de obras atañen especialmente al sector público, un segmento al que están apostando fuertemente. “El sector atravesó muchos vaivenes en los últimos años. En este momento queremos apostar fuerte a la obra pública, porque al Estado le hace falta mucha infraestructura. Hablamos de hospitales, de proyectos viales, de plantas de proceso, de obras generadoras de energía. Hay mucho por hacer y tenemos experiencia en el rubro, aunque hoy solo represente 20% de nuestro negocio. La verdad es que en este sector es en el que queremos hacer hincapié, más allá de proponernos un aumento de volumen en todas nuestras unidades de negocio. 
    En este momento tienen 12 obras en ejecución aunque, reconoce, en los últimos años el crecimiento del sector ha sido moderado. “No hubo ni una verdadera explosión ni un parate absoluto. En el ámbito público, por ejemplo, el programa del Gobierno anterior, Pro.Cre.Ar, significó un impulso importante para las empresas constructoras. De hecho, trabajamos con varios proyectos del programa en el ámbito público. Pero lo cierto es que las grandes obras de infraestructura han estado más relegadas; no hubo el año pasado tanto volumen como en años anteriores. Nosotros tuvimos un volumen de trabajo adecuado y seguimos teniéndolo este año pero el segmento, en general, no tuvo tantas grandes noticias”.

    Complicaciones de un año electoral

    En el centro de la cuestión, estima, estuvo el complicado año electoral. “Es difícil recordarlo ahora pero a principios de 2015 no se sabía a ciencia cierta quién iba a prevalecer en la contienda. El inversor privado esperaba más certezas para realizar inversiones. Y los actores públicos postergaban proyectos largos porque no sabían si iban a poder capitalizarlo políticamente”, arriesga. 
    A contramano de lo que dicen muchos especialistas del sector, para Constructura Sudamericana el cepo no significó un fuerte contratiempo. “Evidentemente a algunos sectores les significó un duro golpe. La minería, por ejemplo, tuvo grandes contratiempos y mermó muchísimo su actividad. Al no poder girar divisas al exterior muchas mineras, que son empresas extranjeras, vieron relegadas sus inversiones. Pero en otros, como en la banca, el cepo no significó la muerte. Hoy muchos bancos están haciendo fuertes inversiones en el negocio inmobiliario. Nuestra empresa está en Catalinas y hay dos torres nuevas de entidades del sector bancario; incluso nosotros tenemos un proyecto con ellos. Al no poder girar divisas, en este caso, han volcado sus utilidades al desarrollo local. Lo mismo pasó con la industria”, reconoce. 
    Sí entiende que hay varias acciones que el Estado puede tomar para darle un impulso significativo al sector. La salida del cepo fue un buen ejemplo. Pero la posibilidad de ampliar el crédito hipotecario también podría ser una buena señal. Juárez Ruiz, que maneja operaciones de la compañía en Chile y Uruguay para Sudamericana, espera que el futuro del país se acerque más al modelo chileno en donde, dice, “el clima de negocios es más amigable”. Allí han trabajado fuertemente en obras industriales y comerciales.

    Argencons

    “Los fideicomisos no están muertos”

    La marca detrás de los famosos proyectos Quartier se define como innovadora en el segmento de las torres residenciales y, en un contexto donde muchos le dan la espalda, sigue apostando a la venta en pesos y a las cuotas ajustables.

    por Florencia Pulla 


    Carlos Spina

    La torre Ugarteche tiene 38 años, cuenta Carlos Spina, gerente comercial de Argencons, pero resiste el paso del tiempo. En principio, porque la calidad de la construcción remite a tiempos en donde los materiales estaban para dar calidad y no bajar los costos. Y también porque, dice, fue la primera de su estilo en ofrecer amenities, una característica que luego los compradores aprenderían a valorar mucho. Apostar por lo nuevo, es evidente, es una característica de este jugador en el mercado de los grandes desarrolladores residenciales. 
    “Somos innovadores. Los primeros proyectos se podrían colocar y vender perfectamente hoy en Palermo. Pero además nos animamos al branding en real estate, algo raro en el momento. La marca Quartier empezó en 1993 y desde entonces todos nuestros proyectos se encolumnaron bajo ese nombre”, rememora Spina. 
    A pesar de ser los primeros también son los más diferentes. En un contexto complicado para el sector –con los resabios del cepo cambiario todavía sintiéndose en los resultados de las empresas y una inflación que dificulta la construcción a mediano plazo– Argencons sigue apostando por los fideicomisos al costo y a las cuotas ajustables al índice CAC. “Por ahora creemos, frente a los que dicen que el fideicomiso al costo está muerto, que para nosotros sigue siendo un buen negocio. Siempre nos movimos así. Antes de poner un solo ladrillo nosotros tenemos 100% de las unidades de un proyecto ya vendidas. Otros construyen con plata de su bolsillo y después van vendiendo. Nosotros no. Entonces un comprador tiene que confiar plenamente en el proyecto desde el principio; tiene que ser un buen negocio desde el vamos. Eso nos impulsa a ser más innovadores en zonas distintas porque si la construcción se entiende como commodity, el diferencial tiene que estar en la tierra”.

    Siempre en pesos

    Quizás hayan continuado este camino porque, a diferencia de muchos otros, siempre manejaron sus finanzas en pesos. “La pesificación forzosa del sector se dio en el último tiempo como efecto del cepo. Pero nosotros no la sufrimos. Siempre operamos al costo. La tierra, obviamente, se vende en dólares y eso, más otros costos que sí se manejan en pesos, nos da el total por unidad. Podemos decir que atomizamos en todos los inversores los costos del proyecto. Entonces el precio final es en pesos. Cada fideicomiso paga lo que se gasta. Pero entiendo que la pesificación sea un problema, especialmente en algunos segmentos como el de los usados. Si alguien tiene un activo, no lo va a vender por cualquier cosa. En un contexto inflacionario, nadie va a agarrar pesos”. 
    Las cuotas ajustadas al índice CAC han sido una buena herramienta para los proyectos a largo plazo como los Quartier de Argencons. Pero, reconoce Spina, los ajustes han evolucionado más que cualquier tipo de dólar en los últimos años entonces el atractivo financiero también se ha visto reducido. “Sobre todo en los últimos dos años, el índice CAC se infló más que el dólar. El mismo proyecto que en 2014 se analizaba y resultaba en un precio determinado por metro cuadrado, hacia 2016 se volvió mucho más caro. El dólar se devalúo menos de lo que avanzó la inflación y eso generó que muchos se alejen de la opción de compra”.

    Necesidad de créditos intermedios

    Aunque en la mayor parte de los casos los créditos hipotecarios se dan a condición de poder escriturar y, por lo tanto, no sirven para emprendimientos como los de Argencons, Spina ve con buenos ojos el advenimiento de una nueva oleada de créditos hipotecarios. Y no solamente porque “derraman” buenas noticias sobre todo el sector sino porque, estima, los inversores van a poder ver retornos más pronto si invierten para revender una vez terminada la obra.
    “El crédito no va a ser para nosotros, porque no vendemos de entrada unidades finales. Entonces sí la intervención del Estado y de privados es motivo de celebración pero también hacen falta créditos intermedios, que ayuden desde que comienza la obra hasta que pasa el tiempo y finalmente se puede escriturar. Ahí sí los bancos tienen buenas oportunidades de negocio o, bien, los inversores, que ayudan a las desarrolladores a terminar el proyecto y rápidamente pueden ver un repago cuando se entrega la unidad y deciden revenderla”.

    Korn Propiedades

    Mejor inversión es siempre crecer en metros cuadrados

    Si bien en épocas de crisis, los precios tienden a bajar, con la recuperación se llega a los mismos valores proyectados o, incluso, mayores. Este es el motivo por el que el presidente de la firma sigue apostando al sector y alienta a los inversores a seguir creyendo en él.

    Por Lorena Obiol


    Mario Korn

    Matriculado como corredor público, Mario Korn dio sus primeros pasos en el sector inmobiliario en 1976. Si bien hoy cuenta con tres sucursales (Coronel Díaz 2139, Demaría 4611 y la división Terrenos en Demaría 4617) y con 60 personas en su equipo de trabajo, sigue funcionando como una empresa familiar. Mabel, su esposa, dirige el área de Marketing mientras que Leandro y Nicolás, sus hijos, lideran los equipos de Terrenos y Desarrollos y de Emprendimientos, respectivamente. 
    “Tenemos distintos sectores con personal especializado. En la división Terrenos, un equipo de arquitectos realiza el  estudio de factibilidad constructiva de cada lote que ofrecemos a la venta, con la sugerencia al constructor o desarrollador de cuál es la superficie óptima. El área de Desarrollos se ocupa de buscar entre nuestros inversores de la primera hora quiénes participarán de la inversión inicial con el constructor o desarrollador. El staff de Emprendimientos se ocupa de la venta directa a inversores, clientes y amigos que nos compran desde hace muchos años. La división Usados ofrece los inmuebles a la venta que disponemos en cartera al público en general y realiza las búsquedas que nos solicitan de acuerdo a ubicación, necesidades y presupuesto. En caso de no contar en la empresa, buscamos con colegas. Mientras que el sector Alquileres atiende a los inquilinos y propietarios de inmuebles que administramos”, detalla Mario Korn, presidente de Korn Propiedades. 
    En estas décadas, la inmobiliaria acompañó los altibajos del mercado redoblando esfuerzos en los momentos más críticos. “Si la demanda es menor, nosotros aumentamos las publicaciones, para tratar de captar clientes e inversores. Si hay poco oferta, salimos a buscarla. Tasamos con seriedad y brindamos un asesoramiento profesional. Por ello, los propietarios e inversores nos eligen,  confían sus propiedades porque conocen nuestra manera de trabajar,  nuestra transparencia y nuestros métodos de análisis exhaustivos del mercado. Hoy contamos con una base que supera los 370.000 clientes. Por otra parte, nos capacitamos constantemente y en la década del 1 a 1 colaboramos con muchos clientes y público en general para poder conseguir los préstamos hipotecarios  y durante los distintos períodos nos hicimos especialistas en Cedines, líneas de créditos, requisitos de la AFIP y la UIF. Toda nueva medida es estudiada y aprovechada para transmitir información a los clientes”, comenta Korn, para quien las oscilaciones del dólar y el cepo cambiario fueron las trabas más difíciles de sortear.

    Claves para seguir adelante

    “El asesoramiento continuo, el acompañamiento y la contención que hemos brindado a nuestros clientes fueron la clave para salir adelante. Hace ya algunos meses que el mercado se está reactivando y esperamos que esto siga así conforme a que el dólar esté más estable y previsible y haya más líneas de créditos hipotecarios, que seguramente surgirán. Esto hará que se puedan hacer más operaciones”, sigue el presidente de la compaña que lleva su apellido.
    Para Korn, “la mejor inversión es crecer en metros cuadrados. En épocas de crisis los precios bajan en dólares y muchos inversores deciden vender con poca pérdida por temor a que sigan bajando los valores de venta. Hemos transmitido a nuestros amigos y clientes que esa no es la mejor decisión, ya que los precios tienden a subir pasada la crisis y la rentabilidad será la que estaba proyectada y, quizás, mayor aún. Por ejemplo: si el inversor compra un inmueble de 50 m2 en un emprendimiento desde el pozo y los valores al poco tiempo bajan por factores políticos, falta de credibilidad momentánea en la economía o devaluaciones, una vez que se supera esa situación, en un hipotético plazo de 12 a 24 meses, los valores tenderán a subir igualando o bien superando el valor anterior. Siguiendo este caso, quien adquirió esos 50 m2, luego de la baja y recuperación de los valores, tendrá en su inversión una optimización que le permitirá poder recomprar 60/65 m2. Actualmente, su empresa está comercializando con exclusividad la pre-venta de varios proyectos, entre los cuales se encuentra el de Avenida Juan B. Justo esquina Honduras (“un megaproyecto que dará un cambio a la zona”, según Korn), otro en Salguero y Cabello, uno más en Scalabrini Ortiz esquina Honduras, el cuarto en Humboldt 2400, otro en Uriarte al 2400 y también uno en Cerviño y Salguero.

    Castex Propiedades

    “2016 será un año muy importante para nosotros”

    Para festejar sus 45 años, la firma lanzará el Consulting Center, un centro de consultas que brindará orientación general a los clientes previamente a la visita personal al barrio o emprendimiento. Esteban Edelstein Pernice, director de la compañía, anticipa las inversiones que realizarán y las estrategias para seguir creciendo.

    Por Lorena Obiol


    Esteban Edelstein Pernice

     “Castex fue fundada en 1971, hace justamente 45 años, por el licenciado Ricardo Edelstein Pernice y su esposa, la contadora pública María Teresa Harosteguy. Desde 1994, nos dedicamos exclusivamente al creciente mercado de barrios privados, condominios, oficinas, y emprendimientos de uso mixto. Nos especializamos y somos actores del crecimiento suburbano. Evolucionamos con el mercado y el mercado evolucionó con nosotros. Primero con los countries, después con los barrios cerrados, luego con las oficinas y los condominios y, actualmente, con todo tipo de producto, incluyendo los emprendimientos de usos mixtos, los megaemprendimientos y las ciudades-pueblo”, relata la historia familiar en primera persona Esteban Edelstein Pernice, director de Castex Propiedades S.A. Su empresa hoy cuenta casi con 60 personas y participó en más de 100 emprendimientos suburbanos que incluyen más 20.000 propiedades.   
    “El mercado suburbano se desarrolló a partir de las autopistas que se construyeron en los años 90. Es muy joven pero crece rápidamente, motivado por el deseo de las familias que buscan una mejor calidad de vida. Es muy diverso, existen diferentes zonas y en cada una de ellas conviven muchos tipos de emprendimientos. Es muy difícil comparar y para tomar la mejor decisión el comprador tiene que recorrer bastante y aprender a comparar. Existen proyectos que rápidamente se convierten en emprendimientos consolidados, donde las familias se mudan y por eso se valorizan y otros donde nadie construye y, por eso, no adquieren valor. Es muy importante conocer quién es el desarrollador y cómo se conforma su equipo de profesionales, ya que no se trata solo de abrir calles sino de crear nuevas comunidades. Debe existir también una correcta definición de producto (concepto, tamaños, las etapas, amenities, accesos, reglamentos, posicionamiento, soft amenities) y es fundamental que el desarrollador esté dispuesto a invertir el capital necesario y que cuente con la voluntad y los conocimientos para transformar una idea en una comunidad viva que se desarrolle en el tiempo”, advierte Edelstein Pernice.

    Transparentar procesos

    Respecto de la coyuntura macroeconómica, el directivo resalta la dificultad y la falta de procesos claros que hubo para obtener las aprobaciones necesarias en el desarrollo de nuevos emprendimientos. “Estos inconvenientes han alejado el interés por realizar nuevas inversiones pero creemos que el nuevo gobierno va a mejorar y transparentar estos procesos de obtención de permisos. De esta manera, la provincia podrá recibir importantes capitales privados y se van a generar desarrollo y empleo genuinos. Un emprendimiento inmobiliario genera muchísimo empleo, desde la construcción de la infraestructura y de las viviendas, hasta de los servicios y comercios que se generan alrededor. Beneficios adicionales son los impuestos inmobiliarios para el municipio y las inversiones en infraestructura que realiza, en su mayoría, el desarrollador”. Edelstein Pernice se muestra muy optimista, movilizado por el notorio incremento de las consultas y de las reservas, y espera que haya un cambio respecto del acceso al crédito hipotecario, fundamental para las familias jóvenes. 
    “2016 es un año muy importante para nosotros porque festejamos el 45 aniversario de la fundación de Castex Propiedades. Vamos a inaugurar un nuevo y muy importante sitio web, con muchísimo contenido y vamos a lanzar el Castex Consulting Center, un centro de consultas para aquellos clientes que prefieran una orientación general previa a la visita por los distintos emprendimientos. También vamos a realizar una importante inversión en nuestra casa matriz y en nuestra oficina de Nordelta. Queremos hacer crecer nuestro equipo y estamos buscando a los mejores asesores de venta”, sigue Edelstein Pernice.
    Para este primer semestre, proyectan la inauguración de la laguna cristalina en Lagoon Pilar, la entrega de OfficiaLife y OfficiaWork, la inauguración del hotel en Vohe, y la entrega del condominio Proa 1 en Terralagos. “En cuanto a lanzamientos, los más importantes que vendrán en estos primeros meses son Remeros Beach de Vizora, con la apertura de la oficina de ventas en Camino de los Remeros, y un nuevo barrio en Puertos, el proyecto de Eduardo Costantini, sobre el Lago Central. En ambos esperamos un muy buen nivel de ventas. Para los próximos meses también esperamos que se lancen el edificio Fresno en Villa del Lago, las nuevas etapas de condominios en Lagoon Pilar, en Terralagos y en condominio Las Piedras en el barrio Castaños, dentro de Nordelta”, anticipa Edelstein Pernice.

    Ana Simeone 

    Parques industriales premium

    La mujer que hizo de su nombre una marca se especializa hace años en el sector corporativo e industrial. Con el crecimiento de los últimos años, la demanda de este tipo de espacios se acrecentó notablemente.

    por Florencia Pulla


    Ana Simeone

    Se define a sí misma como la única mujer en el segmento corporativo, enfocada mayoritariamente en clientes industriales. Y puede que tenga razón: en las plantas del Conurbano Bonaerense no abundan las Ana Simeone de este mundo. No se oyen los tacos contra el hormigón armado y eso se debe a varias razones: que no es un segmento amigable, que requiere de mucha profesionalización y dedicación y, también, de cierto machismo que todavía domina al sector corporativo. 
    La mujer que hizo de su nombre una marca no se calla nada: dispara contra propios y ajenos con la confianza que le da ser lo que los estadounidenses llaman una self-made woman. “Sobresalir fue, para mí, una lucha constante con mis colegas hombres, que siempre fueron muy combativos. Siempre hubo mucha discriminación contra la mujer, no en el sector residencial donde abundan las brókers, sino en el corporativo. Hubo que sobreponerse a muchas cosas, incluso a los vaivenes del mercado interno, para poder tener éxito. A mí nunca me rebotaron un cheque, nunca fui a concurso de acreedores… nunca dejé de ir para adelante”, confiesa. 
    La historia de Simeone en el sector inmobiliario empezó temprano, a sus 12 años. Su padre, que tenía una fábrica de churros, pensaba –como muchos inmigrantes– que la mejor inversión era el ladrillo. Con sus pocos años lo acompañaba a ver propiedades, y le interesó especialmente el negocio de la compra-venta de inmuebles. “En esa época no había tanta profesionalización. Hacíamos el curso de martilleros, sacábamos la matrícula y nos poníamos una inmobiliaria. Puse la primera a mis 18 años”. 
    Pero, rápidamente, se aburrió del segmento residencial. “En 1994 dio un volantazo. Porque vender casas y departamentos me había cansado. Digo, no era poca cosa, llegué a tener tres inmobiliarias y encargarme del segmento más premium que existe, que es el de las embajadas. Pero con la aparición del Mercosur se abrieron nuevas oportunidades y me empezó a interesar particularmente el sector industrial”. Con la experiencia que recogió en Europa, volvió a la Argentina y se especializó en este segmento del que nunca más se fue. 
    Ahora tiene el ojo puesto en los parques industriales que, en la última década, llegaron a más de 200. “Era un sector muy poco desarrollado; faltaba mucha infraestructura. Desde el Estado hubo algunas políticas de estímulo y, con ese envión, muchos empezaron a ver que los parques industriales eran un buen negocio. La verdad es que todo el segmento corporativo era un área realmente muy virgen”. En parte, estima, esto se debe a la poca profesionalización del sector. “Residencial trabaja como un producto muy estandarizado, entonces cualquier persona puede trabajar ahí. Industrial es distinto porque se necesita de un conocimiento técnico más importante (sobre exenciones impositivas, de logística, confidencialidades). Es un segmento en el que se tiene que ser muy cuidadoso con la información”.

    Negocio redondo

    El negocio de los parques industriales es tan redondo, dice Simeone, que ser bróker ya no es suficiente. Hace dos años creó WorkStyle, una desarrolladora que se dedica a los parques industriales premium. “Rompimos el molde. Porque en la Argentina no hay ninguno de estas características. Hay empresas que quieren que los proyectos se entreguen 100% construidos. Cuando alguien compra un departamento de alta gama, quiere que esté perfecto, con los amenities en condiciones. No le interesa poner la plata y tener que esperar. Lo mismo pasa con los parques industriales. Estamos trabajando en un parque comercial con naves más pequeñas, de 400 metros cuadrados, con áreas de exposición por un lado y de venta por el otro”. El proyecto, Parque Industrial Loma Verde, se suma a otros siete proyectos de Parques Industriales en donde Simeone está involucrada en zonas como Rosario, Saladillo o Campana. 
    A pesar de la leve contracción que viene sufriendo el sector industrial en los últimos meses, Simeone es optimista respecto de los planes a futuro. Es que a contramano de lo que sucedió en otros segmentos, en donde el cepo impactó de lleno, el sector corporativo –imposibilitado de girar dividendos afuera– invirtió fuertemente en real estate. “Se compraron muchas tierras industriales y se hicieron muchos parques. La plata se reinvirtió acá”, sentencia.

    Acqua System

    La crisis inmobiliaria no afectó a la construcción

    Según Juan Carlos Chies, presidente de Grupo Dema, en 2007, 2011, 2013 y 2015 se registraron récords históricos de producción y ventas debido a la demanda de pequeños ahorristas que reformaron o construyeron sus casas beneficiados, por los planes Procrear y al movimiento de los fideicomisos.

    por Lorena Obiol


    Juan Carlos Chies

    La historia de Grupo Dema se remonta a la década del 50, cuando Vicente Chies y Guido De Giusti fundaron una empresa que se dedicaba a la fundición de hierro. El crecimiento exponencial de los primeros años la convirtió en una de las principales proveedoras de piezas para las industrias automotriz, naval, aérea, agraria, minera, petrolera y de la energía eléctrica. Además, desde la década del 60 se destacó como productora de conexiones de fundición maleable para la conducción de agua y gas. 
    “En los 90, Ferva (la otra empresa industrial que conforma Grupo Dema) inició la producción y comercialización de sistemas para la conducción de agua y gas en plástico y metal, consolidándose en el mercado argentino a través de sus productos Acqua System, Duratop y Sigas Thermofusión”, relata Juan Carlos Chies, presidente de Grupo Dema.
    En el sector de proveedores de materiales de construcción (en el rubro de productores de sistemas de conducción de fluidos –agua, gas, desagües–), Grupo Dema se destaca entre los proveedores de tuberías por el desarrollo tecnológico de sistemas. 
    Una de las grandes novedades que la empresa introdujo en el mercado fue el sistema de unión por termofusión en la conducción de agua con los productos Acqua System, en las tuberías para piso radiante con Tubotherm y en la conducción de gas con Sigas Thermofusión.
    “Nuestra empresa es, además, socia fundadora de Grupo Construya, que está integrado por las 12 empresas más representativas del dinámico sector de proveedores de materiales y que tiene como objetivo promover el crecimiento de la industria y la construcción de calidad”, agrega Chies.

    El sector de materiales

    Analizando los últimos años y el escenario actual del sector en el que Grupo Dema tiene injerencia, Chies opina que a diferencia de lo que ocurrió con el mercado inmobiliario, la crisis no afectó al sector de materiales para la construcción. “Por el contrario, en los años 2007, 2011, 2013 y 2015 se registraron récords históricos de producción y despacho, por la demanda de los inversores que eligieron constituir fideicomisos para construir y de los pequeños ahorristas que ampliaron, reformaron o construyeron sus casas y entre los cuales se cuentan los beneficiarios de los planes Procrear”.
    “Las primeras medidas de cambio en el rumbo económico, más allá de su necesidad y racionalidad, han llevado a que se mantenga una leve tendencia a la baja en las ventas y despachos. Tendencia que ya empezaba a insinuarse en el último trimestre del año anterior. Estimamos que estos niveles no mejorarán en el primer semestre, pero confiamos en una recuperación paulatina en la segunda mitad del año y somos francamente optimistas para los años venideros”, agrega Chies.
    Entre las acciones relevantes de la compañía, hace foco en el desarrollo de acciones de marketing y comunicación. “En la actualidad, estamos abocados a desarrollar plataformas dinámicas de relacionamiento con todos los actores involucrados en la decisión de compra: ya sean profesionales, como instaladores, constructores, clientes comerciales o vendedores de mostrador. Estas acciones complementan nuestra oferta de calidad de productos y servicios, y las consideramos necesarias para sostener el liderazgo de imagen que el mercado nos reconoce”.
    El grupo cuenta actualmente con tres plantas industriales que, sumadas a su depósito de productos terminados y oficinas, ocupan una superficie cubierta total de más de 40.000 m2 y emplea a más de 800 personas. “Estamos en proceso de ampliar la principal de nuestras tres plantas de producción, lo que incluye también la incorporación de equipamiento nuevo y de avanzada. Por lo tanto, en lo inmediato no tenemos pensado lanzar nuevos sistemas de conducción de fluidos pero sí incorporaremos un gran número de productos y mejoras destacadas a las líneas ya existentes en el mercado”, anticipa Chies.

    Lepore Inmobiliaria

    “La inflación es el peor de los flagelos”

    La empresa, abocada al sector residencial, entiende que la suba de precios incide negativamente en el crecimiento de la actividad pero que algunos anuncios podrían hasta triplicar la cantidad de compra-ventas.

    Que los hermanos sean unidos es la ley primera y, en el caso de Lepore, cierta: la inmobiliaria, que nació de un deseo común de Graciela, Alfredo y Norberto de facilitar las transacciones inmobiliarias, es un peso pesado del sector residencial desde hace 35 años con sucursales en distintos puntos del país. Fueron, incluso, los primeros en abrir una en la Patagonia. Hoy tienen 130 emprendimientos a la venta en diferentes etapas de construcción y otros tantos en el segmento de usados. 
    Norberto Lepore habló con Mercado para ofrecer su opinión sobre la evolución del sector y sus vulnerabilidades más grandes: encarecimiento del metro cuadrado, emergencia habitacional, carencia de créditos e inflación.

    –Muchos proyectos inmobiliarios en el último tiempo se han movido, principalmente, en el sector premium. ¿Considera, dado el poco acceso al crédito, que es el único segmento al que apuntan los proyectos de desarrollo inmobiliario? 
    –Si bien hay zonas que tienen una demanda global y es a la cual apuntan la mayoría de los desarrolladores de emprendimientos, lo que está sucediendo hoy es que ante la falta de lotes en esos sectores premium, o ante la suba exagerada de los valores en algunas zonas, están surgiendo otras que históricamente no tenían un mercado firme pero que hoy se están revalorizando. Esos proyectos tienen valores más competitivos y entonces atraen a más compradores. 

    –El encarecimiento del metro cuadrado solo empeora la crisis habitacional en zonas como Capital Federal. Se estima que haya novedades respecto al tema crediticio y el acceso a la primera vivienda. ¿Consideran que el sector podría alcanzar mejores perspectivas por ello como sucede en otros mercados, como Chile o EE.UU.? 
    –Desde ya, el crédito es el gran movilizador de todo tipo de actividad y más aún del mercado inmobiliario, en el cual se podría triplicar la actividad, favoreciendo la incorporación de un sector social que hoy le resulta imposible convertirse en propietario. Hoy por hoy, creemos para ello, es fundamental bajar la tasa de inflación y por ende la tasa activa que cobran los bancos para otorgar los préstamos hipotecarios. Otra modalidad que se está evaluando en el sector son los Planes de Ahorro Previo.

    –Habla de la inflación. ¿Cuáles son las estrategias que utilizan para que no pese en contra en proyectos de desarrollo que se extienden en el tiempo? 
    –Para el desarrollador la inflación el peor de los impuestos, es un flagelo que condiciona la proyección de nuevos negocios por lo cual hay que estar muy cerca monitoreando los desvíos y evitar que un negocio fracase. Por otro lado, para el pequeño y mediano inversor que apuesta al ingresar en un proyecto a mediano plazo, es una forma de proteger su capital, ya que el ladrillo sigue siendo, en términos constantes, la reserva de valor más rentable, por lo menos en los últimos 40 años, ganándole a todo otro tipo de variables.

    –¿Qué impacto tuvo el cepo cambiario sobre la actividad? ¿Cómo han cambiado las cosas desde el levantamiento? 
    –El cepo cambiario fue muy negativo para el sector inmobiliario especialmente en la comercialización de unidades usadas. Muchos emprendimientos de pozo, que comenzaron a desarrollarse bajo la figura de fideicomisos en pesos pudieron defenderse de la medida. 
    A partir de los primeros días de enero, hubo un cambio de expectativas en el mercado  ya que no solo el levantamiento del cepo sino la apertura al mundo que pretende el Gobierno, hace que en el futuro muchos capitales quieran invertir en nuestro país, siempre y cuando se den las condiciones (estabilidad, seguridad jurídica, etc.). Este flujo de fondos va a traer como consecuencia una mayor actividad en el mercado inmobiliario. Nuestras expectativas son las mejores.

    L.J. Ramos Brokers Inmobiliarios

    El negocio está en la especialización

    Luego de 27 años de operaciones en el mercado inmobiliario, mantiene su apuesta por el trabajo en equipo y particularizado en cada rubro en el que participa. Lo que cambiará, según pronostica, será el nivel de operaciones por el nuevo contexto económico del país.

    Por Gonzalo Olaberría


    Diego Cazes

    Desde que comenzó en el sector inmobiliario en 1989, L.J. Ramos se preocupó siempre por detectar las demandas y satisfacerlas a través de una alta especialización en sus servicios, asegura Diego Cazes, director general de la compañía. Trabajan con clientes grandes, como corporaciones internacionales o empresas nacionales de gran escala, en la compra-venta y alquiler de inmuebles y en el asesoramiento de porfolios que involucran oficinas, industrias, hoteles, campos, locales o residencias, principalmente en Capital Federal y en Zona Norte del Conurbano Bonaerense. “Armamos la empresa de tal forma que hay un director y un equipo de brókers destinados a cada uno de los servicios que brindamos. De esa manera, conseguimos una especialización que nos permite ser competitivos y conocer bien cada materia”, comenta.
    En una nueva coyuntura política y económica, Cazes afirma que la empresa no cambiará su modo de hacer negocios. Por otro lado, reconoce que ya existe un aumento en las operaciones en residencias debido a la eliminación de controles en el mercado cambiario. “El hecho de que se haya quitado el cepo facilitó las transacciones, hizo que la gente esté más interesada y haya mayor cantidad de concreciones”, opina.

    –¿Cuáles son las demandas de sus clientes?
    –Las corporaciones por lo general tienen que reinventarse. Poseen oficinas y edificios en distintos lugares y tienen que ver cuál es la mejor oficina para ocupar un único lugar. O tienen inventarios de campos o locales y deben hacer una evaluación por un tema de juicio o balance. Nosotros tratamos todas esas necesidades. También realizamos los servicios más comunes de compra-venta y alquileres de inmuebles, pero fundamentalmente hacemos a grandes empresas asesoramientos y valuación de sus porfolios.

    –¿Cuál es el diferencial que tienen como empresa?
    –Nuestros clientes notan especialmente nuestra proactividad, nuestra estrategia y análisis de mercado, y nuestra velocidad de reacción para ofrecerles las mejores opciones. Tenemos distintas divisiones en oficinas, industrias, hoteles, campos, locales, residencias. Esto lo que hace es que el que vende y alquila oficinas no pueda vender o alquilar un local, para eso está otro equipo especializado que conoce exactamente todo sobre ese mercado y logra que un cliente conozca en qué entorno está su propiedad: qué tipo de urbanismo presenta y cuál es su estilo de vida.

    –¿Cómo ve el negocio en la actualidad?
    –Hay una reactivación muy fuerte en residencias, no tanto en la parte comercial de oficinas, locales e industria, que se mantienen parejos en movimientos porque están en manos de pocos propietarios y se alquilan. Es muy normal que así sea porque hubo tres años de decisiones postergadas en las familias por el cepo. El mercado había quedado muy paralizado. Cuando a un comprador le gustaba una propiedad y junto al vendedor se ponían de acuerdo en el precio, el comprador planteaba que tenía declarado en su haber ahorros en pesos y el vendedor exigía cobrar en dólares. Esas operaciones en general se caían porque ¿cómo comprabas los dólares? Hoy las operaciones se pueden hacer en dólares o en pesos porque no existe más ese problema. Se pueden firmar boletos de compra–venta, que antes no se podía y se debía hacer una reserva e ir directamente a escritura. La reacción fue inmediata y muy positiva.

    –¿Cuáles son las expectativas en este nuevo contexto?
    –Se están haciendo más operaciones, pero debería haber muchísimas más. Levantar el cepo fue correr un elefante, pero la realidad es que el mercado inmobiliario está bastante trabado porque la gente obviamente está preocupada. Estamos en un momento donde se han tomado decisiones muy fuertes, ha habido una devaluación importante, un corrimiento de valores que está a la vista de todo el mundo con una inflación galopante, estamos en un mercado un poquito recesivo. Cuando se estabilicen todas las medidas que se tomaron, calculo que en junio o julio, puede haber un segundo acelerador de operaciones. El Gobierno está preocupado por la inflación y está tomando medidas para dominarla a largo plazo.

    Criba

    “Volveremos a ser atractivos para inversores extranjeros”

    El recién nombrado presidente de la firma, Santiago Tarasido, analiza el actual escenario del país y avizora una buena perspectiva para el crecimiento del sector de la construcción.

    por Lorena Obiol


    Santiago Tarasido

    Era 1949 cuando Alberto Mario Tarasido fundó Criba. Y 1952 cuando su hermano Jorge se sumó a la compañía. Promediando la década de 1980 se incorporó la segunda generación de ingenieros de la familia: Alberto (h) y Eduardo, quienes se desempeñaron como presidente y vicepresidente hasta hace apenas tres meses, cuando Santiago asumió el lugar de su padre. “En estos años nos ocupamos de transformar una empresa familiar en una corporación. Hoy, estamos trabajando sobre tres líneas o temas que nos importan mucho. Una es la comunicación, tanto externa como interna. Porque hemos llegado a tener 1.200 empleados aunque ahora nos volcamos a un mix entre contratados y empleados. Otra es la expansión geográfica, ya estamos en Uruguay con obras en Montevideo y Punta del Este. Y hay otro foco que quiero que se impregne entre nosotros: la innovación. Hemos trabajado con los arquitectos más importantes del mundo, con Norman Foster, César Pelli, Carlos Ott. Esto nos obliga a estar a la vanguardia en materia de construcción en el mundo y nos lleva a desafiar nuestras propias capacidades. La sede del Gobierno porteño en Parque Patricios, proyectada por Foster, subió la vara de Criba y la del mercado en general”, cuenta el nieto del fundador, quien personalmente se involucró en un programa de RSE que apadrina alumnos de ingeniería de la UCA que vienen a estudiar desde otras provincias. “La idea no es solo sostenerlos económicamente sino acompañarlos en el proceso de integrar el estudio a la realidad laboral”, explicita Tarasido. 
    Desde su fundación Criba lleva construidas más de 280 obras y más de 2 millones de metros ejecutados. Solo en 2015, la compañía facturó $896 millones. Entre las construcciones icónicas de la empresa se cuentan una serie de viviendas premium de la década de 1990, como las torres Quartier Ocampo, Quartier Oro, Seguí y River View (Puerto Madero). “Logramos trabajar con éxito en un contexto raro, muy complejo. Trabajamos durante la crisis. Esta última fue muy distinta de la que pasamos luego de 2001. Hubo un par de años en los que quizá bajó un poco el trabajo, 2008, 2009, 2013 y 2014. Pero a pesar de ello siempre tuvimos, de 2004 a hoy, muchos años seguidos de intensa actividad. También nos diversificamos e hicimos desde torre en altura, a hoteles, obras industriales y hospitalarias de alta complejidad y hasta un salón flotante. Ahora estamos levantando la Torre Alvear, que será otro ícono para nosotros y para la ciudad, porque con sus 235 metros de altura será el edificio más alto del país. También avanza el Centro de Exposiciones de Buenos Aires, un desafío enorme desde la ingeniería que nos obligó a hacer cambios in situ. Continuamos con obras residenciales en Arboris, Nordelta y también en Costa Esmeralda, en un proyecto de Eidico. Además, estamos terminando la obra de Carlos Ott en Punta del Este, Art Tower, y en Montevideo construimos un hotel para Howard Johnson”, enumera Tarasido, quien recuerda como otro gran emblema a la torre Repsol.

    Buenas señales

    Respecto del futuro cercano, el flamante presidente avista una buena perspectiva para el crecimiento del sector. “Este camino es el que todos estábamos esperando aunque todavía no se ven cambios. Pero hay señales: levantar el cepo, que haya un solo tipo de cambio y la posibilidad del crédito hipotecario. Obviamente que dependerá de cuánto se pueda mitigar la inflación. Hay un cambio de expectativas también de los inversores a nivel individual: el que estaba esperando y quería comprar su casa ya tiene las reglas más claras. Y para lo macro, la Argentina vuelve a ser opción dentro de las posibles inversiones en América latina. Habíamos dejado de estar en el mapa y creo que volveremos a ser un mercado atractivo para muchos inversores externos. Desde el sector público también se ve una buena predisposición para que eso suceda. Tanto Nación como Ciudad están proclives a colaborar con asociaciones público privadas”, cuenta Tarasido, quien asegura que no será un año fácil para el sector. “Las provincias están complicadas, con ceses de pagos en las obras públicas, con re-evaluaciones de deuda, incluso hay obras paradas y no será fácil reacomodar esta situación. También está la puja de salarios y la negociación de paritarias con la inflación. No se espera demasiado movimiento pero las expectativas son muy buenas. El sector privado, de pequeños y grandes inversores, se anima a hacer proyectos. Nosotros estamos cotizando y sabemos que durante 2016 se van a lanzar varios proyectos”, concluye esperanzado Tarasido.

    Aslan y Ezcurra

    “Procrear estuvo muy bien estructurado pero no alcanzó”

    Jorge Aslan, socio del estudio de arquitectura, considera que la problemática de la vivienda para sectores medios y bajos será muy difícil de resolver en los próximos años.

    por Lorena Obiol


    Jorge Aslan

    El estudio Aslan y Ezcurra surgió gracias a la relación de José Aslan y Héctor Ezcurra, dos jóvenes arquitectos que se asociaron luego de haber sido compañeros en la universidad. En 1934 ganaron el concurso de anteproyectos para construir el estadio de River Plate y siguieron trabajando juntos hasta 1981, año en que ambos fallecieron. Mientras tanto, las nuevas generaciones de las dos familias se fueron sumando: Lorenzo Gigli, Alejandro Madero, Jorge Aslan y, más tarde en la línea temporal, Marta Aslan de Gigli y Alejandro Madero (h). “Siempre hicimos Proyecto y Dirección de Obras, salvo en alguna oportunidad, como ocurrió en la década de 1970 cuando nos asociamos con algunas constructoras e hicimos proyectos de vivienda social. Uno fue el PEVE (Plan de Erradicación de Villas de Emergencias) y otro el VEA (Viviendas Económicas Argentinas). Aunque en realidad, no se puede decir que el conjunto Soldati o el Piedrabuena fueron destinados a la villa tal. Fue muy cuestionable la discrecionalidad de la adjudicación. Hubo una época en la que existió el Fondo Nacional de la Vivienda, al que aportaban todos los trabajadores asalariados del país. Ese dinero se usaba para construir conjuntos habitacionales. Hoy no existe ese fondo, el Estado ya no se ocupa de eso. El plan Procrear, si bien estaba muy bien estructurado, fue mínimo respecto de lo que se necesitaba. Pero no estuvo mal”, rememora Jorge Aslan, quien ingresó en el estudio que fundó su padre en 1960, tan pronto como se graduó de arquitecto.

    Grandes temas por resolver

    El problema de la vivienda es un tema que lo preocupa: “Pienso que Macri no va a poder hacer algo con esto porque está frente a una empresa deficitaria. Después de que limpie las cuentas en el exterior, podrá usar alguna entidad como el BID, podrá disminuir el déficit fiscal pero creo que no se podrá ocupar a fondo de la vivienda en este sentido. Sí de oficinas o de segundas viviendas para los que tengan superávit o traigan el dinero del exterior. Yo no veo que haya soluciones mágicas, porque no existen”, agrega quien fue secretario de Planeamiento del GCBA en 1992, durante la intendencia de Carlos Grosso. De esa época recuerda una reunión con cerca de 20 representantes vecinales de la villa 31. “El reclamo era el mismo hace 23 años que ahora, pero con mucha menos población, 70% menos quizá. Hoy es un enorme conglomerado al que solo se le puede crear infraestructura. Pienso que en ese tema el Gobierno puede hacer, tanto en la ciudad como en el país, porque puede endeudarse con otros recursos que antes eran impensados. Por ejemplo: hace años, se discutía el peaje en la autopista y hoy nadie piensa en si está bien o mal que lo cobren”. 
    Siguiendo con el tema, Aslan analiza la falta de créditos hipotecarios. “La vivienda requiere una financiación a largo plazo, un sistema bancario que responda con bajos intereses. Creo que no se puede pensar en algo serio en los próximos dos o tres años. Es muy difícil de resolver. Claramente no nos toca a los arquitectos que, por otro lado, no somos economistas. El problema argentino no pasa por la arquitectura, pasa muy lejos de nuestra disciplina. Pero estamos a la espera de que sucedan cambios de 180º y cruzamos los dedos para que ocurran”, dice el hombre que está por cumplir 56 años en la profesión. “En casi seis décadas, pasamos todas. ¿Quién se puede olvidar de Rodrigo, de la 1.050 (N de la R: la circular del Banco Central y parte del plan económico de Martínez de Hoz), de pasar el invierno, de no apostar al dólar? En este momento, por suerte, el estudio está activo y eso no es poco. Tenemos buenos clientes, con los que estamos terminando un edificio para la Cámara Argentina de Comercio y pensamos que continuaremos con otros, estamos trabajando activamente en la costa de la provincia de Buenos Aires y tenemos encargos para proyectos en el Conurbano Bonaerense, uno en Zárate de 73 hectáreas. Además, en Cañuelas, estamos analizando un centro que preste servicios a las empresas de la zona. También en 2015 hemos hecho proyectos para Asunción que están por resolverse”, sigue Aslan.
    “Queremos hacer obras de calidad aunque entendemos que, muchas veces, depende del presupuesto del cliente. Por eso, nos cuidamos mucho de que entienda que tiene que haber una calidad pareja. No es fácil, algunos desarrolladores muchas veces tocan y se van, pero nosotros nos quedamos con el nombre, con los planos y hasta con las consultas que nos todavía hoy nos hacen dueños de casas construidas en 1940, como ocurrió la semana pasada con una consulta. Otro deseo que tengo es que entren nuevas generaciones al estudio. Asociar equipos de arquitectos es una política muy interesante que hicieron otros estudios y que nosotros todavía no hemos incursionado”, avizora Aslan.

    Eidico

    La inflación, el gran escollo

    Mateo Salina, gerente general de la compañía, cuenta cómo la empresa logró hacerle frente a los años críticos, proyectando lotes y unidades más chicas, con cuotas más bajas y accesibles y plazos para pagar un poco más extensos.

    por Lorena Obiol


    Mateo Salina

    En 21 años que lleva desarrollando proyectos, Eidico logró suscribir 32.000 unidades en 74 emprendimientos distribuidos en 11 provincias argentinas y también en el exterior del país. La compañía ofrece productos de vivienda e inversión desarrollados bajo un sistema de financiación propio. “El sistema Eidico permite que muchos pequeños aportantes puedan acceder a grandes proyectos a través de una financiación guiada por el costo de las obras. Reciclamos la vieja figura de la cooperativa y logramos este sistema, en el que la suma de los aportes individuales de los suscriptores permite llevar adelante el emprendimiento inmobiliario”, explica Mateo Salina, gerente general de la compañía que hoy tiene 180 empleados. 
    Las 15.931 hectáreas hasta hoy desarrolladas se dividen en tres unidades de negocios: Barrios, Casas y Lotes. La primera comprende los barrios al costo armados en forma de cooperativa. La segunda atiende el negocio de la venta en cuotas del lote y la casa, mientras que la última es el sistema Eidico aplicado en actividades productivas. 
    Actualmente, está suscribiendo una nueva etapa de Pilar del Este. Se trata del barrio Santa Elisa, con lotes de alrededor de 500 m2 y valores promedio de $340.000 y con cuotas desde $3.800. Además, prevé lanzar este año otro barrio en Canning Village, el megaproyecto que presentaron el año pasado y cuyo masterplan incluye cuatro barrios, dos sectores de Eidico Casas y espacios comerciales y deportivos. “Por otra parte, también tenemos en este momento dos proyectos de Eidico Casas en suscripción: Casas de Santa Ana III, en Tigre (donde el valor promedio del plan es de $1,9 millones con cuotas de $13.000 ajustables por la CAC) y Casas del Este II, en Pilar (allí el valor promedio del plan es de $1,6 millones con cuotas de $11.000 ajustables por la CAC)”, agrega Salina.
    “La inflación nos afectó fuerte. El negocio dejó de ser atractivo para nuestros clientes. El poder adquisitivo bajó y, como consecuencia, disminuyó la capacidad de ahorro y de inversión en nuestros emprendimientos. Se priorizó el consumo por sobre las necesidades básicas, como la de vivienda. Por otro lado, en nuestro sistema de desarrollo al costo, la inflación también complicó la realización de los proyectos y tuvimos que ajustar las cuotas en periodos más cortos y los tiempos se alargaron”, analiza Salina. “La obra de infraestructura en un lote costaba hace 10 años un promedio de US$ 10 por metro cuadrado y hoy está en US$ 22. Pero los precios inmobiliarios no duplicaron su valor en dólares. Entonces, la inflación en esta moneda complicó el negocio”, completa el gerente y agrega como segunda dificultad la presión impositiva sobre los barrios.
    Frente a estas complicaciones, la compañía no se quedó de brazos cruzados y tomó algunas decisiones. “En la unidad de negocio de Barrios Privados nos volcamos a lotes y unidades más chicas, con cuotas más bajas y accesibles y plazos un poco más extensos. También nos concentramos en zonas con futuro comercial y creamos Eidico Casas, una unidad que ofrece una casa construida, de 80 m2 (con posibilidad de ampliación) en un lote de 300 m2. Lo financiamos en 120 cuotas mensuales pensando en volver a acercar la idea de la casa propia a la clase media”, explica Salina, mostrándose optimista hacia el futuro. “En la medida en que la inflación se mantenga alta nos seguirá complicando, pero sí veo un panorama futuro con mayor esperanza y creo que la demora en los ajustes de los valores inmobiliarios que viene ocurriendo desde hace cuatro años, también se reactivará cuando esa expectativa se active. A escala mundial, seguimos estando muy por debajo de los valores comparativos, por eso creo firmemente que el negocio va a repuntar en la medida en que las expectativas y las condiciones se equilibren. Por otro lado, vemos que en los últimos cuatro años se ha acumulado una gran necesidad de vivienda y creemos que ese segmento representa un importante mercado para los próximos años. La clave será trabajar en un producto atractivo tanto para la clase media como para el segmento más bajo, que pueda acercarles nuevamente el acceso a la vivienda. Con ingenio y con el producto adecuado, como Eidico Casas, podremos solucionarlo. Ese es nuestro objetivo y nuestra misión como empresa”, completa Salina. 

    Grupo Farallon

    Liderazgo es visualizar y crear

    Para el presidente de la desarrolladora, las claves en el éxito y reconocimiento de la empresa son la capacidad de captar demandas y de innovar para aprovechar estas oportunidades. Su pronóstico pasa hoy por la reactivación del crédito hipotecario para atender a los sectores medios.

    Por Gonzalo Olaberría


    Eduardo Gutiérrez

    “Lo que nosotros hacemos es ver a qué público decidimos atender y, en función de eso, definimos un producto. Cuando surge una idea de desarrollar o reparar una necesidad insatisfecha en algún segmento, entonces uno tiene que estudiar qué es lo que quieren esos clientes y ver cómo se los satisface”, apunta Eduardo Gutiérrez, presidente de Grupo Farallon. 
    La empresa, creada en 1985, ofrece una importante diversidad de proyectos ligados al desarrollo y construcción de emprendimientos inmobiliarios en toda la Argentina y en países limítrofes. En el ámbito privado participa en la localización del terreno, evaluación, desarrollo, construcción y comercialización de proyectos, que van desde oficinas y edificios hasta barrios cerrados. Del mismo modo, realiza obras públicas tales como viviendas sociales, redes de infraestructura, arquitectura y viales.
    Gutiérrez ve un futuro auspicioso para las empresas del rubro inmobiliario, basado en la esperanza de que el nuevo Gobierno nacional implemente el crédito hipotecario y pueda controlar el proceso inflacionario de estos primeros meses del año. Según cree, posibilitará el crecimiento de operaciones en viviendas por parte de los sectores medios.

    –¿Cuál es el diferencial que tienen como empresa?
    –Yo no puedo auto–valorarme, será la competencia o los clientes los que tengan que hacer eso. En el Ranking que presentan Mercado y Reporte Inmobiliario, estamos calificados entre las tres desarrolladoras más reconocidas por la gente. Tal vez el diferencial en el ámbito privado sea cómo pensamos y diseñamos un producto, de acuerdo a una necesidad, para satisfacerla. Yo hice el primer barrio cerrado, que era el Club de Campo Pueyrredón, cuando había solo countries. Por los 80, la gente joven demandaba espacios verdes pero los countries eran muy caros por sus amenities. Se me ocurrió pensar en los clubhouses, una parte social donde los jóvenes estuvieran satisfechos. Eso generó un producto, el barrio cerrado, que después explotó en el país.

    –¿Cuáles son las demandas en la actualidad?
    –Dentro del sector privado, porque en el sector público se trabaja por encargos particulares de un tercero, hasta ahora las demandas provenían del mercado medio-alto y alto, porque eran los únicos que tenían capacidad de ahorro y de pago. Ahora vemos con buenos ojos y buenas expectativas que se abre una posibilidad segura de que vuelva el crédito hipotecario. Volviendo a este tipo de crédito, el sector medio-medio, que es el que tiene más necesidades de vivienda, va a ser un gran jugador en el mercado. Realmente hay que pensar productos para ese segmento.

    –¿Cómo ve el negocio con este cambio de coyuntura política y económica?
    –Lo veo bien en función de la posibilidad de que vuelva un crédito hipotecario que convenga y sea accesible para mucha gente, así todos o un gran porcentaje pueden acceder a una vivienda. Además, la expectativa es que el proceso inflacionario va a ir decreciendo. Se está trabajando sobre el tema del financiamiento de la vivienda para que realmente no sea el sector público el único que las construya, si no para que el sector privado también intervenga. La necesidad de viviendas y lo que prometió el Presidente por año es un número importante, del cual un porcentaje muy grande va a tener que concretarse por intervención del sector privado. Y para que el sector privado intervenga va a necesitar que los usuarios finales tengan la posibilidad de acceder a créditos.

    –¿Cuáles son las expectativas o las actividades que planean, en base a este nuevo contexto?
    –Nosotros tenemos un posicionamiento en tierra desde hace mucho tiempo que en estos años no habíamos desarrollado. Tenemos tierras en puntos que para nosotros son buenos, están ubicados estratégicamente. Lo que queremos ahora es construir en esas tierras y convertirlas en proyectos de viviendas para los sectores medios. Cuando el crédito hipotecario salga y la gente se familiarice con el concepto va a ser una alternativa muy buena.

    Estudio Aisenson

    Excelencia en la diversificación del servicio

    Los caminos que transitó el estudio desde su creación en 1934 lo llevó a profesionalizarse en distintas especialidades del rubro. Hoy, ya a la distancia, el saldo parece haber sido positivo: una gran versatilidad para ofrecer un servicio integrado.

    Por Gonzalo Olaberría


    Pablo Pschepiurca

    Estudio Aisenson incursionó por distintos proyectos en sus más de 80 años de existencia. Desarrolló obras propias en un primer momento y, a partir de los años 1960, se especializó en la realización de viviendas de altura. A partir de la década de 1990, intensificó su trabajo en otras áreas como oficinas, hotelería o planteamiento. Además, intervino en planes de viviendas familiares, centros deportivos y asistenciales, y edificios para actividades artísticas. Los servicios que presta hoy en día son de estudios de factibilidades, proyectos, dirección de obra y gerenciamiento técnico, tanto para la actividad privada como para la pública.
    Uno de los socios del estudio, Pablo Pschepiurca, entiende que esta diversificación y conocimiento en distintas especialidades, a través de sus equipos de proyecto y de dirección de obra, consolidó la marca en el mercado. Al mismo tiempo, dice, le permitirá afrontar los desafíos que comienzan a delinearse para el futuro. “Nuestra configuración como empresa nos permite ofrecer un servicio integral, que es lo que se demandó mucho en los últimos 10 años”, explica.

    –¿Cómo es el trabajo que efectúan con los clientes?
    –Hay tres tipos de comitentes: el Estado, los inversores privados y las empresas constructoras. La relación con unos y otros es bastante distinta. Generalmente, en todos los casos, desarrollamos una tarea de proyecto. Cuando el comitente es una empresa constructora o la empresa constructora ya está elegida, lo desarrollamos en conjunto para optimizar costos y sistemas constructivos. Muchas veces hacemos el proyecto ejecutivo y no la dirección de obra. Otras veces hacemos las dos cosas. Y a veces hacemos el proyecto, la dirección de obra, el gerenciamiento de la obra, la entrega y la posventa. Depende de las necesidades de cada negocio. En ese sentido, tenemos una alianza fuerte con una empresa fiduciaria que nos permitió ofrecer un servicio completo, desde el estudio de factibilidad de un terreno hasta la posventa, incluyendo la administración fiduciaria o la administración de la obra, de acuerdo al negocio.

    –¿Cuál es el diferencial de la empresa?
    –Nuestro diferencial se lo puede sintetizar en dos grandes rubros. Uno, es que el estudio ha generado durante sus más de 80 años una marca propia que es reconocida en el mercado y genera un plus de valor en determinados productos. No es una casualidad, se lo puede atribuir a la eficiencia, profesionalismo, calidad constructiva, a la capacidad de respuesta y a la seriedad del planteo profesional. Por otro lado, ofrecemos en un mismo nivel de excelencia la totalidad de los servicios que un desarrollador requiere: tenemos el know-how, la gente y la estructura empresarial para hacerlo.

    –¿Cuáles son las mayores demandas de servicios en el ámbito privado?
    –En la actualidad estamos trabajando más intensamente en el área de proyecto, dado que prácticamente se ha cerrado una etapa económica y constructiva. Está empezando un nuevo período donde, en general, los estudios de arquitectura están en proceso de análisis de proyectos, de desarrollo de anteproyectos, en la gestión de los planos municipales para poder desarrollar las tareas, en licitaciones. En 60 o 70% de los casos estamos iniciando nuevas obras y en el resto terminando otras.

    –¿Qué expectativas tiene para el negocio en esta nueva coyuntura?
    –Como todo cambio político, estamos en una etapa de comienzos de una gran cantidad de proyectos que suponemos van a iniciar un nuevo ciclo virtuoso. Vemos con cierta preocupación el freno que se ha puesto en la obra pública porque es una salida laboral muy importante para todo el rubro de la construcción. Esperamos que esto se revierta pronto con la inyección de capitales en obras de infraestructura y fundamentalmente de vivienda masiva. Desde el punto de vista de la actividad privada, el cambio de autoridades siempre genera alguna dificultad en el arranque de nuevos procesos en el método de presentación y aprobación de planos. Calculamos que a mediados de año esto debería estar funcionando a pleno.

    Ocampo Propiedades

    Una mirada integral para un sector aún más complejo

    Las mayores exigencias de los clientes impulsaron a la empresa inmobiliaria a diversificarse y profesionalizarse más. Sus expectativas en el negocio son altas por los nuevos vientos políticos y económicos que se avizoran.

    Por Gonzalo Olaberría


    Gabriela Goldszer

    Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, remarca que la empresa tiene como slogan corporativo “le ponemos alas a tus sueños”. También, que la única manera de cumplir con los deseos inmobiliarios, en un rubro cada vez más complejo, es brindando mayores y mejores servicios de forma especializada e integral. Por este motivo, hace años la compañía se dedica a la comercialización de productos terminados, como departamentos, oficinas o locales, y de nuevos emprendimientos, que van desde la localización de un proyecto, la definición del producto y la política de pricing hasta la interacción con escribanos, abogados y contadores.
    Sus operaciones se centran en el segmento ABC1 de la población de la ciudad de Buenos Aires y otros puntos del interior del país. En este sentido, Goldszer augura un panorama favorable para el futuro. “Somos optimistas con la nueva coyuntura. Si bien estamos en un mercado que tiene muchos participantes, todavía no alcanzó globalmente altos